XXXXVII

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Después de un rato me invitó a subirme a la cama, me quedé sentada junto a ella mientras seguíamos hablando, me sentía tan cómoda en ese momento, me sentía en casa de nuevo.

-Para conocerte un poco más, ¿Película favorita?-Me preguntó haciéndose la curiosa, ella pensaba que sabía perfectamente la respuesta, pero yo había cambiado.

-Los juegos del hambre, me gustan todas, pero más la segunda-Cuando dije eso vi que otra sonrisa se dibujaba en su rostro y rápidamente se me contagió.

-Que casualidad, la mía también, ¿Personaje favorito?-Me preguntó mirándome y yo volví a sentir esos nervios de estar bajo su atenta mirada.

-Finnick Odair-Contesté sin pensármelo mucho y ella se quedó sorprendida.

-La última vez que hablé con alguien de los juegos del hambre me dijo que no soportaba a Finnick-Dijo como si esa no hubiera sido yo.

-No habría entendido bien al personaje, sería una ignorante-Dije en parte diciéndomelo a mí misma por no haberme dado cuenta de que era su personaje favorito por algo.

-El mío no es Finnick-Habló dejándome algo descolocada.

-¿Entonces quién?-Pregunté queriendo saber su respuesta.

-Katniss, es una líder nata y una ganadora, a veces sufre, pero ella siempre mira antes por los suyos, asegurándose de que estén bien-Dijo mirándome fija, al parecer le gustaba definir a gente utilizando personajes ficticios.

Estuvimos bastante rato más hablando, haciéndonos preguntas la una a la otra de las que obviamente ya sabíamos las respuestas

-¿Helado favorito?-Pregunté en una de las tandas de preguntas.

-Sorbete de limón, pero una vez probé ligeramente la Stracciatella, y aunque no puedo comerla estaba bastante bien-Dijo haciéndome reír al recordar el día en roma en el que me pedí un helado con leche y no pude besarla durante todo el día, con ese ligeramente se refería al pico en el coliseo, donde nos hicimos la foto de su fondo de pantalla.

Minutos después comencé a notar que estaba verdaderamente cansada y la dejé en la cama para que durmiese, cuando salí de la habitación supieré, quería hacer esto bien, desde cero, poco a poco, sin volver a cagarla.

Cuando fui al comedor ya todo el mundo se había ido, solo quedaban Alba y la cumpleañera.

-Está durmiendo-Les dije sentándome en el sofá bastante agotada.

-¿Qué habéis hecho ahí metidas tanto rato?-Preguntó mi hermana haciendo lo mismo que yo, y Marina tampoco tardó en sentarse.

-Hablar-Dije con una sonrisa.

-Uy esa sonrisa, ¿Qué habéis hecho?-Dijo Marina algo emocionada.

-Nada, hemos decidido empezar de cero, solo hemos hablado de nosotras-Dije recordando cla conversación con una sonrisa.

-No tardaréis en volver a juntaros, cuando dos personas se aman no importa que estén empezando de cero-Dijo mi hermana mirándome y supe que tenía razón.

Denna

Me desperté al día siguiente y lo primero que noté fue como un olor invadía mis fosas nasales, era olor de tostadas, estaba algo perdida, pero cuando me ubiqué un poco recordé perfectamente donde estaba, gracias a dios solo me acordaba lo que había pasado en la última parte noche anterior, lo otro creo que mi mente decidió borrarlo por mí bien.

Decidí salir y me encontré con Alba y Marina desayunando mientras Alexia hacía algo más en la cocina, aquello me daba una sensación familiar que llevaba tiempo añorando.

-No veas que resaca me lleva la guapa-Dijo Marina riéndose de mí y yo le dediqué un corte de mangas.

-Dime que al menos Nerea acabó peor-Le dije a mí amiga sentándome a su lado.

-Tu un poquito más-Cuando dijo eso me quedé sorprendida.

-¿¡Más que Nerea!?, no me dejéis beber nunca más-Dije causando la risa de todas.

Minutos después Alexia apreció con unas tostadas de aguacate y salmón para ella y unas tostadas de jamón para mí acompañado de un batido tropical, el cual cuando probé pude notar en el un pequeño toque de miel, aquel era mi desayuno favorito y me llenó el corazón que se acordara.

-¿Cuando vuelves a Londres?-Preguntó Alba curiosa mientras todas comíamos.

Estuvimos allí gran parte de la mañana, me fui con Alba y Marina, sabía que no podía quedarme en casa de Alexia, porque acabaría llorando o besándola.

Por la tarde la parejita me acompañó al aeropuerto, ya me había acostumbrado al tiempo de Inglaterra, pero cada vez que volvía de España me entraba un poco el bajón.

-Hola mi niño-Dije agachándome al entrar en casa para saludar a mi pequeño cachorro de border collie, el cual me comió a besos en segundos.

Al principio cuando llegué a Londres no conocía a nadie, me ofrecieron adoptar a un perrito que estaba sin casa y no dudé en hacerlo, en estos meses ha sido mi mejor compañero.

Alexia

Llegó el día del partido, estábamos ya en Londres preparadas para intentar hacer historia una vez más, frente a nosotras un Stanford Bridge con todos los asientos ocupados en uno de los mejores partidos de la temporada.

En el calentamiento la volví a ver, pero por alguna razón ya no sentía ese nudo en el estómago, sentía calma y felicidad de tenerla en frente de nuevo, su cara era de concentración absoluta, nosotras necesitábamos ganar sí o sí y ellas intentarían evitarlo.

Al comenzar el partido nos sentíamos mucho más cómodas que en el partido en casa, la verdad es que ninguna sabía que nos pasó ese día.

Cada vez estábamos más cerca del gol, en un corner a favor del Chelsea todas las jugadoras nos preparamos en el área, algunas para evitar el gol y otras para marcarlo, la pelota llegó al área y yo salté para despejar el balón, al hacerlo sentí un golpe en el hombro al cual no le di importancia, la jugada siguió, pero la jugadoras del Chelsea pedían que la arbitra parase el partido, al girarme vi a Denna sobre suelo boca abajo y con las manos en la cara, ese fue el golpe en mi hombro.

Mi equipo sacó el balón del campo para que el juego parase, una de las jugadoras del Chelsea se agachó y movió a Denna para comprobar qué pasaba, cuando lo hizo se me encogió el corazón, Denna tenía media cara ensangrentada y no tenía muy buena pinta.

Sus compañeras avisaron a las asistencias médicas y estas no tardaron en entrar al campo, minutos después la sacaron del campo para que se reanudara el juego, yo me sentía fatal en ese momento, primera vez que la veía después de empezar de cero y le rompía la nariz, de puta madre Alexia.

Eso pasó en el minuto 20, en el 25 llegó el primer gol del partido gracias a Aitana, aquello nos daba más calma, ahora mismo estábamos igualadas, solo teníamos que marcar otro gol y aguantar.

Sorprendentemente sobre el minuto 30 de juego Denna volvió a entrar al campo con una máscara para poder jugar, aunque pensé que no era buena idea, no estaba allí verdaderamente, en cada jugada veía que se mareaba.

En una jugada pasó por mí lado y pude afirmar que estaba mareada, así que no me quedé callada.

-Pide el cambio y vete al suelo-Le dije en un susurro y segundos después ella lo hizo.

Ya en el suelo se quitó la máscara, la otra jugadora no tardó en entrar al campo y yo me calmé un poco al ver que al menos ahora estaba con los asistentes médicos de nuevo.
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Aquí otro capítulo😝
Os cagasteis con lo que dije ayer eh

Quiere recuperarla y le parte la cara, bien hecho Alexia, sigue así

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora