Sukuna escuchó con detenimiento lo que el omega le contaba. Esto no podía ser una coincidencia. Tenían en la mira al omega o alguien estaba en contra de su cachorro. Cualquiera de las dos opciones era mala. No quería preocupar más al omega; ya era suficiente con lo que había sucedido en la tarde.
—No quiero alarmarte, pero temo por la seguridad de Yuuji —dijo Sukuna, mientras el omega miraba al bebé que estaba en su manta sobre la alfombra de la sala, tratando de voltearse.
Megumi sabía que esto podía estar relacionado con los Zenin. Lo más probable es que Naoya haya contado todo. Se sentía intranquilo; si hubiera negado que el pequeño tenía relación sanguínea con ellos, podrían seguir tranquilos.
—Sukuna, yo... siento que sé quién está detrás de esto —dijo el omega, mientras el mayor lo miraba con confusión—. La familia por parte de mi madre es lo más probable. Los Zenin.
El alfa miró al menor con sospecha. Tenía que ser una muy mala coincidencia. Los Zenin eran una familia de empresarios que justamente estaban siendo investigados por el caso de los omegas asesinados, además de tener lazos con una de las mafias más grandes en Japón. El hecho de que estuvieran detrás del omega confirmaba sus sospechas.
—¿Tu familia?
—Sí, bueno, es una larga historia, llena de misoginia y esas cosas —Megumi pensó si sería buena idea contarle la gran tragedia familiar.
—Bueno, tenemos mucho tiempo. ¿Por qué no cenamos juntos?
Yuuji se encontraba dormido. Después de bañarlo y darle su biberón, el omega lo arropó y lo dejó en su pequeña habitación. Sukuna finalmente había logrado que el bebé durmiera separado de él. El olor en las cobijas del alfa y del omega lograba que Yuuji durmiera toda la noche.
Ahora ambos hombres estaban cenando. Megumi le contó la historia de su madre y cómo había logrado salir de allí. Sukuna estaba más que sorprendido. Los Zenin tenían algunos antecedentes sobre violencia, pero nunca pensó que de una manera tan macabra. Aunque esta información le ayudaba a darse una idea de lo que enfrentaban.
—Sabes, el idiota del primo de mi mamá me acosa por esa razón. Creo que tenía un flechazo en el, y ahora le gusto yo. Es raro —dijo Megumi, con una mueca de disgusto.
El menor dirigió su mirada hacia el hombre y pudo ver cómo sus ojos brillaban al rojo vivo y su cuerpo estaba tenso, como si estuviera a punto de matar a alguien—. ¿Qué, los inútiles de la escuela no hacen nada?
—Bueno, es una escuela muy grande y reciben donaciones, lo que incluye a los Zenin.
Sukuna no dijo nada. No sabía quién era Naoya, pero ahora estaría en su punto de mira. Solo esperaba que estuviera involucrado para tal vez poder golpearlo un poco.
Después de terminar la cena, ambos se dirigieron a lavar los platos, intercambiando bromas tontas sin darse cuenta de la cercanía que estaban creando.
Sukuna estaba seguro de que la sonrisa de Megumi era la más hermosa que había visto. Su corazón latía demasiado rápido. ¿Por qué me vuelves loco, Gumi?
Sukuna nunca había mostrado tanta calidez con alguien. Podía notar la mirada que el menor le daba.
—¿Qué pasa? —preguntó Sukuna.
—Nada —Megumi desvió la mirada.
El omega no dijo nada más. Continuaron lavando hasta que, por fin, la cocina quedó impecable.
Megumi no quería irse, pero ya no había pretexto. Yuuji podía dormir por su cuenta con solo el olor de ambos. No podía decirle al alfa que solo quería dormir con él.
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Lazos incomprensibles.
FanfictionSukuna es un alfa sin compromisos, es soltero y tiene una vida sin nada mas que el, pero una inesperada noticia cambiará el rumbo de su vida y tal vez encuentre el amor que nunca pudo tener.