XIV

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Cuando llegamos a la casa tuvimos que repartir las habitaciones, eran de dos y mis amigas se las arreglaron para que Denna y yo acabaramos juntas.

-Al final me voy a acostumbrar a dormir contigo-Dijo al entrar en la habitación y yo reí.

-Es mejor que dormir con Jana, ella sí que se mueve-Dije haciéndola reír a ella.

Cuando terminamos de dejar todo en su sitio volvimos al comedor de la casa, tenía dos plantas, piscina y hasta un gimnasio, era increíble.

Todas se fueron para la piscina, yo no me podía meter todavía, así que me quedé fuera tomando el sol.

-¿Te pongo crema?-Me preguntó Denna sentada en la hamaca de al lado.

-Si no es mucho pedir -Dijo con una risa y ella se acercó a mí.

Me senté y ella se puso detrás mí, pegué un pequeño respingo cuando noté lo fría que estaba la crema, pero la impresión de me pasó cuando noté sus manos esparciendola, lo hacía con cariño y delicadeza, se entretuvo un rato en mi espalda, incluso me hizo un pequeño masaje el cual agradecí bastante.

-Yo también quiero un masaje-Dijo Jana desde la piscina.

-Mira que eres envidiosa-Dije causando la risa de todas.

Denna

Pasar tiempo con las que iban a ser mis nuevas compañeras estaba siendo maravilloso, eran todas bastante majas y estaba empezando a tener relación con algunas, aunque con la que más era con Alexia, me sentía demasiado cómoda con ella, sentía una conexión especial, nunca había tenido una amistad así, cada día que pasaba me sentía mejor con ella, no sabía describir con palabras lo que sentía con ella.

Desde siempre había estado segura de que a mí solo me gustaban los chicos, pero últimamente, algo dentro de mí no cuadraba con ese plan. No sé cuándo empezó exactamente, pero poco a poco me fui dando cuenta de que mis pensamientos y sentimientos se desviaban hacia algo que no había anticipado.

Creo que todo eso me lo había causado la llegada de Alexia a mí vida, al principio, pensé que simplemente me caía bien, que quería ser su amiga. Pero luego, me di cuenta de que me fijaba en cosas que no notaba en otras amigas: la forma en que su cabello caía sobre sus hombros, la manera en que se mordía el labio cuando estaba concentrada, cómo su risa resonaba en mi pecho y me hacía sentir cálida y extrañamente feliz.

Pensar lo que sentía por ella me asustaba, había crecido en una familia bastante tradicional, donde el amor era siempre representado por una pareja heterosexual. Nunca había considerado otra posibilidad para mí, pero ahora, aquí estaba, sintiéndome atraída por una chica y no tenía ni idea de qué hacer con eso.

Cuando esos pensamientos estaban comiéndome la cabeza decidí irme un momento de la zona de la piscina y meterme en el baño, saqué el teléfono y marqué el número de mi mejor amiga.

-Creo que me gusta un chica-Dije en el momento en el que lo cogió.

-¿Es Alexia?, lo sabía-Cuando dijo eso me quedé pillada.

-¿Como que lo sabías?-Pregunté extrañada.

-A ver, lo disimulas bien, porque ni tú lo sabías, pero yo tengo un radar, y desde que vi el bajón que te dió cuando dejó de contestarte supe que aquello era algo más-Explicó mi amiga dejándome alucinada.

-¿Que hago?-Pregunté con algo de nervios.

-Deja que todo fluya, y sobre todo no sientas miedo ni vergüenza, el primer paso para querer a alguien es quererte a ti misma, que no se te olvide-Dijo dejándome aquello muy claro.

-Eres la mejor Marina-Dije sincera y ella rió.

-Tienes una semana con ella, ataca Gonza-Dijo causando mi risa.

Contra más lo fui pensando me di cuenta de que estaba bien sentirme así, que no era rara ni equivocada, solo era yo, descubriendo una parte de mí misma que había estado oculta.

Ahora faltaba la pregunta del millón, ¿Ella sentiría lo mismo?, quizás todo este tiempo he estado ciega al no darme cuenta de todo esto, y si ella sentía lo mismo, ¿Le habría hecho daño verme el chupetón?, al hacerme esa pregunta me percaté de que esa podía ser la razón por la que dejó de contestarme.

Cuando volví ella seguía tumbada en la hamaca tomando el sol, ahora en mi mente había pensamientos que antes de escondían por algún tipo de razón, lo guapa que era, o lo bien que le quedaba el bikini que llevaba puesto.

-Gonzalez metete un rato-Me dijo Mapi desde la piscina y yo le hice caso.

Solo entrar todas las chicas me atacaron y me intentaron ahogar, me encantaba sentirme tan integrada en el grupo, la temporada que viene iba a ser genial con estas chicas.

-Oye, ¿Noche de pelis o fiesta?-Preguntó Pina llamando la atención de todas.

-A ver la fiesta la haría los últimos días, vamos a empezar tranquilas por dios-Dijo Alexia desde fuera y todas estuvimos de acuerdo.

-Vale, pero como me pongáis alguna peli ñoña apago la tele-Avisó Claudia haciéndonos reír.

-¿Cuál quiere ver la señorita?-Le preguntó Patri riendo.

-Scream, para que os peguéis algunos sustos-Contestó salpicandonos.

No me gustaban nada las películas de miedo y sustos, era una persona bastante asustadiza y sensible a prácticamente todo, fuese la película que fuese acababa llorando.

Cuando llegó el momento de la película por la noche hicieron palomitas y nos pusimos todas en el sofá, era bastante grande pero aún así estábamos algo apretadas, yo estaba en la esquina con Alexia al lado, al menos si me asustaba hacerlo con ella al lado no me iba a dar tanta vergüenza.

Empezó la película y en cada escena yo me preparaba mentalmente para el susto, pero cuando apareció el primero pegué un bote y cogí la mano de la chica que tenía al lado inconscientemente.

-¿No te gustan las pelis de miedo?-Dijo vacilándome y riéndose por mi reacción.

-La verdad es que no mucho, me asusto fácil-Dije riéndome de mi misma.

-Tranquila que ninguna de nosotras es Ghostface y no te vamos a matar…bueno quizás Torre si le robas los calcetines-Dijo riendo.

La película fue avanzando y me di cuenta de que en ningún momento había soltado su mano, tampoco lo hice en el momento en el que me di cuenta, cada vez que algo me asustaba le apretaba un poco, así que al parecer a ella tampoco le molestaba.

-¿Estás llorando porque se ha muerto el malo?-Me preguntó Alexia al darse cuenta de que efectivamente estaba llorando.

-No era malo, solo estaba roto, y encima le revientan una tele en la cabeza-Dije secándome las lágrimas y ella rió.

-Pues verás cuando llegues a la 5 y veas que se muere…-Habló Mapi sin pensar.

-¡Cállate!-Dijimos todas las unísono y ella nos hizo caso riendo.
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Alguien se está dando cuenta de que le gusta Alexia🤭

El primer día en Ibiza ha estado bien, veremos lo que pasa en los siguientes

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora