AMOR EN GUERRA || Armando Aretas

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-Ya te estaba extrañando, hermana... •Dice un hombre idéntico a mí, solo que un poco bronceado.

-Que quieres... •Digo manteniendo distancia.

-Al parecer por fin aprendió a vestirse, la elegancia no le queda muy bien, parcera. •Dice Damiano riéndose.

-Y al parecer usted todavía no aprende a hacerlo... •Digo mirandolo de arriba a abajo.

-Tanto tiempo en el otro lado y ya esta hablando como gringa... Para eso te llamé...

-A que te refieres... •Digo acercándome unos pasos cerca de el.

-Quiero que vuelva al negocio... •Dice mirandome a los ojos.

-Colombiano de mierda... •Escucho por el audífono la voz de Armando desde la avioneta.

-Usted al parecer sigue igual de imbecil... Como va a pensar que voy a trabajar con una basura como usted.. •Digo burlándome de el.

-No le conviene negarse, si no quiere su carrera destruída, y a sus amigos y novio muertos... •Dice tocando mi collar de diamantes.

-Yo mismo lo voy a matar... •Escucho a Mike por el audífono.

-¿Que quiere de mí?, que vuelva a acostarme con narcotraficantes? Ja! Esta loco... •Digo casi gritando.

-Quiero que sea el rostro del Cartel, los carteles van a querer negociar con nosotros si tenemos un buen rostro. Yo como huérfano y mamá como una viuda no sirve de mucho. •Dice mirándome a los ojos.

-¿Y que gano yo? •Pregunto.

-Sabía que caería, todos tienen un precio, Selena, si usted hace absolutamente todo lo que yo diga... Haré que dejen a sus amigos y a su novio libres, sin ningun cargo. Pero si no, los entregaré y haré que los maten en prisión. •Dice mirándome.

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-Esta es la nueva "fabrica" •Dice Damiano mostrándome el laboratorio de cocaína.

Era literalmente una asquerosidad, mujeres semidesnudas elaborando cocaína, se ven desgastadas y este culicagado debe pagarles una miseria.

-Tenemos un pedido de 140 kilos para el lunes de la próxima semana, apenas llevamos 80... •Dice Damiano nervioso.

-Damiano, es sábado, no van a alcanzar a terminar los 60 kilos que faltan, ¿A quien se los debes de enviar? •Pregunto.

-Al güero... •Dice nervioso.

-Damiano Reyes Santos, ¿Estas en tus 5 sentidos?, como mierda negocias con El Güero, el número 1 de México, sabiendo que no vas a poder cumplir tu parte. •Le reclamo.

-No la llamé para que viniera a reclamarme, la llamé para que ayudara, malparida... •Dice Damiano.

-Ven, hay alguien que la quiere ver. •Dice Damiano mirándome despreciadamente.

-No vine a ver a nadie, además ya tengo que irme. •Digo seriamente.

Hasta que veo a mi mamá, estaba con un vestido largo negro, su cabello creció, y se hizo mechas rubias, traía tacones altos rojos, y sus ojos se veían más azules de lo normal...

Solamente la quede mirando por unos segundos, ella cada vez se acercaba más a mí, con lágrimas en los ojos. Yo tampoco me pude contener, al fin y al cabo, siempre será mi mamá.

-Selena... Mija... •Dice cuando ya la tengo en frente.

-Mamá... •Digo soltando unas lágrimas.

Ella simplemente me abrazó, no pude contener mi llanto, ella era la única que me ayudaba cuando papá y Damiano me hacían la vida imposible... Pero aún así le guardo rencor por no haber hecho nada.

-Estas tan hermosa mija... Estoy orgullosa de tí... •Me susurra para que Damiano no escuchara.

-Hija... Debemos hablar... •Dice llorando.

Me llevo dentro de la finca, Damiano se quedo afuera pero miraba psicopatamente hacia nosotras.

-Hija, perdóname... •Me dice tomandome las manos.

-Por favor perdóname... Por nunca haberte ayudado de verdad, por haber sido una mamá tan malparida... Por no haber denunciado a tu papá antes...

-¿Que?...

-Selena... Un día antes de que tu fueras a capturarnos... Yo estaba en proceso de divorcio con tu papá... Lo denuncié por trata de menores y por narcotráfico, como el ya tenía la policía comprada, ignoraron mi caso... Incluso el día cuando llegaste con tus agentes... El estaba apunto de matarme...

-Mami... Perdóneme... •Digo llorando en las piernas de mi mamá.

-Tranquila mija, tranquila... •Dice acariciándome el cabello.

-¿Mami, y que hago con Damiano?... •Digo levantandome de sus piernas para mirarla a los ojos.

-Hacele caso por ahora... Lo conozco, y se que va a cumplir lo de tus amigos y tu novio... Y cuéntame, como es tu novio... •Dice mirándome.

-Es muy guapo... Se llama Armando...

-¿Y como es?

-Es un poco mas alto que yo, es moreno y es muy musculoso...

-¿Y como se apellida?

-Armando Aretas...

-¿Aretas?... •Pregunta mi mamá preocupada.

-De que parte de México es?...

-De Ciudad de México, mamá, ¿Por qué? •Pregunto.

-¿Sabes quienes eran sus papás? •Pregunta mi mamá aún más preocupada.

-Sus padres fallecieron... Su mamá se llamaba Isabel Aretas... •Le digo.

-Selena... El hace poco vino a acá a negociar con tu hermano, y sus padres hacían negocios con tu papá...

-¿Que?

Y recordé que traía el maldito micrófono en donde todos escuchaban todo, pero solo Armando sabía español.