Capítulo 2

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El sol de la mañana da sobre nuestras cabezas, pero hace un ambiente agradable. Camino con Zadkiel a mi lado, alejándonos un poco de todas las personas que van de un lado a otro en el jardín haciendo su trabajo y me muerdo el labio inferior esperando que él hable.

—¿Sabías que las mariposas provienen de Rilikya?

—¿Qué? —Pregunto confusa y veo como él observa una mariposa que vuela cerca de nosotros.

—Las crearon las hadas —él extiende su mano y la mariposa se posa en su dedo.

—Son preciosas.

—Lo son —deja de mirar a la mariposa para sonreírme— ¿Querías saber si pienso que los libros dicen toda la verdad? No, no lo creo —su voz disminuye—. Creo que hay muchas cosas que no sabemos. Nadie tiene la verdad absoluta.

El aire se me queda atrapado en la garganta porque no pensé llegar a escuchar a un guardia real decir eso. Sigo observando su perfil, su nariz recta y su mandíbula definida. La mariposa se va volando y él la observa irse. Su rostro se gira hasta mirarme de nuevo y me hace una seña para que sigamos caminando.

—Podrían colgarme por lo que acabo de decir —dice pasando una mano por su pelo rubio.

—¿Crees que haría que te colgaran?

—No —me mira con una pequeña sonrisa en su rostro—¸ no lo creo. Tienes que tener cuidado a quien le dices ciertas cosas.

—Mi cabeza tiene fecha, no pueden colgarme ahora, sería un desperdicio —niego con la cabeza.

—¿Te gusta sujetar libros por una hora? Porque yo creo que hay mejores cosas que hacer que sujetar libros.

Niego con la cabeza porque tiene razón, simplemente hay veces que me hago muchas preguntas para las que nadie tiene respuesta, o simplemente no quieren responder.

—¿Fuiste aprendiz del padre Hillwood?

—Sí. Mis padres fallecieron y me dejaron a su cargo, pero tenía demasiado dentro como para vivir siempre en la iglesia. Esa parsimonia no va conmigo.

—¿Por eso te metiste a la guardia Real?

—Sí —me mira un momento para después mirar hacia el frente de nuevo—. Necesitaba canalizar mi ira y el ejercicio era el mejor método y aquí estoy —me sonríe.

—¿Cómo sabes que las mariposas las crearon las hadas?

Zadkiel pone sus manos detrás de su espalda mientras caminamos y, el silencio es tan largo que creo que no va a contestarme. Caminamos por el sendero que lleva a la fuente con una estatua de mi padre en la guerra encima de un caballo y cuando llegamos, me acerco a ella para mojar las yemas de mis dedos.

—Mi abuela, ella me contaba historias —dice al fin.

Lo miro, realmente intrigada y me apoyo en la fuente, después de pasar mis dedos mojados por mi nuca descubierta.

—¿Tu abuela pertenecía a Rilikya?

—Sí —él ha mirado a todos lados antes de contestar.

—¿Por eso saber tantas historias sobre el bosque torcido? —Asiente— ¿Qué más sabes?

—Eres curiosa, princesa —sonríe de lado.

—Sophie. Pensé que ya habíamos hablado de eso.

Ríe un poco y niega con la cabeza.

— De acuerdo, Sophie, eres muy curiosa.

—Es una virtud.

—Por supuesto que lo es, pero puede hacer que te metas en problemas. Hay un mundo increíble más allá de Prinnecia. Mi abuela hacia magia, recuerdo que cuando era niño, hacía volar las mariposas de papel que yo hacía.

PRINNECIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora