El Wookiee y el diamante.

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-A ver una fácil, ¿Cual es mi animal favorito?- Chiara, Violeta, Alex, Denna y como no Ruslana, estaban en el salón de las hermanas pasando una noche de juegos.

-¡Una labradora que se llama Kraka!- gritó Violeta emocionada sentada en la alfombra. Por primera vez se había adelantado al resto

-¡Siii!- chocaron las manos dando saltitos como si fuera el mejor día de su vida.

-Eso es mentira, tu favorito era MacRisas pero lo atropelló un coche, los estás confundiendo, aunque bueno eran iguales- dijo Ruslana enfurruñada.

-Da igual, se la damos por buena a Violeta- Denna asestó un codazo en sus costillas para que se callase.

-Me toca, ¿Cual es la situación más peligrosa que he pasado?- Violeta escribía en su pizarra la respuesta original mientras Chiara se tensaba en el sillón carraspeando.

Todas las miradas se dirigieron a ella puesto que nadie conocía tan bien a Violeta como para contestar.

-Mhhh no sé... ¿Tropezarte con tus propios pies y tirar el café al suelo?- contestó recordando esa graciosa escena de un par de días atrás.

-Casi aciertas- giró la pizarra para que pudiera ver la respuesta.

-Vaya... una quemadura- se hizo la sorprendida.

-Tenía nueve años y nos fuimos de viaje a la playa. Mi hermana y yo nos pusimos aceite de bebé en vez de crema solar y al final acabamos como dos langostas- rió con nostalgia. Aquella anécdota era una de las que más recordaba de su infancia.

Aunque Chiara la miraba descifrando si esa historia era real, o una invención. Nunca lo sabría

Siguieron jugando hasta que le volvió a tocar a Chiara.

-¿Cuál es la persona que más odio en el mundo?- suspiró.

-¿Salma?- a la pelirroja no se le ocurría nadie más.

-No pero da igual, dejemos el tema...

-Es Yulia Clastre- Ruslana le arrebató la pizarra para enseñar la respuesta- Eran mejores amigas en la uni hasta que se tiró a su chica y consiguió que la echaran de la uni.

Violeta miró a la chica con pena, ya se sabía la historia pero le dolía ver lo mucho que le seguía afectando.

Pasaron horas y horas jugando hasta que a media noche tocó volverse a casa.

Como ya venía siendo habitual Chiara acompañaba a Violeta hasta su coche. Cuando se quisieron dar cuenta de que sus manos estaban entrelazadas, se miraron durante un segundo y luego se soltaron como si sus pieles quemasen.

-Bueno, no ha estado mal eh- Chiara secó sus manos sudadas en la tela de su pantalón.

-Ha estado bien si, aunque me gusta ganar pero creo que Ruslana lo necesitaba más que yo- jugueteó con los anillos de sus dedos.

-Cierto, pero cuando ha empezado a enumerar mis 31 sabores de helado favorito en orden descendente ha sido too much- bromeó abriendo los ojos.

-Tiene un Intersect sobre ti- le parecía muy tierna la amistad tan fuerte que había entre ellas dos.

-Si, ojalá yo tuviera un expediente sobre ti y poder saber cosas- suspiró.

-Puedes preguntarme directamente- Violeta frenó sus pasos para mirarla de frente con ojos sinceros.

-¿Ah si?- asintió preparada- Ya sé que tu y Yulia erais compañeras, pero sigo sin saber lo cerca que estábais la una de la otra- Chiara bajó la mirada y no pudo ver como un rastro sombrío cubría los ojos de la espía.

LA ESPÍA QUE ME ENAMORÓ // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora