XXIV

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Al final me quedé a dormir en casa de mi hermana, la cual también era la casa de Denna, todavía no me hacía a la idea de que aquellas dos viviesen juntas.

Al menos la cama de la habitación de Denna era lo suficientemente grande para las dos, yo estaba tumbada en la cama mirando el móvil mientras Denna se duchaba, cuando volvió llevaba solo una toalla rodeándola y su pelo rubio el cual caía sobre sus hombros se había oscurecido al estar mojado.

-Tengo algo para ti-Dijo buscando algo en el cajón.

No dije nada ya que estaba intrigada por lo que iba a sacar, cuando lo hizo me tendió un parqueña bolsa de Pandora, me quedé alucinando y al mirarla tenía una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Que es?-Pregunté emocionada y ella dejó la bolsa sobre la cama para que la cogiese.

Al abrirla dentro había una pequeña cajita también con el logotipo de Pandora, al abrirla vi el anillo de Pandora deseo, levanté la mirada alucinada y encontré a Denna mirándome con ilusión.

-¿Te gusta?-Preguntó nerviosa.

-Me encanta-Dije apartando la bolsa para atraerla hacía mí y juntar nuestros labios.

Cuando se separó tomó el anillo y lo deslizó por mi dedo, me quedaba genial, después de colocar el anillo me volvió a besar y el ambiente se fue calentando.

Me quedé bastante sorprendida cuando tomó el control de la situación poniéndose encima de mí, nunca había sido ella la que tenía el control, pero la verdad es que me encantaba.

Ella seguía solo envuelta en la toalla así que en cualquier momento con un simple movimiento pasaría a estar completamente desnuda.

Comenzó a bajar sus besos hasta mi cuello, dejando un rastro primero por todo el contorno de mi mandíbula, las sensaciones que me estaba causando aquello eran inexplicables.

-Voy a intentar hacerlo lo mejor posible, no prometo nada-Dijo en un susurro algo vergonzosa.

-Sin presión Denn-Dije buscando de nuevo sus labios.

En poco tiempo mi ropa desapareció por completo, ni yo me di cuenta de cuándo pasó, sus labios desgraciadamente abandonaron mi boca para bajar por mi cuerpo, cuando llegó a mi abdomen me entró la risa floja y ella subió la mirada.

-¿Tienes cosquillas?-Preguntó riendo y yo asentí.

La cabrona al saberlo continuó en esa parte de mi cuerpo, después de un buen rato haciéndome sufrir con las ligeras cosquillas que tenía siguió su camino hasta llegar a la goma de mi ropa interior.

-Espera-Dije llamando su atención, tomé la esquina de la toalla y la tiré a un lado dejándola desnuda frente a mí.-Ahora mejor-Dije causando su risa.

Cuando llegó a mi parte íntima decidió que era buena idea jugar conmigo, dejó besos por el interior de mis muslos con suavidad, aunque algunos fueron algo más bruscos, sabía que a la mañana siguiente me iba a despertar completamente marcada por ella.

Mi espalda se arqueó cuando pasó su mano por encima de mí ropa interior completamente echada a perder hace rato, hizo eso varias veces y yo sentía que iba a llegar al límite sin que me hubiese tocado de verdad, cuando pensé que por fin lo haría volvió a subir para reencontrarse con mis pechos, esta chica me iba a matar.

Mis manos se aferraron a su espalda cuando metió la mano por dentro de mi ropa interior y pasó dos dedos por mi centro, jadeé y ella escondió el sonido con su boca.

-¿Así está bien?-Preguntó asegurándose de que me estaba gustando.

-Perfecto…-Dije entre respiraciones pegándola más a mí.

Acompañaba el movimiento de sus dedos con sus caderas, aquello me estaba volviendo loca y era una de las causas por las que no iba a aguantar mucho más, para ser su primera vez lo estaba haciendo de coña.

Comencé a notar cómo mis piernas empezaban a temblar, Denna me estaba haciendo tocar el cielo, cuando se dió cuenta de eso aumentó la velocidad de sus movimientos y siguió callando mis gemidos con besos profundos.

No mucho después tuve uno de los mejores orgasmos de mí vida, si le decías a cualquiera que era la primera vez de mi chica haciendo eso no se lo creía nadie.

-Dios santo Denn…-Dije con la respiración aún agitada.

-Parece que te ha gustado-Dijo aún sobre mí.

-Eres increíble en todo lo que haces-Dije tomando su cara entre mis manos para volver a besarla.

A la mañana siguiente me desperté mi chica desnuda sobre mí, me moví intentando salir de la cama y ella soltó un gruñido que me hizo reír.

-No te vayas…-Dijo con la voz ronca de recién levantada.

-Me estoy meando-Dije y ella soltó una carcajada para después apartarse.

Mi hermana solo tenía un baño en toda la casa así que tuve que salir de la habitación, obviamente antes me vestí, con ropa de Denna, pero me vestí.

Cuando llegué al baño vi la puerta cerrada, no me hizo falta preguntar para saber qué era mi hermana la que estaba dentro.

-Hombre, bonito tattoo-Le dije cuando abrió la puerta y le vi el cuello.

-El tuyo también mola-Me dijo vacilando y no me sorprendió para nada que hubiese una marca en mi cuello.

-¿Marina no quiere levantarse?-Le pregunté riendo.

-Intenta levantar tu a Marina antes de las 10, es algo imposible-Dijo mientras salía del baño para dejarme entrar.

-Vaya dos hemos elegido-Dije riendo antes de cerrar la puerta.

Cuando salí no volví a la habitación, me quedé desayunando con mi hermana, una hora más tarde Denna y Marina aparecieron juntas en el salón.

-¿Qué madrugadoras no?-Dijo Alba ganándose una peineta de parte de su compañera de piso.

-Tu novia es muy agresiva-Se quejó Alba riendo.

-Que va, yo nunca la he visto enfadada-Dije mirándola mientras se sentaba a mí lado.

-Te aseguro que no quieres verla-Dijo Marina riendo.

Me sentía genial en ese momento, las cuatro juntas sin problema y disfrutando de una mañana normal y corriente, sinceramente no podía pedir más.

Estuvimos prácticamente todo el día juntas, por la noche volví a mí casa junto a Denna, por obvias razones no quería quedarse en casa de mi hermana mientras ella estaba con Marina, mejor dejarles privacidad, y de esa manera la teníamos nosotras también.

Los días fueron pasando y cada mañana que despertaba junto a Denna sentía que mi amor por ella crecía, llevábamos solo un mes siendo pareja, pero la quería como nunca había querido a nadie, ya me estaba acostumbrado a tenerla siempre conmigo, ya empezaba a conocer algunas manías que tenía o cosas que hacía sin pensar, como ducharse siempre con el agua a una temperatura que no se ni como no le quemaba la piel, que antes de quedarse dormida daba exactamente cuatro vueltas de un lado para otro y después soltaba un suspiro, o que siempre que veíamos la tele el volumen tenía que terminar obligatoriamente en 0 o 5.

Esas pequeñas cosas junto a muchas más me hacían quererla a cada minuto, no sé si ella estaba al tanto de lo mucho que la quería, pero si no lo estaba me iba a asegurar de que se diese cuenta.
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La de cosas nuevas que está experimentando Denna con Alexia

Cada día me gusta más esta historia y tengo ganas de escribir bastante, eso significa que si puedo habrá bastantes capítulos 😉

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora