ALERTA DE CONTENIDO +18 (Aja,
como si eso las fuera a detener, en fin disfruten jaja💋)
Cuando entré a mi cabañita, dejé mi mochila en el suelo y miré a mi alrededor. Sabía que yo misma me estaba haciendo mucho daño al discutir con Ricardo a cada rato, así que tal vez debía solo ignorarlo cuando él estuviera cerca.
"¿Eva? ¿Eres tú?", escuché la voz de Chase repentinamente. A continuación, lo vi salir de mi dormitorio, lo que me puso contenta en cierto modo.
"Hola... Mmm, ¿me puedes explicar qué hacías en mi habitación?", le pregunté. Por supuesto, no podía enojarme con él, pues me sentía mejor al tener su compañía. Al menos, ahora podía disipar mi mente del mal rato que tuve con Ricardo.
"Escuché lo que pasó-", me dijo con cierta preocupación en su mirada, por lo que sonreí vacilante.
"¿Qué? Eso es imposible. El garaje está demasiado lejos como para que pudieras oirnos".
Chase se acercó a mí, riendo entre dientes, y me rodeó la cintura en un abrazo. "Bueno, lo que pasa es que tenemos un muy buen oído, Eva. Además, la ventana está abierta".
En ese momento, miré la ventana abierta de mi sala de estar, por lo que fui a cerrarla de inmediato. Asimismo, pensé en que, si los lobos tenían buen oído, podían escuchar cuando tenía sexo, ¿no?
"Bueno, no me sorprende. Supongo que esa es la razón por la que Ricardo nos descubrió a Ahren y a mí la primera vez".
"No. Esta casa está completamente insonorizada, ya que solía ser un estudio de música hace años. Lo que pasó aquella vez fue que Ahren no cortó su enlace mental con nosotros antes de tener sexo, así que, pudimos oír sus pensamientos claramente", me contestó Chase con una pequeña risa.
Me giré muy confundida al escuchar su respuesta, ya que, sentí que había tanto que todavía no sabía sobre los lobos. De hecho, cada vez que tenía información nueva, me parecía que los entendía mucho menos.
"¿A qué te refieres con 'enlace mental? ¿Acaso ustedes pueden leer los pensamientos o algo así?", cuestioné, desconcertada.
"Si, los lobos que están relacionados entre sí pueden hablar telepáticamente. Por eso, como tú te emparejaste con Ahren, él puede oir tus pensamientos. Y por lo que dijo, parece que tú proyectas tus ideas en voz alta", respondió.
Cuando supe que Ahren podía escuchar lo que tenía en mi mente, me quedé anonadada.
"Oh, eso no es para nada una invasión a la privacidad", murmuré sarcásticamente mientras encendía la tetera.
"Sí, puede que tengas razón. Aun así, con los humanos funciona diferente, pues no se puede desvincular. A decir verdad, es por eso que estoy aquí. Mira, te he traído esto". Al girarme, vi que Chase sacó una pequeña caja negra y larga de su bolsillo, la cual me entregó.
Agarré la caja dudando y miré al chico, quien me sonreía con un gesto en su rostro para que lo abriera. Obediente, quité la tapa, descubriendo una cadena de oro con un cristal transparente que colgaba del extremo en forma de luna.
"¡Por Dios! Chase...", susurré mientras lo miraba de nuevo. "Esto está muy bonito...".
"Esta es una piedra lunar, Eva", me contestó en tanto sacaba el collar de la caja y me lo colocaba en el cuello. "Tener este colgante te ayudará a bloquear la capacidad de leer tu mente, a menos que quieras comunicarte con nosotros".
"¿De verdad?". El que Chase se preocupara por mi privacidad fue, en cierto modo, más que tierno. Siendo honesta, cada vez que hablaba con él, parecía interesarse más por lo que yo sentía y no dudaba en ayudarme a comprender mejor a los lobos.
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Sus cuatro hermanastros
Manusia SerigalaPoliamor. La vida de Eva había dado un giro inesperado. Después de pasar toda su infancia con su madre, tenía que volver con su padre porque había sido admitida en una universidad en la ciudad de él. Vivir con su padre también significaba vivir con...