14 | Sueños salvajes

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Les agradezco mucho por leer, aún me cuesta pensar que la historia tiene 800 vistas, gracias en verdad. Disfruten que de seguro este capítulo será el favorito de muchos.

Serena

— Te veo nerviosa.

Mi padre me miró desde el umbral de mi puerta. Se encontraba recargado en la madera mirándome, su expresión reflejaba calma.

— No lo estoy — mentí pasando las manos por mi impecable vestido.

Era el día de la boda de Taylor y no sabía por qué el sentimiento de inquietud había despertado junto conmigo esa mañana.
Desde el momento en que desperté me sentía abrumada y aunque suponía que era normal estar nerviosa eso no quitaba el hecho de que la opresión en mi pecho no se iba.

— Lo estás — Papá entró a mi habitación y se sentó en la silla de mi tocador — Aunque no se por qué.

Me miraba curioso aunque mi padre siempre reflejaba seriedad notaba alguna pizca de animo en su rostro. No éramos muy cercanos, pero me sentía cómoda a su lado al contrario de con mamá.

— No tengo por que estar nerviosa — Afirmé. Miraba mi reflejo en el espejo de cuerpo completo, mi cabello estaba listo, mi maquillaje impecable, el vestido se me veía precioso y solo faltaba colocarme los pendientes.

— Es normal, harás una gran aparición.

Sonreí con lastima sopesando una idea.

— Mi acompañante será Nate Crawford — dije de la nada mirándolo. Los nervios aumentaron en la expectación sobre su reacción.

Su rostro no cambió.

— No me agrada mucho la idea, pero si Taylor estará feliz y tú estás cómoda, esta bien — Su respuesta me dejó sin palabras, imaginé que se pondría como loco, pensé que su reacción sería hacer una rabieta como mamá.

Reprimí una sonrisa y él salió de mi habitación cuando su celular sonó.

Suspiré colocándome los pendientes y dándome un último vistazo para después salir de mi habitación.

El trayecto hasta la iglesia fue corto y cuando nos acercamos el bullicio se hizo más evidente, había un tumulto de personas y bajé del auto ante los flashes de los paparazzis.

Mis padres caminaban detrás de mi y al entrar a la iglesia uno de los organizadores me guió hacia una habitación donde se encontraba la futura novia.

Entré quedándome sin palabras. Taylor lucía preciosa. El vestido. El velo. Su maquillaje. Todo era perfecto.

— Dios mío. Te ves bellísima — le dije acercándome a ella para abrazarla.

— Gracias, tú también te ves hermosa — le agradecí notando el ligero temblor en sus manos — Serena, estoy muy nerviosa.

Entrelacé sus manos con las mías en un intento de brindarle algo de calma y seguridad.

— Todo estará bien, cuando veas a Steve te calmaras — le dije tratando de sonar segura pero es que yo también me encontraba nerviosa.

La única diferencia de sus nervios y los míos era que ella se casaría y yo no. No sabía por que estaba tan nerviosa.

Su padre entró a la habitación. Me saludó para después dirigirse a su hija.

— ¿Estás lista, cariño? — Taylor asintió y salí del cuarto para darles un momento.

Afuera me encontré con Mary quien estaba más nerviosa que Taylor. Suponía que la organización de un evento así era estresante.

— Okey. Todos a sus puestos — habló Mary y yo mire a Luke Crawford llegar luciendo un esmoquin y camisa blanca.

Noches de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora