16 | Desliz

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Serena

Miraba a Zack delante de mí hacía rato había dejado de escucharlo ya que su plática me provocaba migraña.

Estábamos almorzando en mi restaurante favorito. Fue su idea ya que tenía que hablarme de algo importante y supe de que se trataba al verlo llegar con una revista en la mano.

La boda de Taylor fue fantástica y las revistas con fotos del evento ya habían salido. Sin embargo mi novio había comprado la revista con mi foto en la portada. Más bien en la foto salíamos Nate Crawford y yo.

— Serena ¿Me estás escuchando? — cuestionó llamando mi atención de nuevo. Su aspecto era descuidado y se le veía muy alterado por el tema.

Asentí invitándolo a continuar.

— Esto es humillante. Sales en la portada de una revista de renombre con otro chico, ya todo mundo habla de ti — comenzó a decirme — Incluso hablan de mi diciendo que soy un cuernudo y tú una zorra.

Exclamé — Alto ahí, Zack. No tengo la culpa de que los editores hayan escogido esas fotografías y no estamos haciendo nada malo, solo hablan de los chismes de nuestras familias.

Cada frase que salía de mi boca era una vil mentira, me sentía pequeña y acorralada. Convencía a Zack de que no hacía nada malo, pero lo malo ya estaba hecho, no era capaz de quitarme la sensación de culpa desde esa noche.

Mi moral, mis valores. Me sentía la persona más ruin por haber hecho aquello y por si fuera poco ser infiel atraía el sentimiento de culpa, pero lo peor es con quien lo había sido.
Nate Crawford que era conocido por sus ligues de una noche, acostones y ser un rompecorazones. De todos los chicos en Beverly Hills tuve que a ver terminado acostándome con él.

Mi cabeza estaba en otro lugar y mi pecho se sentía con un gran peso. No soportaría esa sensación por mucho tiempo e incluso le daba vueltas al asunto siempre terminando en el mismo lugar que era en dejar todo como ya se encontraba.

— Serena tienes un acuerdo prenupcial conmigo y te osas con salir en una portada con Nate Crawford ¡Por dios! — Zack seguía con su rabieta y yo lo miraba dolida, su enojo era por una simple revista, no quería imaginarme que pasaría por su cabeza si se llegara a enterar de mi pequeño desliz.

¿Pequeño desliz?

Si

Eso fue más que un pequeño desliz, quizás podemos catalogarlo como un GRAN desliz debido a su ...

Callé mis pensamientos que estaban enloqueciéndome.

— Lo siento, Zack — admití — De verdad, no pensé que las fotos fueran a ser tan públicas.

Me miraba con un claro resentimiento y lo comprendía hasta cierto punto ya que él pensaba que solo le pedía perdón por eso, pero en mi cabeza ya me había disculpado por lo otro también.

Pasó sus manos por su rostro luciendo exasperado.

— Te perdono... pero sabes que tenía razón al decirte que no debías participar.

Solo asentí y él comenzó a hablar. Le di la razón en todo ya que no me encontraba de humor para peleas y rabietas, aunque no esperaba la noticia que estaba a punto de darme.

— ¿Sabes? Habrá un congreso en New York sobre el taller al cual me inscribí al principio del semestre — comenzó a hablarme y me enseñó un folleto — Es largo, un mes debido a las conferencias y al turismo que haremos, esta todo ahí.

Noches de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora