Ámbar llegó a su casa cuando el Sol estaba saliendo.
Su hermano la había estado esperando despierto la noche entera.
Las ojeras que surcaban su cara podían confirmarlo. Respiró profundamente para no alterarse.
—Has tardado mucho. Nunca tardas tanto.
Ella lo miró un poco nerviosa y se tira en el sofá.
Él no había pronunciado palabra desde que ella entró, pero había decidido hablar cuando se dio cuenta de que su hermana estaba ignorando su mirada.
—Estoy agotada—dijo ella, con la cara enterrada en el cojín.
—Ámbar.
—¿Sí?
—¿Con quién estabas?
Ella le echó una mirada fugaz.
—¿Qué te hace pensar que estaba con alguien?
—Que llevas ropa que no es tuya y que te has duchado—Hizo una pausa y añadió:—. Y no en esta casa.
Cierto, se dijo.
Había pasado el resto de la noche ayudando a Lucas a deshacerse del cadáver. Se había olvidado.
Aunque es difícil olvidarse de lo que había pasado.
Después de haberle propuesto a Lucas ayudarle a matar, había puesto la mente en blanco.
Hay una teoría que dice que si uno le cede la responsabilidad a otra persona, deja de sentirse culpable por lo que hace: la banalidad del mal.
Esperaba que esa teoría funcionase, porque una vez que había salido del apartamento de Lucas, cada vez que cerraba los ojos veía unos guantes de goma amarilla restregar un trapo lleno de sangre por el suelo y el olor a lejía, todavía pegado en sus fosas nasales, le seguía mareando.
Todavía sentía el cuello mojado por sudor frío, las manos temblando y el oxígeno que no llenaba sus pulmones porque estaba demasiado contaminado por el olor a muerto y a productos de limpieza.Antes fingió calma; actuó con calma.
Ahora no podía hacer eso.
Ahora estaba delante de su hermano. De Marcos. Delante de la única persona que la quería de verdad. Delante de la única persona a la que le mostraba su verdadero ser: el nervioso, el divertido, el bromista. No la calmada o la misteriosa. La verdadera Ámbar.
—¿Te importa mucho que me haya duchado en otra parte?
—Acabas de afirmar que te has duchado fuera.
Ella se encogió de hombros.
—Eso es irrelevante.
—Lo es si es la primera vez que lo haces, ¿sabes?
—¿Te preocupas?
—Mucho.
Ámbar se incorporó del sofá y se sentó. Marcos se sentó a su lado.

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La Verdadera Inspiración De Ámbar
Teen FictionÁmbar González nunca imaginó que su vida se desmoronaría tan rápido. Mientras lucha por mantener a salvo a su hermano Marcos, ambos se ven atrapados en una espiral de traiciones, secretos y enemigos que no se detendrán ante nada. Ámbar tendrá que de...