Denna
Los días en Bali habían sido espectaculares, me podría quedar allí una semana más, pero no podíamos, ya que Alexia tenía que volver con el equipo, se me iba a hacer que llegase la pretemporada y no pudiese entrenar, pero tendría que acostumbrarme.
Todavía no estaba recuperada al cien por cien de mi lesión, tuve que armarme de valor para la boda, todavía no estaba del todo confiada en andar sin ayuda de algún apoyo, como pueden ser las muletas.
Esa misma mañana teníamos un vuelo a las 12:30 y nos despertamos a las 11:45, la noche anterior había sido una algo movidita y ambas estábamos reventadas, por alguna razón la alarma de Alexia no había sonado y todo eso hacía que llegáramos tarde al aeropuerto.
Llegamos en tiempo récord, justo llamaron a embarcar a nuestro vuelo cuando estuvimos allí, después del largo viaje salimos del avión para esperar a nuestras maletas, las cuales tardaron sin exagerar una hora en salir, hubo algún lío con los equipajes y tuvimos que esperar una eternidad.
Esa misma tarde las chicas venían a casa para tomar algo y pasar el rato, también venían a cotillear sobre el viaje, pero eso no lo decían, bueno, Marina sí.
Solo llegar a casa nos echamos una siesta en nuestra añorada cama y al despertar nos duchamos y preparamos para recibir a nuestras amigas, cuando llegaron fueron pasando al jardín donde oreo correteaba detrás de la pelota que le íbamos tirando de vez de cuando.
Estando en el jardín con todas me sentía como en casa, rodeada de la familia que yo había elegido y con la que verdaderamente era feliz, a veces pensaba en como encajaría mi hermano aquí, como habría sido todo esto con él, como habría sido su relación con Alexia o como habría reaccionado cuando ella y yo empezamos a salir, en el fondo pienso que fue él el que puso a esta chica en mi camino, sabía que necesitaba a alguien que me hiciese levantar cabeza y salir del agujero en el que estaba y esa fue ella, fue Alexia, mi mujer.
-¿En qué piensas?-Me preguntó Alexia suavemente, su voz un susurro que me anclaba en el momento presente.
Tomé una profunda respiración, permitiendo que la emoción del momento llenara cada rincón de mi ser.
-En lo afortunada que soy-Respondí, mi voz cargada de sinceridad.-Cuando perdí a mi hermano nunca pensé que otra persona pudiera llenar ese vacío, pero ahora estoy aquí con todos vosotras y sobre todo contigo, y me doy cuenta de que sí ha sido posible-Expliqé con una sonrisa
Alexia apretó mi mano con cariño, y vi cómo sus ojos se llenaban de lágrimas.
-Yo también me siento así-dijo con su voz temblando ligeramente-Cada camino, cada decisión, nos llevó a encontrarnos. Y no puedo imaginar mi vida sin ti-
Nos quedamos en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la presencia del otro. Las risas y conversaciones a nuestro alrededor se convirtieron en un suave murmullo, como una banda sonora perfecta para este instante de introspección.
-Recuerdo el día que te conocí-continué, mi mente viajando a ese primer encuentro. "Estabas sentada en el banquillo del campo de entrenamiento y me fulminaste con la mirada, desde ese momento quise llamar tu atencion, no se si para caerte mejor o para joderte, pero me alegro de haberlo hecho.-Alexia sonrió, recordando también ese momento.
-Y yo noté algo diferente en ti, me causabas bastante intriga y curiosidad.-Dijo con una risa que se me contagió.
Después de un rato, el sol finalmente se ocultó, y las primeras estrellas empezaron a aparecer en el cielo. La noche prometía ser larga y llena de momentos especiales, pero en ese instante, todo lo que importaba era el amor que sentía por Alexia y la gratitud que inundaba mi corazón.

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𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬
DiversosLa estrella del fútbol femenino Alexia Putellas quedará fuera de la Eurocopa por una dura lesión de larga duración, para ocupar su posición otra chica será convocada, una jugadora de la que casi nadie ha oído hablar y que hará que la vida de la capi...