HAYLEY: CAZADORA DE DEMONIOS (terminada)

Capítulo 10.

- bueno. ¿A que debo esta maravillosa sorpresa?.- le pregunto a su hija con una sonrisa. Después sus ojos se posaron en mi. Y alzó las cejas por sorpresa. - ¿Hayley?. - preguntó más como un murmuró.

- si. - lily respondió por mi. - ella y la tía Elena llegaron hace unas horas. Las cosas se complicaron un poco.

- ¿que sucedió?. - preguntándonos a ambas.

- el amo oscuro las encontró.- explicó bajando la voz para que los pocos turistas que se encontraban en la tienda no nos escucharan. - esa es la parte complicada.

- ¡escuchen todos!. - anunció a los clientes. - lamento informarles que ya es hora de cerrar. - les dijo señalando la puerta. Cuando salió el último cliente, dijo. - es hora de irnos, ya casi es media noche. Soy tu tía sophie. - dijo dándome un rápido abrazó. El cual le regresé.

Cuando tomó sus cosas y cerró tomamos un taxi y volvimos a la cabaña. Mientras ella se ponía al tanto de las cosas en la sala con mi madre y sus hermanos, lily me enseñaba toda la cabaña.

Los siguientes días se pasaron rápido. No hubo incidentes. Nadie vino por mi. Y pase la mayor parte del tiempo en el santuario entrenando incluso aprendí arqueria con el tío Jackson era anticuado pero necesario y resulte ser muy buena. En esos días lily y yo nos habíamos hecho más cercanas, los demás y también comenzaban a verme como parte de la familia y del equipo. Incluso yo comencé a sentirme cómoda con ellos. Aunque aún no me acostumbraba a llamarlos tíos.
Después de dos semanas todo lo que hacía era como una rutina más, aprendí a cargar y disparar un arma, desde pequeñas hasta una escopeta, también a tener buena puntería lanzando cuchillos, e incluso aprendí a disparar una ballesta y a decir verdad era mi arma favorita. Mi madre aún no me decía más de lo que ya sabía así que pasaba más tiempo que los demás en el santuario.
Había conversado con lily sobre los sucedido con Doom y todo ese embrollo. E insistía que aquel tipo me gustaba. Tendría que estar loca para que me gustara el mismo hombre que había tratado de secuestrarme.

Casi no pensaba en mis amigos de Lafayette, me habían llamado mil veces y dejado el doble de mensajes. Unos para asegurarse de que aun estuviera viva. Y otros por el asunto del baile de graduación. Me había ausentado dos semanas, era obvio que tenía perdida mi victoria como reina del baile.
El sábado por la noche no podía dormír pensando en el baile, y mis amigos. Por las noches me entraba un sentimiento de culpa por haberlos estado ignorando todo este tiempo. así que me cambié y fui directo al santuario. Lo había hecho cada vez que me sentía tensa o sofocada. Después de un rato golpeando la bolsa de boxeo me dejé caer al suelo jadeando.

- ya se te hizo costumbre ¿verdad?. - me sobresalte al oír a lily. Ni siquiera me di cuenta de que había entrado.

- si. - dije jadeando. - eso creo.

- ¿que es lo que te esta molestando?. - preguntó sentándose en el piso junto a mi.

- ¿además de Lucy?. - pregunte en broma. Ambas nos reímos. - pensaba en mis amigos. - suspire.- los extraño. Sabes?. El baile es el próximo viernes. Antes de toda esta mierda estaba muy emocionada por la graduación. El baile. Mi cita. Mi vestido. - expliqué melancólica. - Y ahora. Es algo que simplemente me parece ridículo.- sonreí sin ganas. - pero aun así lo echo de menos.

- ¿y porque no vas a ese baile?

Reí

- ¿estas loca?. - lily se encogió de hombros.

- solo digo que el hecho de estar aquí. No significa que tienes que olvidarte por completo de tu antigua vida. Es bueno de vez en cuando sentirte normal y más cuando sientes que te estancas.