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Megumi sale rápido del apartamento de Sukuna con el corazón acelerado. Dios piensa.

Tuvo una maldita rabieta de celos.

—Idiota, idiota—se maldice a él mismo—¿Por qué dije algo como eso?—termina por decir mientras se recuesta en su sofá.

Desde la mañana está inquieto. Si tal vez estaba esperando para encontrarse con Sukuna. Su omega actúa muy extraño. Además no sabe porque se enojó al sentir un olor de omega en el alfa.

Sukuna traía a diferentes omegas y claro que estás omegas soltaban su olor para "marcar territorio".

Megumi solo se ríe de ellas en secreto. Sukuna no es alguien que guarde fidelidad a nadie. Pero ahora se siente diferente.

Bueno viéndolo de otra manera. Sukuna es muy guapo, su cabello es lindo, tiene bonito cuerpo y si tiene una mirada muy sensual, pero solo eso, por otro lado es un idiota.

Bueno hoy no fue tan idiota.

A un recuerda la primera vez que se encontraron. Sin duda la primera vez que lo vio si le interesó, pero ya no.

Hace tres años.

Después de buscar por todo Tokio, Megumi pudo encontrar un lugar barato y bonito en renta. Había acabado la preparatoria y entró a la universidad de Tokio. Sus esfuerzos fueron recompensados.

El omega llevaba las últimas cajas con libros que tenía. Cuando lo vio.

Un hombre, alfa, muy guapo.

—Pero que linda sorpresa tenemos aquí—escuchó la voz ronca. Es la voz que usan todos los alfas para coquetear—¿Cómo te llamas precioso?

Si fuera otro omega caería a sus pies completamente. Pero nunca caería ante esas provocaciones.

—Hola mucho gusto, soy mm su nuevo vecino—dijo—y le agradecería que me hable con más decencia por favor—termina por decir.

—Solo te estoy haciendo un halago ¿acaso no eres lindo?.

—Si yo se que soy lindo—claro que Megumi no pensaba eso. Era un omega, pero no parecía uno. Sus omega y su cara no son cosa de otro mundo. Piensa. Si Megumi tiene muy baja autoestima.

—Pero no puedes hablarle así, tal vez funcione con otros, pero no conmigo.

—Ya se me hacía que eras de esos omegas, bien tú te lo pierdes—dice Sukuna indignado de ser rechazado.

—No me pierdo de nada.

...

Claro que continuaron con la discusión. Hasta que Megumi le gritó idiota al alfa y Sukuna le dijo que era el omega más insípido que ha conocido. Y así hasta el día de hoy, seguían igual.

Después de esa discusión la rutina continuó. Ambos peleando solo por verse. Sukuna con alguna omega o beta en su celo y el soportando el ruido.

No sabe en qué momento su omega comenzó a atormentarlo con sus impulsos.

No sabe en qué momento su omega comenzó a atormentarlo con sus impulsos

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Lazos incomprensibles. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora