Capítulo 25: Calma, parte 2.

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Los tres pasaron tres días allí. Aun Ronnie se negaba rotundamente a salir de la casa. Ni siquiera Richart podía convencerlo, prefería estar pegado al alfa, como si fuera una especie de pulga, o así lo veía Richart. Se sentía celoso y juzgar en silencio a Luke se volvió su pasatiempo favorito. Tampoco podía entender como Ronnie quería a ese alfa, no parecía tener nada de atractivo, por lo menos el albino.

Por su parte Ronnie buscaba un momento para estar a solas con el alfa, había intentado su intento de broma esos días pero su amigo albino, los interrumpía cada vez. Apenas podían interactuar como una pareja, solo podían rosarse las manos o darse algún beso. Tampoco podía hablar con Richart ya que Luke estaba siempre por allí. No es que quisiera hablar algo malo de él, pero quería preguntarle cosas al albino o simplemente contarle lo bien que lo había pasado. No sabía que hacer, si bien la convivencia no fue fácil, de alguna manera lo sobrellevaban.

Aquella tarde habían decidido ver una película. Ronnie se levantó un momento para ir al baño. Quedando Luke y Richart en la habitación en un silencio incomodo.

—No se que le hiciste a mi amigo para que te mirara de esa forma pero mas te vale que no le rompas el corazón—. Advirtió pero vio como el alfa sonrió de lado.

—Richart... puedes estar tranquilo, por que a medida de que este en mis manos, le daré todo lo que tenga y más, mi vida si es necesario.

—¿De que hablan?— preguntó el omega calvo al entrar en la sala, acurrucándose junto a Luke. Antes de que Richart hablara, el alfa intervino.

—Solo que más tarde va a venir Rosa a buscar a Richart.

—¡¿Qué?!!!— respondieron ambos omegas al mismo tiempo. Ronnie por la sorpresa y el albino estaba como un tomate, la última vez no se había comportado bien con ella.

—Luke... Crees que Rosa, ella ¿cuál es el tipo de chicos con...? Bueno.

—Creo que quiere saber si Rosa lo odia por lo que hizo— Ronnie aclaró, dejando boquiabierto al albino, este último se arrepintió de haberle confiado su secreto.

—No, no lo creo, Rosa, por lo general adora la atención de alfas más grandes que ella, pero ama a los omegas, creo que había tenia problemas con su anterior pareja por eso— respondió Luke concentrado en la película.

Ronnie miró a Richart quien estaba más blanco que lo normal.

—Su novio...

—Ah, si, parece que su novio al fin dejó la casa y terminó de limpiar...

—¿Ya pasaron tres días? —preguntó Ronnie abrazando al alfa, sabiendo que volvería a trabajar.

—Si, ya pasaron tres días, el tiempo pasa rápido.

—Si, ella, ¿vive muy lejos?

—¿Rosa? Vive a solo diez minutos en auto, un poco más caminando, así que no tienes que preocuparte, pueden seguir viéndose— el omega asintió emocionado y Luke no pudo evitar plantar un beso en la frente.

Ronnie, siguió mirando al alfa, sin poder creer que al fin tenía un alfa, toda su vida había soñado con tener uno. Alguien que lo amara.

—Luke… — el mencionado lo miró y recibió un beso que correspondió.

El albino desvió la mirada asqueado, intentando distraerse con la película, pensando en aquella pelirroja, sin embargo, el sonido de aquel beso estaba molestándolo mucho pensó en lanzarles un almohadón, pero antes de hacerlo el timbre del departamento sonó. Esta vez el alfa se levantó para abrir la puerta. Fue cuando el albino le lanzó un almohadón en toda la cara a Ronnie.

—¿Qué?

—Por besuquearte con tu novio frente mío — susurró cuando se escucharon unos tacones entrando por la puerta, ambos omegas miraron a la recién llegada.

Richart abrió los ojos grandes como platos y parecieron brillar un momento, al ver a la hermosa pelirroja, llevaba un vestido con mangas cortas de escote recto que dejaba libres los hombros, haciendo que sus pecas se resaltaran más de su piel blanquecina. El vestido negro le quedaba hasta las rodillas. No pudo contenerse, la miró de pies a cabeza, haciendo que sus miradas se encontraron.

Ronnie miró a ambos y tapó su sonrisa con la mano, conocía muy bien a su amigo, sabía lo que le gustaba.

—¿Ya estas listo?

El orgulloso omega albino de dos metros desvió la mirada respondió —no hay mucho que preparar, solo tenía esto y, a— se levantó para ir y volver en menos de cinco minutos con un cepillo de dientes —. Y esto.

—¿Eso es todo? — se generó un silencio incomodó y Rosa miró juzgando silenciosamente a Luke.

—¿Qué?

—Eres un flojo— Luke llevó la mano al pecho claramente ofendido.

—¿Yo?

—Si tu.

Mientras los alfas tenían una pequeña discusión. Ronnie se veía algo desanimado.

—No te preocupes Ronnie, vendré todos los días de ser necesario.

—Sí, es solo que voy a extrañarte.

—Además puedes pedirle al tonto de tu alfa que te lleve.

—Sí...— Ronnie abrazó sus rodillas.

—Bueno, ya que más da, tú, crema de leche, iremos de compras.

—¿Qué? ¿A mí me llamaste así? — preguntó claramente indignado Richart.

—Yo quiero ir de compras— levantó la mano Ronnie totalmente animado.

—Es una grandiosa idea— reafirmó Luke.

—Si, voy a cambiarme— Ronnie fue hasta su habitación.

Rosa se llevó a Luke a un lado.

—Oye no tengo tanto dinero.

—Lo sé, pero mira a Ronnie, no ha querido salir de cuando paso su accidente, además voy a pagar yo por él, así que no tienes que — Rosa levantó la mano y negó con la cabeza.

Menta Granizada, una extraña combinación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora