Capitulo 11

4.8K 312 13
                                    


Nunca pensé que así se sentiría ir a una fiesta. Había ido a algunas cuantas cuando estaba en secundaria, pero nunca me llamaron la atención. Fue por eso que, cuando seguí a Anna hasta la enorme casa de la fraternidad, me quedé con la boca abierta, pues parecía que había cientos de personas, sin mencionar que todo el lugar apestaba a sudor y cerveza.

Fue justamente por eso que no solía ir a fiestas.

Arrugué la nariz y comencé a moverme a través de la multitud mientras seguía a Anna, quien se dirigía al lugar en donde estaban las bebidas y la música sonaba a todo volumen.

"¡No sabes lo feliz que estoy de que hayas venido esta noche!", exclamó ella, sirviéndonos algo de beber.

"Yo también. No tienes idea de lo mucho que quería alejarme de esa casa llena de testosterona. Ya no soportaba estar allí", le dije y me reí, sacándole una carcajada. "¿Y en dónde están las chicas?".

Ella se encogió de hombros y miró a su alrededor antes de responder: "No lo sé, dijeron que se reunirían con nosotras aquí".

Intenté hacer lo mismo que ella y miré a mi alrededor para buscarlas, pero me detuve tan pronto como vi a alguien que no esperaba encontrar: Ahren.

Intenté hacer lo mismo que ella y miré a mi alrededor para buscarlas, pero me detuve tan pronto como vi a alguien que no esperaba encontrar: Ahren

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Él tenía los brazos alrededor de una hermosa chica castaña, quien se estaba riendo por la forma en que él se le acercaba para besarle el cuello. Aquella imagen fue más que suficiente para que me doliera el corazón e incluso me dieran ganas de vomitar, ya que nunca imaginé que él sería capaz de hacer lo que hizo conmigo, para luego darme la espalda y evitarme como si no valiera nada.

Anna no tardó en ver la misma escena que yo y, en ese momento, tocó mi brazo e intentó consolarme: "Eva, no permitas que eso arruine tu noche. Él no es más que un completo imb*cil".

"Oh, tranquila, eso no va a pasar", gruñí antes de tomar toda mi bebida de un solo trago y servirme otro vaso.

"¡Wow!", exclamó ella entre risas. "Recuerdo que habías dicho que no planeabas beber mucho".

Cuando volví a mirarlo, me percaté de que él me estaba observando con una expresión de sorpresa en su rostro.

"Cambié de parecer", respondí antes de voltear el vaso y beber todo el contenido de un solo trago, asegurándome de no romper el contacto visual con Ahren. Luego de eso, levanté la copa en dirección a él, como si lo estuviera saludando y me serví otro. "Vamos a bailar".

Me di la vuelta y me abrí paso a través de la multitud hasta llegar al lugar en donde todos estaban bailando y frotándose unos contra otros. Anna y yo comenzamos a movernos al ritmo de las canciones y, antes de darme cuenta, el alcohol se había apoderado de mí, provocando que me dejara llevar por la música.

Aquella cálida sensación que recorría mi cuerpo me ayudó a olvidar la razón por la que me había enfadado, e incluso logró que dejara de importarme lo que los demás dijeran o pensaran de mí. Después de un rato, Andrea y Elizabeth finalmente nos encontraron y Anna se encargó de informarles lo que me había pasado.

Sus cuatro hermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora