Capítulo 5

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Después de un largo e incomodo momento en el auto, sentí la necesidad de saber más, quería saber más, a estas alturas quería saberlo absolutamente todo, aunque doliera. Faltaba menos de una hora para llegar a Nueva Orléans y en ese tiempo quería obtener algunas respuestas. Así que al fin dije

-¿Y que pasó con el? - cuando no respondió, insistí una vez más - ¿porque se volvió el villano? Digo, tuvo que pasar algo muy malo para que el decidiera unirse al lado oscuro, ¿no? - suspiró y se rindió, sabía que tenía que hablar tarde o temprano. Podía ver que no quería hacerlo ahora, pero me conocía perfectamente y sabía que no pararía de insistir hasta que me diera algo de información que le pedía.

- No lo se. nunca lo supimos con exactitud. El simplemente se fue sin decir nada, y realmente nos afectó a todos. Pocos días después me mudé a Lafayette y conocí a tu padre y nos casamos. después llegaste tu. Y me prometí a mi misma que jamás permitiría que algo malo te sucediera. - sonreí tristemente ante la confesión de su promesa. Mi mamá siempre había sido sobreprotectora conmigo. Todas las noches tenía toque de queda a las 11, en el último año logré que aumentará media hora más, siempre decía que era peligroso estar tan tarde fuera de casa.

- ¿Porque Doom dijo que yo seria su destrucción que yo causaría la muerte a todos lo demonios? Literalmente me dió a entender que yo seria su nemesis.

- ¿Doom? - dijo secamente

- amm si. así se me dijo que se llamaba aquel tipo. - dije sin evitar sonrojarme. Me miro de reojo y respondió.

- pienso que es por la profecía. - dijo como si fuera lo más normal del mundo. arquee una ceja vendo alguna expresión que me dijera algo más en su rostro. Pero nada.

- ¿profecía ? - dije incredula. Insistiendo un poco más. Cerró los ojos un segundo. No era la primera vez que lo hacía y había llegado a la conclusión de que hacía eso cada vez que tendría que decirme algo que no quería que yo supiera. Talvez solo era difícil abrir viejas heridas. De eso sí que sabía un poco.

- cuando las familias fundadoras crearon a los cazadores. Poco después hubo un rumor sobre un esclavo de la noche que había tenido un hijo con una cazadora. - dudo un momento y después siguió - en el ritual para ser un esclavo de la noche tienes que beber sangre del demonio Constantine es el único en forma humana. Esto les da más poder, más fuerza. Los hace más peligrosos. Algunos pierden su humanidad. Otros no. Como Doom. Se decía que dicho hijo nacería con un poder oscuro dentro y algún día tendría que decidir si usaría ese poder para el bien, o para el mal. Nunca supieron de cual familia era la cazadora, ni de quien se trataba. Con el tiempo se convirtió en una profecía. - se puso tensa, pude ver como luchaba consigo misma sobre si debería terminar aquella historia o no. - cuando estaba embarazada de ti, una bruja amiga de la familia dijo haber visto ese poder creciendo dentro de mi. Pero no hablaba sobre "mi" sino sobre la bebe que crecía en mi vientre. Tu. - suspiró - entonces supimos que la profecía era sierta. Y ese poder crece en ti. Fue otra de las razones por la que decidí irme de Nueva Orleans. Sabía perfectamente que si me quedaba sería mucho más fácil que alguna persona que quisiera usar tu poder para su beneficio te encontrara. Le pedí a la misma bruja que nos pusiera un hechizo para que nadie supiera donde estábamos.

Me quede sin palabras, lo único que podía hacer era parpadear de la impresión por lo que acababa de escuchar. Cuando mi madre vio que no decía nada siguió hablando.

- Constantine tiene el poder de clarividencia puede ver el futuro hasta donde tenemos entendido. Y después de tu nacimiento, mi hermano Ray se puso en contacto conmigo. - ¿su hermano Ray?, ¿que otra cosa me había ocultado mi madre? - dijo que Constantine había visto la destrucción de la raza demoníaca. Había visto todo su imperio caer. Por ti.- aún tenía más preguntas. No fui capaz de defenderme contra Doom. ¿Como sería capaz de acab con todo un imperio?.

- mamá, si yo tengo ese poder dentro de mi, ¿eso significa que esa cazadora era de tu familia? - vi como sus músculos se tensaron, claramente no quería contestar eso, pero necesitaba saber.

- no es el momento. - se forzó a responder. Abrí la boca a punto de objetar a su respuesta, pero antes de que pudiera decir algo me interrumpió. - hemos llegado.

me gire hacia la ventana del auto y vi una gran casa de madera, casi igual a las otras casas coloniales que puedes ver en todo nueva Orleans, pero esta era especialmente diferente, era grande de dos pisos y en lugar de estar pintada, tenía su mismo color natural de madera rústica. Frente al porche tenía un montón de plantas, de todos los colores, pude ver una en especial color lila, sabia gracias a la clase de biología que se trataba de la verbena. Y otras tantas artemisa. Manzanilla. Y algunas otras que no conocía.
Cuando estacionó el auto tomó mi mano y apretó levemente con gesto tranquilizador.

- prometo que te lo diré todo. - sabía aque así sería, pero aún así me desepcionaba el hecho de que no me dijera ahorita. Esboze una ligera sonrisa para tranquilizarla. Y acenti. - bien - sonrió.

cuando empuje la puerta casi me caigo. Una mujer muy bonita y con una sonrisa tan grande que cerraba sus ojos la había abierto antes que yo y me esperaba con los brazos abiertos. La mire sin saber que hacer, intentando reconocerla, pero pos su sonrisa deduje que se trataba de la hermana de mi madre, eran muy parecidas, a excepción de esta mujer con su cabello pelirrojo y ojos color miel, mi madre lo tenía café obscuro con ojos verdes al igual que yo.
Cuando vió que no sabía que hacer se acercó a mi y me apachurro contra ella en un fuerte abrazó.

- ay cariño - contuvo un sollozo esbozando su mejor sonrisa. - soy tu tía Judith. Pero puedes decirme tía Judy. - dijo volviendo a apachurrarme contara ella en otro abrazo. - jamás le perdonare a tu madre el que te haya alejado de nosotros - dijo fulminando a mi madre con la mirada, y en un segundo su mirada cambió a preocupación - Elena?! - dijo y salió corriendo hacia mi madre al rededor del auto para llegar a ella. La seguí con la vista y vi porque se había puesto así. Mi corazón se aceleró tanto que creí que se me saldría ahí mismo. Mi madre estaba sangrando en el costado derecho de su estómago, y no me había dado cuenta, todo este tiempo había estado desangrandose a un lado mio y no me había dado cuenta de eso, pudo haber muerto antes de llegar aquí y habría sido culpa mía.

-¿mamá?! - corri hacia ellas y ayude a Judy con mi mamá por el otro lado para meterla a la casa.

- estoy bien - dijo jadeando. - e recibido peores heridas. - dijo guiñandole el ojo a su hermana.
Nos detuvimos a medio camino y me miro a los ojos - estoy bien cariño - dijo tocando mi mejilla. Y eso fue suficiente para que me rompiera. Después de todo, después de las persecuciones, del choque, de toda lo que me había contado mi madre. Los demonios, la profecía, mi familia. La abracé y solloce contra su pecho. - todo estará bien - dijo acariciandome el cabello. - todo estará bien. - cuando creí estar al 70% por lo menos de mi control emocional me sépare de ella, y limpié mis lágrimas con las manos. Tratando de esbozar una sonrisa pero lo único que logré fue elevar la camisura de mis labios un poco para tranquilizarla.

HAYLEY: CAZADORA DE DEMONIOS (terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora