La Perturbación De Una Propuesta Decente

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Las cuatro chicas corrían, jadeando y tropezando, mientras la oleada interminable de copias de Utena se cernía sobre ellas, avanzando con pasos inhumanamente sincronizados. Cada explosión, cada disparo y corte mágico que lanzaban parecía hacer poco más que retrasar lo inevitable. Leopard, al frente de la resistencia, era la más adecuada para ese tipo de pelea: sus gigantescas armas mágicas no necesitaban apuntar, simplemente disparaban, enviando ráfagas a toda velocidad y derribando copias a diestra y siniestra.

-¡Maldita sea, muéranse de una vez! -gritó, con la voz rota de frustración, mientras disparaba sin descanso, haciendo que partes del pasillo se derrumbaran a su alrededor. Pero por cada Utena que caía, dos más emergían de las sombras, como si el pasillo mismo se burlara de ellas.

"¿De dónde demonios siguen saliendo?", pensó Leopard, sintiendo cómo el agotamiento comenzaba a pesarle en los brazos y los hombros. La idea de que aquella pesadilla pudiera no tener fin empezaba a desmoronar la resolución en su pecho, pero no podía rendirse, no ahora. Otra ráfaga más, otro derrumbe parcial del pasillo, y aún así... la marea seguía avanzando, imparable.

Las otras chicas compartían pensamientos similares de agotamiento y desesperación. La más afectada era claramente Utena; ya estaba exhausta desde antes de que empezara este "combate" y apenas lograba mantenerse en pie. Sentía que sus piernas eran de plomo y que cada paso que daba la acercaba un poco más al borde de la derrota. "No puedo seguir así... No puedo...", pensaba, luchando por no desfallecer, y conteniendo su dolor de cabeza, mientras trataba de igualar el ritmo de las demás.

Magenta, por su parte, lanzaba rayos esporádicos desde su lanza, haciendo lo mejor que podía para detener el avance de las copias de Utena. No era una luchadora de larga distancia, y la intensidad del combate le pesaba. Sentía miedo con cada movimiento, porque, a diferencia de Leopard, sabía muy bien de lo que esa versión de Utena era capaz. *"No puedo hacer nada... ¿Por qué soy tan inútil?"*, se decía mientras sus manos temblaban y sus hechizos apenas lograban impactar en el enemigo. Su corazón latía frenético, consciente de lo rápido que estaban perdiendo el control de la situación.

Azul, aunque igualmente agotada, continuaba haciendo lo que podía. Ella también entendía el poder de esa transformación y la desesperación de sus compañeras, pero sabía que no había opción de detenerse. Sin descanso, materializaba espadas de hielo en un flujo constante, cada una atacando a las copias que escapaban de los disparos de Leopard. Aunque el cansancio le pesaba, no se permitía frenar, obligándose a lanzar cada espada con precisión para proteger a sus amigas.

Desde atrás, Utena observó la perfecta coordinación entre Leopard y Azul. Por un momento, una punzada de envidia la atravesó, al recordar cómo era todo al inicio: cómo ella, y no Azul, hacía equipo con Leopard en situaciones similares. Esa conexión entre las dos ahora parecía fuerte e inquebrantable, algo que Utena había sentido exclusivamente suyo antes. La melancolía amenazó con envolverla, pero rápidamente apartó esos pensamientos. A pesar de las circunstancias, se sentía feliz de que Leopard hubiera encontrado alguien en quien apoyarse, alguien que supiera cubrir sus espaldas.

Apretó los puños y desechó la envidia que intentaba volver. "Ahora no es momento para esas cosas...", se recordó a sí misma, tomando aire y volviendo su atención a su paisaje mental.

Frente a Utena, la imagen de la jaula de Lujuria se materializó en su mente. Dentro, Lujuria se mordía las uñas con ansiedad, su pierna temblando de arriba a abajo mientras sus ojos se movían de un lado a otro, atrapada en pensamientos desesperados.

-Lujuria, necesitamos más energía... -imploró Utena mentalmente, su voz impregnada de urgencia.

-¿Crees que no lo sé? -respondió Lujuria, jalándose el cabello en un arrebato de frustración-. Simplemente no puedo generar más. ¡Estás tan estresada que apenas puedo sacar algo de poder!

La rara historia de cuando Utena quedo atrapada en un bucle temporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora