12 | Bandera blanca

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Nate

El señor Brooks nos miraba desde el corredor mientras atendía una llamada. Primero miró a su hija para después posar sus ojos en mi, sin expresión alguna. Pude sentir la tensión inundar a Serena a mi lado bajo la mirada que nos dedicaba Wyatt.

Pensé que se acercaría y me golpearía por atreverme a estar cerca de su hija. Lo imaginé haciendo un escándalo por poner mis manos sobre ella, pero no pasó nada de eso. Él le dedicó media sonrisa a su hija para continuar su llamada fuera del salón.

— Eso fue extraño — musitó Serena a mi lado — Pensé que te mataría.

— Quizás le agrado — dije logrando que ella comenzara a reírse.

Serena riendo era todo un espectáculo. Era tan intrigante que cuando sonreía lucía luminosa y una extraña sensación me invadió al saber que yo fui el causante de su risa. No pude evitar recorrerla apreciando el vestido que llevaba, era de un color verde fuerte y caía hasta sus tobillos, tenía tirantes, suponía que se había dejado el abrigo por algún lado. Su cabello caía por sus hombros con algunos rizos y su maquillaje era modesto aunque en realidad no lo necesitaba.

— Claro — dijo con sarcasmo cuando escuchamos otra voz carraspeando. Voltee hacia mi lado abajo para encontrar a Luke jalando de mi saco.

— ¿No vas a presentarme? — mi hermano pequeño me escudriñaba con la mirada y sonreí.

— Serena, él es Luke mi hermano menor — dije señalándolo — Luke ella es Serena, la dama de honor de Taylor.

— Mucho gusto señorita — Luke tomó la mano de Serena dejando un beso en ella — ¡Yo tiraré flores en la boda!

Serena miraba sonriente la escena hasta me atrevería a decir que estaba sonrojada.

— Mucho gusto, caballero — le siguió el juego — Me alegra saber que también serás parte de la boda.

Luke parecía un tomate de lo sonrojado que se encontraba yo reí ante eso.

Iba a decir algo cuando notamos que Zack llamaba a Serena.

— Nos vemos luego — me dijo a mí para después dirigirse a Luke — Un placer conocerte, Luke.

Vimos cómo se marchaba hacia Zack. No sabía que él estaba ahí, estaba hecho un desastre. La corbata desaliñada, su cabello mal arreglado y ni hablar de su rostro, parecía un muerto en vida.

— ¿Quién es él? — me preguntó mi hermano — ¿Y por qué toma del brazo a Serena?

Parecía que él le reclamaba algo a ella y ahí fue cuando mi hermano y yo volvimos al salón.

— Es su novio — contesté a medida que regresábamos.

— ¿Serena tiene novio? — cuestionó luciendo triste — Que lástima, quería que ella fuera mi princesa.

— ¿De qué hablas? — reí ante lo que dijo y me intrigaba lo que pasaba por su curiosa cabeza.

— Si, yo soy un príncipe y busco a una princesa. Serena es una, es muy bonita, sus ojos son lindos y tiene un vestido largo. Es una princesa — Luke habló — Así es en las películas, tú también eres un príncipe y tienes que buscar a una princesa.

Miraba atónito a mi hermano por su inocencia y la sonrisa que me daba era genuina al hablar de Serena como una princesa de cuentos de hadas. Luke no se equivocaba, Serena era preciosa.

Llegamos a la mesa donde se encontraban mis padres junto con otras personas y no pude dejar pasar las miradas que le dedicaba mi padre a la mesa donde se encontraban los Brooks sin su hija.

Noches de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora