Noches de invierno

3 | ¿Ilegal?

Serena

— Te tengo noticias.

Levante la cabeza de mis apuntes para prestarle atención a Grace a quien se le veía muy contenta. Me preguntaba el motivo de su alegría, si bien, Grace siempre se mostraba feliz ante los demás, pero justo hoy otro brillo acompañaba su rostro.

— Dime — respondí cerrando mi libreta.

— No enloquezcas — dijo con un tono de voz normal y después de mirar a todas partes en la cafetería continuó — Vamos a un lugar más privado.

La miré con el ceño fruncido mientras recogía mis cosas. ¿Qué carajos estaba por contarme que la cafetería mostraba un riesgo?

— Grace... creo que ya no quiero saber esas noticias — musité mientras caminábamos por un pasillo.

Seguí a Grace sonriéndole a unas personas mientras caminábamos. Tenía una reputación en la escuela y aunque estuviera repleta de hijos de empresarios y personas importantes aún así yo resaltaba entre ellos.

Mi mirada se encontró con un grupo de chicos, más bien, con un chico quien me sostuvo el contacto visual.

Nate Crawford

Sonreía a sus amigos, pero al verme su sonrisa desapareció. Me fijé en la forma en que me miraba, sus ojos me recorrieron entera y tomé el atrevimiento de hacer lo mismo.

Llevaba una camisa de botones, bastante formal para un simple día de escuela y un mechón de su cabello caía por su frente. Se veía imponente y causaba algo de curiosidad en mi.

Se relamió los labios y volvió a poner su atención en sus amigos. Alimentaba mi curiosidad cuando lo veía reír con sus conocidos. Me preguntaba por qué a ellos les sonreía y a mi no. Simplemente carecía de educación conmigo.

Lo más lógico era que sus padres también me odiaban o precisamente a mi familia.

Grace y yo nos sentamos en el área de descanso que formaba parte de un jardín gigante. No había muchas personas, pero si menos de las presentes en la cafetería así que era un lugar seguro.

— Dime, ¿Matarás a alguien? yo te apoyo — hablé — Tus razones tendrás.

— ¿Qué? No. No maté a nadie — me miró haciendo una mueca.

— ¿Entonces? ¿Cuáles son las noticias que te hacen actuar tan sospechosa? — pregunté.

— Un chico de mi clase de economía hablaba muy animado con Priscila y alcancé a escuchar algo de un gran evento. Le pregunté a Priscila y me contó, pero me hizo jurar que no se lo diría a nadie, solo a ti — tomo una pausa y le hice un gesto para que continuara — El chico hablaba de unas carreras.

— ¿Carreras? ¿De qué? — Pregunté confundida.

— ¡De autos! Mañana en la noche abra unas y Priscila dijo que es como una gran fiesta por toda la avenida — dijo emocionada — Dijo que había música por todos lados, bebidas y podemos  apostar aunque eso no me llama la atención, pero no estaría nada mal ir ¿No crees?

La miré dudosa. Dudaba que eso saliera bien, puesto a todo el misterio y al hecho de que viví toda mi vida en la misma ciudad y nunca había escuchado sobre carreras.

— Le preguntaré a Zack...

Grace me interrumpió.

— ¡No! No puede saber, Priscila dijo que son ilegales.

Exclamé — ¿Y aún así quieres ir? Por dios, Grace.

— Anda, Serena. Un poco de diversión no le hace daño a nadie y además tú siempre me convences de ir a las fiestas ahora es mi turno.