Mattheo Riddle se obsesiona con la prima de su mejor amigo. Una noche jugando la habitación del paraíso, queda completamente maravillado con Maxine Nott.
Así sea que ella lo odie a morir, el hará que lo ame a morir, sin importar que.
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CAPITULO VEINTICINCO -------------
PARTE 2/2
Él apretó los dientes, sintiéndose culpable y molesto consigo mismo. Él le había pedido a Tom que le diera algo "Poción de claridad", para conseguir respuestas... y ahora ella estaba confundida y molesta consigo misma.
Suspiró y se sentó al lado de ella, mirándola con calma.
- te sientes así, ahora? -Preguntó con cuidado, sabiendo que la respuesta podría o no gustarle.
Ella analizó las situaciones en las que había estado las últimas semanas.
- Bueno, ahora solo me siento un poco extraña... Pero no contigo, te quiero Mattheo, Encerio. -dijo rápidamente, no quería que el dudará de ella, puesto que lo había rechazado y humillado una, otra y otra vez.
Él se relajó un poco cuando dijo que no se sentía diferente con él, pero se sintió aún culpable porque sabía la verdad. Él había sido quien había creado toda esta confusión en primer lugar. Tragó con fuerza y le tomó la mano, suavemente.
- Yo también te quiero, yo solo... sólo quiero que estés bien.
- Lo estoy -Apretó los labios en una sonrisa.
Él la atrajo a sus brazos nuevamente, apretándola contra su pecho. Aunque ella decía que estaba bien, él no podía dejar de sentirse culpable por lo que había hecho. Se sentía como si le hubiera mentido.
- ¿Estás segura? -preguntó él, con voz suave, mientras acariciaba su espalda.
Asintió y no dijo nada, Maxine no Sentía necesidad de decirle algo. Y Mattheo, Sentía la necesidad de decirle que había sido él la causante de su confusión, pero se contuvo.
No quería perderla. Pasaron unos minutos y él finalmente rompió el silencio, aún con ella en sus brazos.
- ¿Te sientes... diferente, conmigo? - preguntó él en voz baja.
- Qué? -Soltó una risa, tratando de contener una risa.- Ya te dije que no...
Él se quedó callado por un momento, antes de hablar de nuevo. Su voz se volvió más seria.
- Quiero decir... ¿Sientes que algo ha cambiado con nosotros? - preguntó, aún acariciando su espalda de forma distraída.
- Por supuesto! Mattheo, tenia una muy mala relación contigo, me gustaba estar contigo, tu sexo y la adrenalina de hacer algo indebido. Pero te odiaba por tu intensidad, y eso ha cambiado. -Tomó su rostro- No sabes cómo me arrepiento de no haberte dado oportunidad desde un principio
Él se relajó ligeramente ante sus palabras, sintiéndose aliviado al saber que ella aún sentía lo mismo por él. Aún así, su sentimiento de culpa seguia ahí.
