2 | Medias de seda

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Nate

Conduje hasta casa deseando que mi padre no estuviera presente para poder cenar tranquilamente, pero mis deseos no fueron cumplidos ya que al llegar me percate de su auto estacionado donde siempre. Maldije bajando de mi Aston Martin.

Entre a casa sintiéndome extraño por el raro silencio que se expandía por la propiedad. Llegue a la cocina donde se encontraba mi madre quien no dudo en correr a abrazarme, su usual aroma a rosas me hizo suspirar.

—¿Cómo te fue? —Me pregunto mientras lavaba sus manos en donde la ausencia de su anillo de compromiso llamo mi atención.

—Bien —Respondí recordando mi accidente con la mismísima Serena Brooks.

Serena era indirectamente la chica más popular de la universidad, mas bien de su facultad logrando que chicos como yo, de otras facultades la reconociéramos. Nunca había hablado con ella, aunque ganas no me faltaban a pesar de no poder acercarme a ella, Serena llamaba la atención de cualquiera.

—¿Dónde está Luke? —Pregunte después de un rato.

—En el patio, no sé dónde escucho la palabra broncearse y dijo que quería hacerlo.

Salí al patio riéndome mientras veía a mi hermano de siete años en una tumbona, sin camisa y con lentes de sol. Parecía un tomate quien sabe cuanto tiempo llevaba ahí.

—Hola, enano —Me acerque quitándole las gafas de sol.

—¡Nate estoy bronceándome! — Exclamo quitándome sus gafas y colocándoselas de nuevo — Escuche que tengo que llevar gafas de sol.

Solté una carcajada — ¿Dónde escuchaste eso?

—En una película. — Respondió colocando sus brazos detrás de su cabeza.

Luke tenía siete años y para mi él era la definición de lo rápido que pasaba el tiempo apenas recordaba el poco tiempo que duró como un bebé. Recordaba lo feliz que fui cuando supe que seria un hermano mayor después de rogarles a mis padres un hermano.

Las personas y los medios decían que Luke era como volverme a ver de niño. No podía negar nuestro parecido, aunque Luke siempre fue mas carismático y sus ocurrencias era algo de lo que mamá y yo nunca nos cansaríamos. Luke es la chispa de esta familia.

—No me digas que te untaste esto— Dije recogiendo la botella que decía en su etiqueta aceite bronceador.

—Si, mamá me dijo que me lo pusiera.

—Enano ¿Cuánto tiempo llevas aquí? — pregunte haciendo que se incorporara y metiéndolo a la casa.

—Hey, por tu culpa no estaré bronceado — Exclamo — Tenia tres horas, leí que debo estar mucho tiempo bajo el sol.

—¡Luke Crawford! — Mamá exclamo al verlo. Toda la piel de Luke estaba enrojecida — ¡Te dije que te colocaras protector solar!

Mamá miro el envase de protector solar en la mesa de centro de la sala.

—¡Lo hice! Me coloque esto — Luke le tendió el envase de aceite.

—Te deje el protector solar en la mesa para que lo usaras ¿Por qué tomaste esto de mi baño?

—Pensé que seria mas efectivo — Mi hermano comienzo a rascarse el brazo y no podía imaginarme como iba a pasar la noche.

Mamá se lo llevo a su cuarto diciendo que le untaría algo.

Me senté en la sala mirando mi celular tenia algunos mensajes de Ryan mi mejor amigo quien me hablaba sobre la carrera del siguiente fin de semana en la cual yo participaría.

Noches de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora