Te encontré || FORTNITE FANFIC

40. Awake

Después de varios minutos volando, por fin llegó a la casa donde vivía la mujer de toque dorado y descendió con cuidado para entrar a la misma, sintiéndose bastante extraño al recordar ciertos momentos que ese lugar le traían, como por ejemplo, el primer beso que se habían dado, pero igual recordando algunos instantes amargos como a ella dándose por rendida.

Con cuidado de no chocar contra las paredes, se dirigió al cuarto de la mujer y la colocó con cuidado sobre la cama antes de arroparla con una cobija; sabía que estaban seguros ahí, por lo que suspiró y se dejó caer sobre la misma superficie al lado de su semejante, a quien miró durante unos segundos hasta que finalmente su cuerpo sintiera de un momento a otro, el peso de todos aquellos días que no descansó y sin que él pudiera evitarlo, el sueño lo invadió.

Varias horas pasaron desde ese momento, la luz de un nuevo día ya estaba presente y el varón de armadura recién se encontraba abriendo sus ojos con mucho trabajo al sentir como si sus párpados fueran muy pesados, por lo que con cuidado giró su cuerpo para ver a la mujer que amaba, pero tan pronto lo hizo, se puso de pie, cayendo al instante por un mareo que sintió.

Con trabajo se repuso y tocó aquel lugar donde se suponía que debía de estar dormida y sintió como aquella base aún estaba algo tibia, por lo que comenzó a caminar por la casa en búsqueda de la misma y no la hallaba, haciendo que una clase de ansiedad se hiciera presente en él, por lo que asustado, salió de ahí dispuesto a ir a buscarla, al hacerlo, su corazón se detuvo por un instante al verla de pie mirando al cielo y sin dudar, se acercó a la misma para girarla, abrazándola con fuerza...

"Mari, regresaste... Estás aquí..."

Algunas lágrimas salieron de sus ojos antes de separarse para verla, acunando su rostro, notando la expresión triste y preocupada de su semejante...

-Mari... ¿Todo bien?

-Lo siento mucho...

-¿Qué?... No, tranquila... No hay nada que te tenga que perdonar

-Es que, de verdad lo lamento...

-¿De qué hablas?...

-Perdóname porque no sé quién eres...

-¿Cómo?... —dejó su tacto de ella y su rostro decayó— ¿A qué te refieres?...

-No sé quién eres...

-¿No me recuerdas?

-Si, pero no eras así... Tu cabello era más corto y vestías con traje... —volteó a su alrededor— No sé en qué lugar estoy... No es mi casa...

-¿Qué recuerdas?

-A personas pero no sé sus nombres... Te recuerdo, pero tampoco sé tu nombre y aunque te veo, se siente lejano...

-¿Algo más?

-¿Dónde está la agencia?...

-¿La agencia?

-Tú probaste ese artefacto que rompe bucles, ¿No?... Falló, si bien recuerdo y cuando iba a ayudar, me perdí... ¿Cómo me encontraste?

-Mari, no comprendo porque mencionas todo esto, eso fue hace 4 años...

-¿Qué?...

-Todo lo que me dices pasó hace 4 años

-¿He estado en coma todo este tiempo?...

-No... ¿No recuerdas nada actualmente?

-No... ¿Quién eres?... Recuerdo que he convivido contigo y eres mi jefe... ¿Puedo confiar en ti?