XXXXI

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Alexia

No sabía que le pasaba a Denna, cada día estaba más rara y distante, se tiraba todo el día entrenando y reventándose en el gimnasio, cuando hablábamos también la notaba rara y eso no me gustaba, sentía que poco a poco la estaba perdiendo.

Durante los partidos también era diferente, mucho más agresiva, y se frustraba con nada, me di cuenta de que algo serio estaba pasando cuando en el último partido de fase de grupos marcó un gol y lo celebró con rabia, ni siquiera besó el tatuaje de su muñeca.

Me era imposible poder hablar con ella ya que en cuanto acababa alguna comida se iba directa al gimnasio, hubo un día por la tarde que me harté y fui a buscarla, cuando llegué estaba haciendo press banca con los cascos puestos y sudando bastante.

-Denna-La llamé al entrar pero ella no me vio ni me escuchó-¡Denna!-Le grité ahora sí llamando su atención.

-¿Qué haces aquí?-Preguntó parando la maquina y quitándose los cascos.

-Podría preguntar lo mismo, ya es tarde para estar aquí-Dije serena intentando disimular mi preocupación.

-Solo me quedan dos series-Contetsó secándose la cara con una toalla.

-¿No crees que es suficiente?, llevas aquí tres horas metida-Dije echándole un poco la bronca.

-¿Qué te pasa Alexia?-Me preguntó seria y yo reí rodando los ojos para evitar llorar.

-Que no te reconozco Denna-Dije notando como mi voz se rompía.

-No entiendo a qué te refieres-Dijo acercándose.

-Que estás fría y distante, y no solo conmigo, con todas, tú actitud en el campo es algo de lo que ni quiero hablar, dime porfavor que es lo que te pasa o que te hace comportarte así-Dije notando caer una lágrima traicionera por mi mejilla, la cual aparté con rapidez.

-Solo estoy haciendo lo que debo, Vilda me ha pedido que me esfuerce para ganarme el sitio y es lo que estoy haciendo-Contestó bastante seria y segura de sus palabras.

-Te estás dejando manipular por ese cabron Denna, no puedes seguir así, ¿Qué va a pensar Marina cuando vea que su mejor amiga se ha convertido en una borde?, ¿O que pensaría Adrián?-Cuando hice esa pregunta su cara cambió por completo y me di cuenta de lo mucho que la había cagado.

-Vete a la mierda Alexia-Dijo con rabia y pasó por mi lado para irse.

-Denna por favor...-Cogí su brazo para frenarla, pero me dejó de piedra el desprecio con el que se zafó de mi agarre.

-No quiero volver a escuchar mi nombre en tu boca-Dijo con un enfado bastante gordo, nunca la había visto así.

Me rompió por completo el corazón ver cómo aquellos ojos miel en los que siempre buscaba refugio y que siempre me miraban con amor ahora lo hacían con odio.

Segundos después estaba sola en el gimnasio, era cuestión de tiempo que eso pasase, y tenía muy claro quién era el culpable de que la chica que amaba estuviese así.

Denna

Mientras caminaba de vuelta a mí habitación notaba como mi respiración comenzaba a agitarse, entré en la habitación y me metí directamente en la ducha, todo lo que acababa de pasar se repetía constantemente en mi cabeza.

El agua caliente caía sobre mí casi quemándome la piel, pero no lograba calmar el torbellino que se agitaba en mi pecho, estaba de pie en la ducha, con los brazos cruzados alrededor de mi cuerpo, intentando contener los pedazos rotos de mí misma, mi respiración era rápida, entrecortada, y cada inhalación era una batalla.

El vapor llenaba el baño, nublando el espejo y las paredes, pero no podía esconder la desesperación que sentía, me sentía atrapada en una burbuja de angustia que se expandía y se contraía con cada pensamiento, cerré los ojos, pero las imágenes no desaparecían,en cambio, se volvieron más vívidas, el accidente, todas las palabras del seleccionador y por último la reciente conversación con Alexia donde me había roto del todo, todo aquello resonaba en mi mente sin parar.

Las lágrimas se mezclaban con el agua de la ducha, y el sollozo que estaba tratando de contener se escapó de mis labios, resonando en la pequeña habitación, no podía controlar mis manos, estaban temblando, me apoyé en la pared fría de la ducha como si fuera lo único que me iba a mantener anclada a la realidad.

Cada músculo de mi cuerpo estaba tenso, y el nudo en mi estómago se apretaba más y más. El aire parecía escaso, como si la humedad me ahogara, trataba de recordar cómo respirar, cómo relajarme, pero mi mente era un caos, los latidos de mi corazón eran tambores ensordecedores en mis oídos, y la sensación de pánico era como un peso aplastante en mi pecho.

Me dejé caer al suelo de la ducha, abrazándome las rodillas, sintiendo el frío de las baldosas bajo mis piernas, seguía temblando, y no sé si era por el agua que estaba empezando a enfriarse o por el miedo que me consumía. El tiempo parecía detenerse, y no había escape de esa prisión que mi propia mente había creado.

Intenté respirar profundamente, pero cada intento se convierte en un jadeo. "Calma, cálmate", me dije una y otra vez, pero las palabras eran huecas y sin significado. El ataque de ansiedad era un monstruo invisible, y no sabía cómo luchar contra él. Solo podía esperar a que pasase, a que la tormenta dentro de mí se calmara y pudiera encontrar un momento de paz.

La última vez que me pasó algo similar mi paz fue ella, fue Alexia, estar entre sus brazos, pero ahora ella ya no estaba, había terminado, no me quedaba nada.

No se cuánto tiempo estuve así pero cuando logré recomponerme estaba echa polvo, vi la hora y me di cuenta de que tenía que bajar con mís compañeras a cenar, tuve que vestirme rápido, bajé aún con los ojos algo rojos de haber llorado, al llegar me senté con Ona y las más jóvenes, lo más alejada posible de Alexia.

-Tienes los ojos rojos-Dijo Salma con preocupación.

-Es del agua de la ducha-Mentí soltando la primera cosa que me había venido a la mente y ella asintió.

Alexia

Cuando vi entrar a Denna en el comedor noté de lejos que había estado llorando, no iba a esconder que yo también lo había hecho, pero me dolía más pensar en que ella estuviese así de mal.

-Tenemos una sorpresa para todas-Anucnió el seleccionador llamando nuestra atención.

Segundos después nuestras familias entraron acompañadas del director de la federación, vi a mí madre junto a Alba y Marina y fui directamente a por ellas para abrazarlas, cuando saludé a las tres se quedaron mirando detrás de mí, al girarme vi que Denna seguía comiendo, ni siquiera se había levantado.

Marina al darse cuenta fue directamente con su amiga y la abrazó por detrás, una sonrisa de dibujo en el rostro de la rubia, me dolió saber que no esperaba que nadie estuviese aquí para ella.

-¿Qué le pasa?-Preguntó Alba dándose cuenta del estado de ánimo de Denna.

-Hemos tenido una discusión, y he dicho algo que no tendría que haber dicho, ahora ni me mira a la cara, se acabó-Dije con un nudo en la garganta y ellas me miraron con pena.

-Ven aquí mi niña-Dijo mi madre abrazándome y yo hice todo lo posible para no ponerme a llorar.

Cuando me separé de mi madre le sonreí y ella acarició mi mejilla, no mucho después Marina volvió con nosotras, ni me miró, Denna se lo habría explicado todo.

Pensé que habría dejado a Denna sola, pero cuando me giré la vi hablando con Vilda y Rubiales, ¿esos cabrones no tenían suficiente?
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Sinceramente con este capítulo me he puesto bastante sensible

¿Qué estarán hablando Rubiales y Vilda con Denna?

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora