Capítulo 3

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El día se sentía como cualquier otro día normal de trabajo. Chanyeol se había despertado como de costumbre a las 7:00 am gracias a la alarma de su teléfono. Luhan aún yacía a su lado, ese chico que a pesar de ser agradable, solo lo veía como un buen amante. 

Se metió a la ducha de agua fría que tanto le gustaba tomar por las mañanas para despertar al cien todos sus sentidos. Su compañero al sentir su lugar vacío, se levantó yendo directo al baño guiado por el sonido del agua caer y entró en la ducha acompañándolo.

Chanyeol era alguien solitario, muy reservado, difícilmente alguien podía entrar en su departamento hasta el grado como lo había logrado Luhan de meterse a su cama, pero aún así, el chico no tenía un lugar especial para Chanyeol por más cruel que eso sonara. Luhan solo era su compañero de cama, su amante.

– Buen día, sargento – dijo el chico, rodeando a Chanyeol por la espalda y empapandose con el agua fría y estremeciéndose,  sus manos comenzaron a pasar por el torso desnudo del hombre – ¿Has dormido bien?

– Buen día, Lu – saludó Chanyeol, sin inmutarse por las caricias de su acompañante y continuando con su ducha – Sí, dormí bien. Como de costumbre.

El chico formó un puchero en sus labios, puchero que Chanyeol no percibió. Quería sentirse especial para Chanyeol y éste nada más no daba su brazo a torcer. Sin embargo, Luhan estaba tan seguro de sí mismo y tenía la certeza que algún día de esos, Chanyeol caería rendido a sus pies.

– Me alegro – comenzó a repartir pequeños besos en la espalda del más alto, tentando para comenzar lo que sea que se diera. Chanyeol se movió un poco incómodo, soltándose del agarre del más bajo– ¡Hey! ¿Qué sucede? Aún tenemos algo de tiempo.

– Ahora no, Luhan – respondió desinteresadamente– Sabes que no me gusta llegar tarde al trabajo.

El chico simplemente rodó los ojos y no dijo nada más, concentrándose solamente en darse un baño refrescante y no molestando más a Chanyeol, quien cuando terminó su ducha, enredó una toalla limpia en su cintura y salió del baño. Luhan solo pudo observar la figura de ensueño de Chanyeol perdiéndose por la puerta. Dios que figura, pensaba Luhan cada que lo observaba desnudo, semi desnudo o incluso vestido. Su piel morena adornada por unos cuantos tatuajes en algunos puntos de su cuerpo, lo hacían un perfecto hombre.

Sin más, el chico salió de la ducha tras Chanyeol, él ya estaba a medio vestir, con sus pantalones negros ajustados ya puestos y a punto de colocarse la camiseta blanca.

– Vístete – eso se sintió como una orden para Luhan, quien pensaba que Chanyeol se dejaba llevar en su papel de sargento hasta fuera del trabajo – Yo iré a preparar el desayuno.

– Sip – fue todo lo que dijo Luhan, una vez más observando a Chanyeol dejarlo solo en la habitación– Algún día serás todo mío – suspiró, deseando que ese día llegará pronto – Channie.

Chanyeol llevaba ya bastantes años viviendo sólo, sin la compañía de sus padres, sin la comida de su madre y eso lo llevó a ser su propio cocinero aunque no del todo bueno. A su ver, se defendía y mínimo no se moriría de hambre. Además que su trabajo no le permitía pulir los pocos dotes culinarios que poseía.

Preparó un desayuno un tanto nutritivo para el gusto de su acompañante. Un poco de ensalada, fruta, jugo de naranja, café y unos huevos revueltos. Chanyeol decía que un buen día comenzaba con un buen desayuno. Luhan pocas veces amanecía en el departamento de Chanyeol, en su mayoría, el hombre lo acompañaba hasta su motocicleta sin importar la hora que fuera. Sin embargo, ese día le tocó por mera suerte despertar a su lado.

💥Sargento Park: Misión BBH💥 [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora