LIX

2.1K 169 21
                                    

Los días fueron pasando e íbamos avanzando bien en la competición, no se que nos pasaba a mí y a Alexia pero estábamos en el punto más alto de nuestra vida sexual, prácticamente cada día lo hacíamos, después de entrenar o al volver por la noche de algún partido, las camas no nos frenaron.

Hoy era mi cumpleaños y al despertar supe que Alexia tramaba algo ya que no estaba en su cama, empecé a escuchar ruidos en el baño y minutos después salió.

-Bon dia-Dijo con una sonrisa acercándose a mí y dejando un beso en mis labios.

Se sentó en su cama enrollada en una toalla como si nada, ni siquiera me había felicitado, ¿Se habría olvidado de mí cumpleaños?

-Pasame unos calcetines porfa-Dijo señalando el cajón que había a mí lado y yo lo hice con pocos ánimos, no me podía creer que no se acordase de que era mi cumpleaños.

Cuando abrí el cajón me sorprendí al ver algo envuelto en papel de regalo, lo cogí y al mirarla ella estaba con una sonrisa de oreja a oreja.

-Abrelo-Animó sin dejar de sonreír.

Hice caso a su orden y al abrirlo vi una edición especial de Los juegos del hambre: Balada de Pajaros Cantores Y Serpientes, el último libro de la saga y el que todavía no había leído.Cuando lo vi me levanté y fui directa a abrazarla, ella correspondió al abrazo con fuerza.

-Feliz cumpleaños Pingu-Susurró en mi oído y yo me separé un poco para besarla.

-Pensaba que te habías olvidado-Dije con una risa y ella arqueó una ceja.

-¿Como me voy a olvidar del cumpleaños de mi futura mujer?-Habló haciéndose la ofendida y yo la volví a besar.

Después de aquel precioso momento me vestí para bajar a desayunar con las chicas, mientras íbamos al comedor Alexia pasó su brazo por mi cintura y fue dejando besos en mi cabeza aproximadamente cada dos pasos.

-Hombre la cumpleañera y su payasa-Dijo Laia solo llegar, Alexia la miró mal, pero yo solo reí.

Alexia

Hoy quería hacer sentir genial a Denna, sus dos últimos cumpleaños no habían sido lo mejor del mundo y quería que disfrutara, el libro solo era uno de los regalos que tenía para ella, a lo largo del día le iría dando algunas sorpresas, sabía que para ella era más que suficiente el libro, pero para mí merecía muchísimo más.

Denna se murió de vergüenza cuando en el hotel uno de los encargados del restaurante se acercó con un pastel y todas le cantamos el cumpleaños feliz, para estas cosas era la persona más tímida del mundo.

-Pobrecilla está como un tómate-Dijo Irene cuando sopló las velas.

-¿Qué vergonzosa te has vuelto de repente no?-Le pregunté vacilando y ella dejó un golpe en mi hombro.

Todas comimos pastel para desayunar, el cual obviamente era sin leche, no quería volver a pasar por lo del restaurante.

-Me encanta cuando el pastel está bueno y no me deja sin respirar-Dijo al terminar y yo reí.

Después de aquello descansamos un rato y salimos a entrenar, antes de empezar le hicimos un pasillo de collejas a Denna, yo era la última y aproveché el momento.

-Hija de puta, ¿Desde cuándo pegas tú en los pasillos?-Se quejó con una mano en la nuca y yo simplemente reí.

Empezamos a entrenar después de aquello y todo fueron risas, desde que Vilda y Rubiales dejaron la federación en las concentración había más buen rollo que antes y eso se agradecía bastante.

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora