Serena
— ¿Cuál les gusta más?
Priscila nos modelaba dos bolsos. Uno Dior blanco en su brazo derecho y uno Chanel rojo en su brazo izquierdo, ambos muy lindos.
— Me gusta el Dior — hablé y Grace opinó lo mismo.
— A mi igual, ya tengo un Chanel igual a este — tomó su bolso y se dirigió a pagar.
Saliendo de la escuela vinimos de compras con la excusa de relajarnos antes de entrar al periodo de los exámenes aunque yo tomaba las compras también para olvidarme de todo un rato.
Lo qué pasó el fin de semana aún me tenía desconcertada, no sabía que carajos significaba aquello y no podía creer lo que yo le había dicho.
— No lo sé — respondió alterado por el beso — Pero, no quiero parar.
— Yo tampoco.
Me sentía como una tonta por lo que le había dicho. Mi descaro era descomunal, yo tenía pareja y solo con un beso ya le estaba pidiendo más a otro chico.
Patético, Serena.
Esperaba que él lo tomara como un malentendido por que eso no volvería a ocurrir. Era una locura.
Salimos del centro comercial y fuimos a mi casa donde las chicas se quedarían a dormir.
Pusimos una película y nos atiborramos de comida chatarra.
— ¿Cómo va todo con Ryan? — Pri le preguntó a Grace.
— Vamos muy bien, el día de la fiesta me propuso ser su novia — reveló haciendo que yo exclamara.
— ¡Grace! ¿Por qué no nos lo habías dicho? — cuestione abrazándola — Pero, estoy muy feliz por ti, por ustedes.
— Gracias y... lo siento. Todo pasó muy rápido, obviamente llegué antes que todos y ahí fue cuando me lo preguntó, fue lindo por que estaba nervioso — comenzó a contarnos — Y cuando ustedes llegaron la música estaba muy fuerte como para contarles todo con calma.
— Aw, felicidades Grace — habló mi otra amiga — Se estaban tardando, los dos lucen muy felices.
La rubia sonrió sonrojada como siempre lo hacía. Adoraba a Grace y me encontraba feliz por ella debido a que hacía mucho no se enamoraba así y aunque fue rápido creía firmemente en ellos, pero esperaba que Ryan supiera que no debía hacerle daño a mi amiga.
— ¿Qué tal todo con Zack? — me preguntó Grace — ¿Haz hablado con él?
Negué — Solo por mensaje, ya casi se cumple una semana de que se fue y ni una llamada.
— Quizás está ocupado — habló Priscila y asentí.
— Es probable, pero supongo que si puede tomar al menos una llamada — hablé — Y nuestros mensajes no pasan del "cómo estás"
— ¿Crees que se deba por su pelea?
Me encogí de hombros — No lo sé, pero si se debiera a eso ¿Yo tendría que ser la enojada no?
Priscila asintió — Por supuesto, no entiendo por qué no te aviso cuando iba a irse.
— ¡Yo tampoco! — Grace exclamó — Amiga, se verán hasta navidad y ni siquiera pudieron despedirse.
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Noches de invierno
RomanceSerena Brooks es la definición de obediencia y tranquilidad. Siempre sigue las reglas y todo tiene que estar controlado a su alrededor, su debilidad en casa la a vuelto fuerte fuera de ella. Nate Crawford hace lo que le apetece, siempre siendo el c...