Capitulo 17

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Los siguientes días pasaron mucho más rápido de lo que esperaba y, cuando finalmente llegó el miércoles, me quejé mientras pensaba en el ensayo que debía entregar. Chase no había regresado desde aquella noche que los demás salieron a correr, y las pocas veces que Ahren fue a verme, me dijo que debía tener cuidado, pues no quería que Ricardo pudiera oler mi aroma en él.

Tenia muchas ganas de simplemente ir con Ricardo y decirle que estaba acostándome con su hermano, ya que toda la frustración sexual que sentía por dentro no me dejaba concentrarme e iba a volverme loca si sacaba algo menos que una 'A' en este ensayo.

"Buenos días, Eva", me saludó el Sr. Guillermo mientras ingresaba al salón de clases con una sonrisa. Él se veía muy joven para ser profesor, pero todas las chicas lo adulaban por lo atractivo que era.

A diferencia del resto de profesores que eran adultos mayores o que se estaban quedando calvos, el Sr. Guillermo era alto, tenía un cuerpo muy bien definido, un hermoso cabello negro y unos bellísimos ojos grises como azulados.

Debía admitir que mi profesor era súper sexy, pero, al mismo tiempo, nо era nada comparado con Ahren, Edwin, Chase o incluso Ricardo.

"Buenos días, Sr. Guillermo. Espero que se encuentre bien".

Mientras me dirigía a mi asiento, casi podía sentir que él no dejaba de observarme. Aquella sensación hizo que mi corazón se acelerara.

Para cuando comenzó la clase, estaba sentada en la parte posterior del salón, desde donde tenía una muy buena vista de la pantalla. Dado que los asientos estaban organizados como si fuera una sala de cine, se podía ver claramente la gran pantalla digital desde la cual el profesor dictaba su clase.

La clase del Sr. Guillermo era muy entretenida, y él no tardó en convertirse en uno de mis profesores favoritos, pues, tan pronto como empezaba su clase, estaba profundamente concentrada... Al menos hasta que comenzaba a pensar en los chicos, lo cual hacía que me olvidara de lo que estaba ocurriendo al frente de mí.

De repente, mi celular se encendió, indicando que me tenía una nueva notificación, la cual terminé revisando, aunque al principio dudé en hacerlo, ya que nunca solía utilizar mi teléfono en clase. Pero desde que los chicos obtuvieron mi número y comenzaron a mensajearme, me la pasaba esperando todo el tiempo a que me escribieran, tal y como acababa de suceder.

Me puse muy contenta cuando encendí mi celular y vi que se trataba de un mensaje de Ahren. El único problema fue que, cuando vi lo que me había mandado, mi rostro se pusiera completamente rojo

'Por dios, no tienes ni la menor idea de cuánto quisiera saborearte en este momento. Tan solo mira lo excitado que me tienes'.

Un momento después, mis ojos se abrieron como platos cuando vi el resto del mensaje: una foto de su verga erecta.

¡Por todos los cielos! ¡¿Quién en su sano juicio podría enviar esa clase de fotos?!".

A pesar de que intenté resistirme, no pude evitar sentirme excitada, lo cual empeoraba mi frustración sexual. Lo que más quería en todo el mundo era sentirlo en mi interior, y, conforme más pensaba en eso, más me dolía allí abajo.

'No actúes como si esta clase de cosas no te excitaran, Eva.

De algún modo, aquel mensaje me hizo sonreír y poner los ojos en blanco.

'Ahora mismo estoy en clase, Ahren'.

'Lo sé, por eso es tan divertido hacer esto. Dime qué tanto me deseas en este momento.'

Ahren en verdad estaba esforzándose por ponerme en una situación muy incómoda, pero no sabía si estaba lista para tener ese tipo de conversaciones.

Él podia ser tonto y divertido, sin mencionar que era increiblemente bueno en la cama, pero no estaba segura de que me gustara que nos enviáramos esa clase de mensajes.

Sus cuatro hermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora