date la vuelta , morat
Porque a veces dejar de querer
Es quererse tambiénSe estaba haciendo tarde y yo tenía que volver a mi casa, aunque no quisiera separarme del uruguayo.
— Rayooo...
— Mhmm... — dijo mientras separaba la vista del televisor y volteaba a verme.
— Me tengo que ir, ya es tarde.
— No, no tienes que irte.
— Brian... — dije yo mordiéndome el labio pensativa.
— Quédate... sé que te mueres de ganas.
— Bueno... si... pero no debería quedarme.
— ¿Por qué no? ¿Qué te lo impide? — preguntó.
— Mmm...
— Tú duerme en mi cuarto y yo duermo aquí, si eso te pone más tranquila. No quiero que te regreses tan tarde. — yo lo miro entrecerrando los ojos.
— Okay... está bien.
— Ven, vamos arriba.
Subimos a su cuarto y cuando entré la miré detenidamente. Estaba extremadamente limpia y muy ordenada. Estaba decorada con colores neutros, era bonita.
Brian me prestó un short y una sudadera suya para que pudiera dormir mejor y salió para que me cambiara.
Después de un rato volvió y yo me senté en la cama mientras lo observaba caminar por la habitación poniendo cosas en su lugar.
Finalmente, se acercó a mí y se sentó en la cama.
— Cualquier cosa que necesites, me dices. O si quieres agua o lo que sea lo puedes agarrar, no importa. — dijo mirándome.
— Okay... gracias.— sonreí tímidamente.
— Descansa. — habló mientras se paraba para irse.
— No... espera — dije mientras tomaba su brazo.
— ¿Qué pasó?
— Quédate... — realmente ni siquiera lo pensé, solo lo dije.
— Sof...
— Porfa... — dije sonriendo.
— ¿Segura? No quiero que mañana te arrepientas y me pegues cuando despierte.
— Eres un idiota. Estoy triste, no borracha.
Él se rió por mi comentario y asintió.
— Está bien...
Vi como hacia el ademán de quitarse la playera.
— No, ni lo pienses. — dije con una mirada de advertencia. Y él se rió.
— ¿Y si, si qué?
— Brian...
— Sofi...
— En serio.
— ¿Te pones nerviosita? — dijo acercándose a mi.
— Yaaa...
— Siempre te haces la muy creidita y no te aguantas después. — dijo para quitarse la playera y tirarse junto a mi. — Ya duérmete.
Me quedé callada unos segundos y después me acosté junto a él.
— Ves que no pasa nada... — dijo con su cabeza en la almohada y acostado boca abajo. Podía ver su espalda cubierta por un tatuaje de un león y unas alas en su cuello.
![](https://img.wattpad.com/cover/372236561-288-k466678.jpg)
ESTÁS LEYENDO
RUBIA | brian rodriguez
Teen FictionSofía Messi. La hermana menor del famoso futbolista, Lionel Messi, se ve obligada a dejar a sus amigos, su trabajo y su vida en Barcelona para ir a vivir a la Ciudad de México. Le han ofrecido un trabajo en el Club América y ella al tener la ilusi...