XXXV

1.2K 133 6
                                    

-¿Qué te ha dicho?-Dijo Alexia aún tumbada en la cama cuando dejé de hablar.

-Tengo varias opciones, pero me lo tengo que pensar bien-Dijo con un suspiro y ella se acercó para besarme, un beso que me calmó por completo.

-Sabes que te voy a apoyar en cualquier decisión-Dijo volviendo a besarme.

Ese beso poco a poco fue a más, su mano cuidadosamente se metió entre mis dos piernas obligándome a abrirlas un poco.

-Tenemos un vuelo en dos horas -Dije algo jadeante.

-Seré breve-Dijo para después volver a besarme.

Mentira, no fue breve, tuvimos que prepararnos con prisa porque si no íbamos a perder el vuelo, pero valió la pena.

Al llegar al precioso apartamento que Alexia había alquilado nos dimos una pequeña siesta ya que estábamos bastante cansadas, nos despertamos dos horas después, justo a la hora de comer, nos vestimos y salimos a ver un poco la ciudad, acabamos en un restaurante, ella se pidió uno spaghetti a la carbonara y yo una pizza margarita.

-No tiene nada que ver con la de España-Dijo Alexia saboreando su pasta.

-Esque la de España no es carbonara real-Dije haciéndome la lista.

-Bueno, pero la de mi madre está brutal-Dijo encogiéndose de hombros.

-Todo lo que hace tu madre está brutal, empezando por ti-Dije causando su risa.

-Deja el vino un rato anda-Dijo aún riendo.

Estuvimos comiendo entre risas, le solté algún comentario más intentando ponerla nerviosa, cosa que funcionó y sabía que en cualquier momento me iba a salir caro haberlo hecho.

Volvimos al apartamento pero no por mucho tiempo, nos cambiamos, cogimos algunas cosas y nos fuimos a la preciosa playa que había, era una de las razones principales por las que estábamos aquí.

-¿Me pones en la espalda?-Preguntó pasándome el bote de crema.

Obviamente lo hice encantada, esparcí la crema masajeando la trabajada espalda de mi chica repleta de tatuajes, cuando terminé dejé un beso en su cuello y eso provocó que toda la piel se le erizara, me encantaba ver la reacción que tenía su cuerpo ante ese tipo de cosas.

Se giró para besarme y yo le hice una cobra, se quedó impactada y después me miró enfadada.

-Te voy a matar-Dijo con una risa.

-Primero pillame-Acto seguido salí corriendo y me metí en el agua, al girarme la vi corriendo detrás.

Cuando llegó a mí me cogió por sorpresa de la parte trasera de mis muslos y me obligó a abrazar su cuello con mis brazos y su cadera con mis piernas.

-La última vez que me haces una cobra-Dijo amenazante y yo reí.

-¿Que me vas a hacer?-Dije intentando picarla.

Se acercó a besarme y otra vez me volví a apartar, vi que suspiraba y comencé a reírme en su cara.

-Respira-Me dijo y me quedé confusa.

-¿Qué?-Dije sin entender nada y ella rió-¡Alexia no!-Segundos después estaba bajo el agua, todavía no me había mojado la cabeza y el agua estaba congelada, me dieron ganas de matarla.

-Ahora no eres tan chula eh-Me dijo riendo cuando salí del agua.

-Eres una picada-Me quejé riendo.

-Lo que tú digas -Dijo antes de besarme al fin.

En la playa no había mucha gente y posiblemente nadie nos reconocía, así que podíamos besarnos en público con total tranquilidad.

Después de un rato en el agua volvimos a la toalla, queríamos ponernos morenas y disfrutar del sol antes de estar en un país no muy soleado.

Alexia

Verla tumbada con las gafas de sol puestas y con un bikini que no dejaba mucho a la imaginación me estaba volviendo loca.

Con un movimiento casi imperceptible, deslizó su mano por mi pierna, trazando círculos lentos y delicados sobre mi piel. La caricia, aunque era sutil, hizo que me estremeciera. Nuestros cuerpos, se aproximaron un poco más, buscando ese contacto que ambas ansiábamos.

Intentando mantener la apariencia de normalidad, me incliné hacia Denna y le susurré algo al oído, aprovechando para rozar mis labios contra el lóbulo de su oreja. La sensación de mi respiración cálida hizo que cerrara los ojos por un instante, disfrutando del momento.

A nuestro alrededor, el mundo seguía su curso. Algunos niños jugaban a lo lejos, y las gaviotas sobrevolaban el mar en busca de comida. Nadie parecía notar la creciente tensión entre nosotras.

Me atreví a más y dejé que mi mano se deslizara por el definido abdomen de mi novia. Denna contenida, mordió su labio inferior para no dejar escapar un suspiro.

-Alexia…-Dijo en un suspiro al notar que me acercaba peligrosamente a la goma de su bikini.

-Date la vuelta-Le pedí en un susurro y ella obedeció.

Ya boca abajo me miró fija e intrigada por lo que iba a hacer, levantó un poco sus caderas para dejar paso a mí mano, la cual no tardó en meterse en la braga de su bañador, cuando lo notó soltó una pequeña risa y eso me hizo sonreír.

El contacto visual se cortó cuando mis dedos presionaron su centro ya que cerró los ojos de la sorpresa y soltó un jadeo que me hizo sonreír.

-Hablame-Pedí comenzando a mover mis dedos y ella sonrió.

-¿Sabes que hay pingüinos en Argentina?-Dijo jadeante y yo solté una pequeña carcajada.

-¿Si?-Dije animándola a seguir hablando.

-Están en el sur…-Su explicación se cortó por causa de un gemido de sorpresa que soltó cuando introduje mis dedos en ella.

-¿Y qué más?-Pregunté notando que era casi imposible para ella formular palabras.

-En la Patagonia…gracias al clima…-Dijo con bastante dificultad.

-¿Cómo sabes eso?-Seguí preguntando.

-Porque los…joder-Dijo con otro gemido, notaba como cada vez estaba más cerca y eso me hizo aumentar la velocidad de mis movimientos.-...los pingüinos son mis animales favoritos-Consiguió decir.

No mucho después vi como agarraba con fuerza la toalla, la miré a los ojos y los cerró sintiendo el orgasmo poseer su cuerpo, saqué con delicadeza mis dedos de su interior y me acerqué más a ella para besarla.

-Te quiero-Dijo con la respiración agitada.

-Yo también te quiero Pingu-Dije riendo y ella arqueó una ceja.

Unos minutos después volví al agua, ella se quedó en la toalla recuperando las fuerzas, desde el agua no pude dejar de mirarla, su cuerpo perfecto y su pelo rubio que brillaba con una intensidad especial con el sol de Italia.

Mientras salía del agua la pillé grabándome y riendo, cuando estuve en las toallas cogí el móvil y grabé como la besaba y la cara de sorpresa que ponía.

-Quiero ese vídeo-Dije tumbandome en mi toalla y ella rió.
____

Dos romanticonas por Italia🤭

Se vienen momentos románticos en el viaje así que podéis ser felices

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora