El ambiente de la sala está impregnado de aroma a incienso y cera derretida.Todas las miradas de los gobernantes de las regiones están sobre nosotros o, mejor dicho, sobre mí.
Se está reuniendo un ejército para enviarlo al Bosque Torcido. Cada vez que el nombre de Balderick sale de la boca de alguien, miradas de odio vuelan hacia mí como si yo tuviera la culpa de todo lo que está pasando.
La sala de reuniones es un lugar imponente, con un alto techo, de vigas de madera oscura que parece perderse en la penumbra, dando una sensación de altura infinita.
Por suerte, la ilumina un gran ventanal que se encuentra justo detrás de Darren, que preside la larga mesa de piedra pulida, hubiera por un mantel bordado en hilo de plata.
— Slene está reviviendo a viejas criaturas —dice Lyra, la bruja líder del bosque perdido—. Su objetivo es gobernar el bosque torcido para luchar en él.
— Prinnecia ha aumentado la presencia de guardias en toda la frontera —dice Soren, el licántropo—. Es imposible cruzar.
— El ejército de elfos estará allí en unos días —responde Luke, Miarle a su lado— Intentaremos dar seguridad.
Lyra aprieta sus manos en puños— Sabíamos que esto pasaría —mira a Darren.
— Necesitamos saber el tamaño que tendrá el ejército de Balderick. Slene no es nada sin ese ejército.
Todos me miran a mí y me quedo callada.
— No sé cómo de grande es el ejército.
— ¡¿Y para qué la tenemos aquí?! —Lyra se levanta, golpeando la mesa y si antes estaba recta, ahora lo estoy más.
— Lyra, cálmate —Darren luce tranquilo, con su codo apoyado en el reposabrazos y sus dedos tocando su barbilla.
— ¿No sabes absolutamente nada?
— ¿Crees que nos preparábamos para una guerra cuando yo estaba allí? Se suponía que vosotros cumpliríais vuestra palabra cuando me matasen. No hacía falta un ejército, no hasta que me secuestrasteis. Así que no, no sé los soldados que puede recluir mi hermano. Quizás cientos de miles, después de que vosotros hayáis roto vuestro juramento.
Lyra se sienta lentamente y evito mirar a Darren porque no estaba planeado que yo hablara, al menos nadie me había preparado para intervenir. ¿Debería haberlo hecho?
— Zadkiel estuvo allí —la voz de Darren sigue siendo calmada—, ya eran bastantes antes de que la muerte de la princesa fracasara, ahora, que la tenemos, quizás más se unan a la causa.
— ¿Es hora de hacerle una visita a Lucios? —Pregunta Luke.
Miro a Darren, para ver cómo chasquea su lengua y se frota la barbilla con los dedos.
— Veremos antes cuántos soldados podemos reunir. Quiero a cada criatura que pueda empuñar un arma, en las filas. Intentaremos contactar con Freya en Prinnecia, a ver si puede contarnos algo.
Frunzo mi ceño. ¿Quién es Freya?
— ¿Y si enviamos un cuervo? —Sugiere Gulnar.
— Están disparando a cada pájaro que pasa por la frontera —responde Lyra—. Es imposible.
— Se nos ocurrirá algo. Mañana llegarán los cargamentos de comida a cada zona de refugiados, si necesitáis algo más, solo tenéis que decirlo.
Ninguno habla, por lo que Darren decide que la reunión ha acabado y yo me quedo sentada en la silla mientras todos los demás se van.
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PRINNECIA
General FictionCada cien años, se enamora un ángel de un demonio. Uno sacrifica su paz y el otro renuncia a su odio.