21. Tratos rotos.

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El siguiente día llegó y el varón de toque dorado se encontraba despertando, por lo que después de varios minutos en los cuales procuró despertar mejor para no sentirse tan mareado al hacerlo de manera brusca, finalmente se puso de pie y salió de su habitación en dirección al comedor, donde al llegar pudo visualizar una notita encima de un plato, a lo que se acercó a la misma y la tomó:

"Buenos días, Midas, salí a checar unas cosas que iba a ver hoy contigo, pero no quise despertarte.

Espero no tardar mucho, descuida, no iré sola y espero no tardar mucho, dejé el desayuno preparado en la estufa para que comas.

—Marigold."

Leyó la letra de la misma y no pudo evitar sonreír, definitivamente su forma tan refinada de escribir no podría hallarla en otro lado y eso era algo que a él le gustaba demasiado.

Varios minutos pasaron y luego de que se hubo arreglado, salió de aquella casa y se encontraba caminando tranquilamente cerca de ahí, mirando todo a su alrededor para tratar de ubicarse más al respecto y no ser tan dependiente de su semejante, no porque no le gustara estar con ella o algo similar, sino porque también quería que la misma pudiera ir a otros lados sin preocupaciones; todo iba bien hasta que de pronto escuchó como algo se movía detrás de él, a lo que volteó y observó a aquella diosa del amor, la cual había aterrizado...

"¡Midas, que alegría verte, cariño!"

Se acercó a él con el fin de abrazarlo, cosa que hizo, sin embargo su expresión cambió a una de preocupación y confusión al ver como el mismo la tomaba de los brazos y con cuidado se separaba de ella...

-No me llames "cariño"

-¿Midas?... —observó el gesto de molestia en el rostro de él— ¿Todo bien?

-Si, déjame tranquilo, por favor

-Solamente quería saludar

-Bueno, ya lo hiciste

-No entiendo... ¿Por qué actúas tan hostil?... ¿Te hice algo?

-Afrodita, ¿Qué hacías tan temprano el día de ayer en la casa de Marigold?

-No puede ser... —rodó los ojos con tedio— No me digas que ella te dijo algo y por eso estás tan molesto conmigo...

-Marigold no me dijo nada de lo que hablaron, de hecho muy probablemente no me hubiera dicho que estuviste de mañana en su casa

-¿Entonces como sabes que estuve ahí?

-Escuché cuando le gritaste algo de tu hermano, eso me despertó y observé a través de la ventana, pero no escuché sobre que hablaron

-¿Por qué no le preguntas a ella lo que sucedió?... —se cruzó de brazos mientras parecía molesta— Seguramente te dirá todo

-Porque también quiero saber qué sucedió por tu cuenta... ¿Qué planeaba hacer?

-Nada, únicamente fui a corroborar que vivieran ahí, antier en la noche los vi pasar hasta esa casa

-¿Nos vigilas?

-No, para desgracia de tu "amiga", vivo muy cerca de ambos

-Entiendo... ¿Alguna vez has pensado en atacar a Mari?

-¿A qué se debe tu repentina pregunta?

-Ares lo hizo

-Yo no soy él, hace 2 días cuando mi hermanastro fue a mi casa, me dijo lo que pasó con Marigold...

Te encontré || FORTNITE FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora