RUBIA | brian rodriguez

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línea del perreo , yeri mua

A ese bellaco chileno deseo
Lo que tú digas, chacal, yo te creo

Llegó al club un poco apurada, no iba tarde pero iba justa de tiempo. Ana me comentó que hoy llegaba un nuevo refuerzo, con la lesión de Néstor Araujo necesitaban un central que lo cubriera. Por lo que requerían fotos del jugador para anunciar su llegada al club.

Ya habían pasado unos días desde que llegué, pero Coapa me sigue pareciendo un laberinto. Así que estoy un poco perdida, ya que solo he ido una vez al salón de sesión de fotos.

Voy distraída leyendo los letreros a mi alrededor para ver si encuentro alguno que me diga hacia dónde tengo que ir, cuando choco con un cuerpo que está frente a mi. Retrocedo un poco intentando conectar nuevamente con mi cerebro y observo al chico frente a mi.

Es Brian Rodríguez.

La única interacción que he tenido con él fue el primer día que me miró en el entrenamiento y luego rodó los ojos. Nunca se acercó a presentarse o a preguntar por alguna foto, todos los demás lo habían hecho. Así que sería una oportunidad para hablar con él.

— Ay, discúlpame. No te vi, iba distraída. — dije sonriendo amablemente.

Él me miró y se quedó callado.

— ¿No hablas tú o qué? — dije intentando eliminar el silencio incómodo.

— ¿Necesitas algo? — dijo con un muy marcado acento uruguayo.

— Eh... — fruncí el ceño, realmente no entiendo a este chico. No sé qué le hice. — Sabes dónde está el salón de sesión de fotos, es que estoy un poco perdida.

— Ajá, aquí derecho y a la izquierda, la primera puerta. — dijo señalando con su mano.

— Gracias, eres un amor. Nos vemos. — dije sonriendo y caminando por dónde me indicó.

De verdad que Brian era un caso. A lo que he visto, él es una persona super animada y era literalmente el alma del equipo. Pero cada que me veía se iba o me hablaba cortante como lo hizo hace unos momentos. Pero claro que yo no me iba quedar así nada más, con los demás chicos me llevaba genial y él no debía ser la excepción. No tenía porque.

Llego a la puerta que me indicó el uruguayo y la abro lentamente mientras me asomo.

— Hola, perdonen la tardanza. Todavía no me acostumbro y me perdí. — dije sonriendo tímidamente.

— No te preocupes, Igor acaba de llegar. — dijo Marisa la encargada del área de publicidad.

— Genial. — entro y acomodo mis cosas en una mesa y me volteo para ver a Igor, el nuevo jugador. — Hola, mucho gusto, soy Sofia...

— Sofia Messi. Claro que sí. — sonrió mientras me miraba. — Igor Lichnovsky, un gusto.

Sonrió al escuchar su acento chileno. Me encanta las vibras que transmite este chico.

— Bueno, ¿Que tipo de fotos necesitas Mar? — pregunto yo mientras preparo mi cámara.

— Solo la típica con la bufanda y otras donde esté posando como él quiera. — dijo mientas le pasaba la bufanda al chileno.

— Dale, Igor empecemos.— dije yo después de que Mar dejara el salón.

Comenzamos la sesión y mientras tanto conversábamos y nos conocíamos un poco.

— Así que tengo el honor de que la famosa Sofía Messi me tome fotos. — dijo Igor sonriendo mientras posaba.

Yo suelto una risa y tomo varias fotos.