𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬

XXXIII

Mucho caso no le hice y una horita después ya veía borroso, comenzó a sonar Swim de Chase atlantic y fui directa a buscarla intentando no caerme por el camino, cuando me vio se levantó para ayudarme a sentarme, pero yo rodeé su cuello con un brazo y la pegué a mi haciendo que nuestros labios chocasen.

-Toma beso-Dijo Mapi riendo desde el sofá.

-¿La reina me concede un baile?-Cuando le pregunté eso me miró embobada y la llevé hasta la pista.

Mientras sonaba esa canción nada apropiada besaba a Alexia con una pasión brutal, el alcohol me hacía estas cosas, sus manos estaban en mí cintura y prácticamente era imposible estar más pegadas, yo me movía al ritmo de la música sin separar mis labios de los suyos y ella de vez en cuando sonreía sin dejar de besarme tampoco, aquellas sonrisas a mitad del beso me hacían sentir de todo.

-Antes me has llamado amor, ahora quiero que me lo hagas-Dije con la voz llena de lujuria y ella rió.

-Vas muy borracha Denna-Me contsetó apartando un mechón de pelo de la cara para mirarme.

-Pues bien que te acabas de liar conmigo con Chase Atlantic de fondo-Dije riendo.

-Si no estás cien por cien consciente no voy a hacer nada más-Dijo sutilmente y después de sonrió.

-Vale, pues espérate un rato que se me baje-Dije intentando ponerme serena y ella rió.

-¿No te rindes nunca?-Preguntó divertida y yo negué.

Alexia

Obviamente quería hacerle de todo a Denna, pero como le había dicho no iba a hacer nada si no era consciente de lo que hacía o decía, cosa que por como iba era muy probable, cuando mi chica bebía perdía toda la vergüenza y era el triple de atrevida, eso me encantaba, pero ahora estaba demasiado borracha.

La llevé a donde estaba antes con las chcias y la senté junto a mí, apoyó su caveza en mi hombro y comenzó a dejar besos suaves en mi clavícula.

-Mírala, es un oso amoroso ahora-Dijo Mapi riendo y yo la maté con la mirada.

Hubo un momento en el que todas comenzaron a hablar y yo me quedé junto a Denna, ajena a cualquier otra cosa.

-Sabes-Comenzó a hablar, mirándome con esos ojos que ahora brillaban con una intensidad especial-Cuando te conocí, no tenía idea de que cambiarías mi vida de esta manera, eres mi todo, mi luz en los días oscuros-Yo reí un poco ante eso, seguía borracha pero me parecía bastante tierno.

-A veces me asusta lo mucho que te necesito, me haces sentir vulnerable de una manera que nunca antes había sentido, pero al mismo tiempo, me siento tan segura contigo, como si finalmente estuviera en casa-Sus confesiones resonaron en mi alma, haciendo eco de mis propios sentimientos por ella.

-Y sabes- Siguió  con una risa suave que se mezclaba con un leve sollozo- A veces me enfado contigo por pequeñas tonterías, pero nunca dudaría de lo que siento por ti. Eres mi roca, mi razón para ser mejor cada día-Mis ojos se humedecieron al escuchar sus palabras sinceras y sin filtros, llenas de amor y honestidad.

-Prométeme-Murmuró, acercándose aún más, -Que nunca te irás, que siempre estaremos juntas, pase lo que pase-Asentí con la cabeza, incapaz de articular palabras mientras la abrazaba con fuerza, sabiendo que este momento, este momento de vulnerabilidad y verdad se quedaría grabado en mi mente para siempre.

Un rato después nos fuimos a casa, Denna tenía que descansar, al día siguiente tenía reunión con la directiva del Barça y aparecer con más resaca no sería lo mejor.

A la mañana siguiente noté que no había nadie junto a mí en la cama, me levanté y la vi en la cocina con música puesta preparando algo de desayunar, no me vio ya que estaba de espaldas  bailando al ritmo de la música y yo reí en silencio ante eso.