que vida la mía , reik
Ya quiero estar entre tus brazos
Y me muero por probar tus labios
Rojos llenos de ti— No, Zende... No lo quiero ver. He logrado evitarlo en el Club, para hoy ir a una fiesta donde va a estar.
— Pero no vas a estar sola, va Sab, Caro y Pilar. Además no creo que se acerque a ti si estás con alguien más.
— Alexxx... — dije no muy convencida.
— Si no me dices que si, le voy a decir a Sab que te diga. A ella no le vas a poder decir que no.
— Te odio.
— Claro, claro. ¿Entonces si?
— Dale, está bien. Pero si me dice algo, me voy. De verdad que no quiero hablar con él, no se ha acercado en dos semanas a hablarme o a pedirme perdón.
— Yo sé que es un idiota... esperemos que no quiera "arreglar" las cosas en la cena.
— Esperamos que no.
— Bueno, nos vemos en la noche. Te quiero, Sofi.
— Yo también, chau Alex. — dije colgando la llamada.
Habían pasado dos semanas desde que me peleé con el uruguayo. Ni siquiera se ha acercado a pedirme perdón o algo así. Tampoco es como que yo lo busque para que se acerque y me hable. De hecho no quiero ni verlo. Y como ahora está lesionado, no tengo que tomarle fotos.
Hoy Zende organizó una fiesta en su casa, por lo que obviamente irá Brian. No quiero hablar con él, por lo que no iría. Pero Zende no dejaba de insistir en que fuera. Quizás sea tiempo de hablar.
Me tiro en mi cama mientras marco el número de Sira. Necesito sus consejos.
— ¡Sofiaaaa! Hasta que te dignas a reportarte. — dijo ofendida. Yo me rió y le mando un beso.
— No exageres, te hablé hace tres días.
— Por eso, una eternidad. Te extraño demasiado.
— Yo más, loca. — hago una pausa y vuelvo a hablar — Skittle...
— ¿Qué pasa? — dijo con una ceja levantada.
— Necesito un consejo.
— Para qué soy buena. Habla.
— Recuerdas a Brian... — ella asiente. — Bueno, hace dos semanas se lesionó.
— Ayyy no, pobre.
— Bueno, el día del partido fui a verlo y me habló horrible. Me dijo que no entendía nada y que mejor no me metiera. Te lo juro, sentí que era el mismo del primer día.
— Uyy, amiga sal de ahí. Idiota, forro, boludo. — yo me rió ante su intento de insultos argentinos.
— Bueee... pero ya pasaron dos semanas y no se ha acercado siquiera a hablarme. Y hoy hay una fiesta, a donde va a ir.
— Uhhh... fácil. No vayas.
— Pero, es que no le pude decir que no a Alex. Casi viene a mi casa a llevarme.
— Bueno... puedes dejar que hable. Y que te pida perdón de rodillas.
Mi celular sonó y apareció una notificación de Brian que decía: Ábreme, estoy afuera.
Me quedé observándola fijamente y solté un chillido.
— ¡Sira! Está aquí.
— ¿Qué cosa? — dijo confundida.
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RUBIA | brian rodriguez
Teen FictionSofía Messi. La hermana menor del famoso futbolista, Lionel Messi, se ve obligada a dejar a sus amigos, su trabajo y su vida en Barcelona para ir a vivir a la Ciudad de México. Le han ofrecido un trabajo en el Club América y ella al tener la ilusi...