RUBIA | brian rodriguez

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gata only , floyymenor

Otra noche dándote, dándote
Tocándote, calentándote
Encima viniéndote
Al oído, gimiéndome

Brian sonrió y se acercó a mí para besarme suavemente. Sé que era una forma de tranquilizarme y de intentar hacerme sentir segura.

Y también sé que aunque haya sido un mal entendido, se sentía mal por haberme hecho sentir insegura.

— Te quiero, Sof. — dijo para volver a besarme.

Al principio era lento y tranquilo, pero comenzó a subir de intensidad. Su lengua jugando con la mía y saboreando cada parte de mi boca. Una de sus manos bajo a apretar mi muslo y me jaló ayudándome a sentarme en su regazo.

Rodeé su cuello con mis manos acariciando su nuca, sus manos acariciaban mis caderas trazando círculos.

Sus besos comenzaron a bajar por mi cuello. Eran suaves y delicados, como si tuviera miedo a romperme. Moví mi cabeza a un lado dándole más acceso a mi cuello.

— Mmm… Rubia. — murmuró contra mi piel, haciendo que esta se erizara y un escalofrío recorriera todo mi cuerpo. Su agarre en mis caderas se hizo más fuerte y mordí mi labio.

En estos momentos ya ni pensaba claramente, lo único que quería era que me tocara. Mi mente estaba nublada y el alcohol en mi sistema no ayudaba en absolutamente nada.

Mis caderas se movieron inconscientemente buscando calmar un poco el calor entre mis piernas.

— Brian…

— Mierda, Sofía. — mordiendo mi cuello suavemente haciendo que jadeara.

Sus besos bajaron por mi cuello hasta mi pecho y sus manos comenzaron a acariciar mis muslos descubiertos.

— Rubia… — se separó de mi cuello y fruncí el ceño al no sentir sus besos. — ¿Estás segura? Porque en el momento que me digas que sí, no voy a parar.

Sus ojos estaban oscuros y su cabello estaba despeinado. 

— No quiero que pares. — dije mordiéndome el labio y asintiendo.

Él me miró sonriente y se relamió los labios.

— Me vuelves loco. — susurró en mi oído antes de morder suavemente el lóbulo de mi oreja.

Besó mi hombro bajando lentamente uno de los tirantes de mi vestido.

— Briannnn… — dije haciendo puchero porque todo lo hacía muy lento. Él se rió contra mi piel.

— No seas desesperada.

— Te odio.

— No creo que el odio sea algo que sientas en estos momentos. — dijo para succionar fuertemente mi cuello, seguramente dejando una marca y haciendo que gimiera suavemente.

Yo me moví nuevamente sobre él, haciendo círculos sobre su regazo y sintiendo como apretaba mis muslos con sus manos. Finalmente bajó la parte superior de mi vestido dejando mis pechos descubiertos, los cuales fue a atacar directamente con su boca.

Gemí fuertemente al sentir su boca succionando mi pezón y su mano jugueteando con el otro. Yo comencé a desabotonar su camisa y lo sentí sonreír contra mi piel.

Brian separó sus manos de mi para poder quitarse la camisa. Apretó mi culo descaradamente ayudándome a moverme sobre él, mi vestido se había corrido hacia arriba haciendo que el contacto fuera más directo.