Menta Granizada, una extraña combinación.

Capítulo 20: Extraños amigos, parte 1.

Apenas abrió la puerta un tacón la golpeó,  abriéndose paso una mujer de cabello rosa pastel de ojos cafés , llevaba un traje negro con una camisa rosa claro y un gran moño negro en el cuello. Los tacones de aguja sonaron por el departamento y en sus brazos iba con un niño de cabello rubio de un año. Pasó corriendo junto a Luke y fue directo a la cocina ignorando a todos los presentes, pero paro junto a Danna.

—Corazón, mi vida ¿cómo estas?— abrazó a la rubia quien se quedo quieta recibiendo todo ese cariño. El niño también las abrazó.

—Estoy bien preciosa— recibió al niño para sentarlo en su regazo.

—Lo siento señor Luke, la señorita no aceptó un no por respuesta— se disculpó un señor mayor de al menos de cincuenta años con ojos castaños y una chaqueta de cuero negro debajo del típico uniforme de guardia.

—Gracias Mario, hiciste un buen trabajo— le dio una generosa propina al trabajador.

—Valla Luke, no sabía que tenias nuevos amigos y... una pareja— comentó ocultando su desprecio viendo a los grandes omegas. Se llevó la mano a la boca, intentando disimular su desagrado—. No recuerdo que cocinaras Luke.

—Ahh Saori— sonrrió tranquilo ignorando su último comentario—. Ellos son Ronnie y Richart, acostumbrate ya que estar mucho tiempo con nosotros— se formó una nube densa el aire entre los dos alfas.

—Ujum... eso veo— sonrió maliciosa la chica—. Bien cariño, ¿nos vamos a casa? Aquí apesta a chocolate quemado.

—Si, vamos, me siento un poco mareada— se acarició el vientre—. Si me disculpan, ya me voy, cualquier cosa  que necesiten, me llaman.

Luke le dedicó una mirada que decía lo siento a Danna. Tan rápido como Saori llego se llevó a la omega.

—¿Qué le pasa a esa mujer?— Richart rompió el incomodo silencio.

—Bueno— iba a decir Rosa pero al sentir la mirada asesina de Luke en la nuca solo agregó—. Es complicado.

—No se lleva bien conmigo, pero no es algo de que lo se tengan que preocupar... Por otro lado, voy buscar un buen abogado para que pueda pelear por este caso.

—Yo en unos días volveré por él— señalo al albino y agarró su bolso—. Tengo que arreglar asuntos pendientes… Y llama a Marcos para hablar con él sobre todo lo que pasó. Nos vemos.

Se escuchó como Rosa salía por la puerta. Dejando a ambos omegas con el alfa.

—Bien, prepararé una cama— dejó a ambos amigos enfrentados, en una silencio abrumador, mientras escuchaban como Luke buscaba en la cocina. Ronnie miraba sus manos, mientras una sensación de vacío y nostalgia invadía su alma. Parecía mentira todo lo que estaba pasando y alejarse de lo único que conocía.

—Ronnie…— puso su mano sobre las morochas y grandes manos del omega—. ¿Recuerdas? Prometimos que siempre estaríamos juntos para cumplir nuestros sueños… Siento todo lo que pasó hoy, no fue mi intención arruinar lo que tenías. Ni tampoco gritar que eras un omega. Ni dejar caer esas pesas… Solo, es que eras tan bueno, y me dejabas atrás. Fue muy egoísta, lo siento, lo siento tanto Ronnie— soltó todas sus preocupaciones sintiendo como el nudo en su pecho se desaparecía abriendo paso al arrepentimiento, haciendo imposible retener más lo que sentía. El dolor, el miedo, el sentimiento de ser abandonado, la traición—. Sí algo por favor, si quieres me iré y…

—Richart— sintió una cálida humedad en el dorso de la mano—. Yo estaba intentando superarte a ti, eras tan hermoso y siempre tenías a los alfas a tus pies… Qué lo único que me quedaba era trabajar con mis músculos. Incluso los alfas con los que estuve, también te miraron a ti.

Luke que estaba tomando un vaso de agua en la cocina, casi se le cae de la mano, sin embargo lo atrapó antes de que se rompiera. Aún le faltaban cosas por conocer de su omega.

—Yo… Te perdonó y también lo siento, Richart, también te extrañé— agarró su mano para atraerlo hacía así para envolverlo en un cálido abrazo.

Richart se sorprendió por el repentino abrazo, sin embargo, su corazón se sintió muy aliviado, no puedo contenerse. Se dejó llevar por los sentimientos dejando salir todo su dolor. Ensuciando involuntariamente la remera de Ronnie.

—De verdad lo pasaste mal, tú nunca lloras— se burló Ronnie, dándole unos fuertes pero tolerables golpes en la espalda.

—Tonto, son las hormonas— sollozó intentando calmarse.

—Si, claro.

Ambos escucharon un carraspeo y Luke, estaba parado allí con una caja de pañuelos en las manos.

—Gracias Luke— Ronnie agarró la caja, rosando suavemente sus manos, sintió un escalofrió agradable al tocarlo. La sonrisa de Luke lo tranquilizaba, sus ojos negros le transmitían confianza y seguridad, podía sentir que podía confiar. Quizá estaba allí para recordarle que podía encontrar en él. Esa pequeña interacción, solo duró un minuto, y el alfa, luego se fue.

—Ronnie— el albino lo rodeo con sus grandes bíceps para atraerlo así, sacando algunos pañuelos para limpiarse los rastros de las lágrimas y la suciedad en la nariz—. Parece muy enamorado ¿qué tiene que te llame la atención?

El omega calvo, rodo los ojos y negó levemente con la cabeza.

—Luke es mío— recalcó en un susurro.

—Si, si, si. No me interesa tu novio— le restó importancia, caminaron unos pasos hasta la sala—. Dime, por lo menos, ¿es grande de allí abajo? — preguntó en voz baja con mucha curiosidad.

—Eso no importa, me ayudo cuando lo necesite, me pagó dándome una casa y trabajo... Es dulce y tierno, aunque no me demuestra mucho sus sentimientos así lo quiero.

—Wakala, solo estas encaprichado con él— comentó decepcionado.

—Pero...— con un sonrojo que le llegaba hasta las orejas levantó las manos en paralelo, dejando un espacio entre ellas bastante grande, más específicamente de treinta centímetros.

Richart se llevó la mano a la boca, su piel pálida de sus mejillas estaba completamente roja.

—Entonces, pasaste un buen celo— volvió a susurrar.

Ronnie asintió, las mejillas del calvo también estaban rojas como la salsa de tomate.

—¿Estás seguro de que no quieres compartir?

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¡He vueltooooo! Casi un mes sin publicar ¿Alguien me extraño? Bueno, para los que me siguen en Instagram, se habran enterado que me doble la mano, no pude escribir por un tiempo y despues me agarró la semana de examenes. Fue un desastre, recien ahora entré de vacaciones y... tengo que seguir preparando examenes... Bueno, los que no me siguen en Instagram, recuerden seguirme, allí subo adelantos exclusivos.

Desde ya muchas gracias por la lectura.

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Nos leemos en la próxima.

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