Menta Granizada, una extraña combinación.

Capítulo 7: ¿Celo? Parte 3.

—Luke, hay algo urgente que tenemos que hablar— habló fuerte y firme esperando que el otro no se diera cuenta del vaso roto.

—Si claro Ronnie, dime— aunque estaba agotado, por alguna razón, escuchar a esa gran omega le alegraba el corazón.

Ronnie carraspeo su garganta para mirar  fijamente los ojos cafés de Luke... se acercó hasta él y se arrodillo para estar a la misma altura. El alfa solo lo miraba bastante curioso.

El omega agarró sus manos para entrelazar y las apretó con las de él. Preparándose mentalmente para cualquier cosa, las siguientes palabras eran más cruciales para el resto de su vida y tragó con dureza para despejar las cuerdas vocales.

—Luke quiero— su cara estaba completamente seria mientras soltaba su lengua para decir a toda velocidad —pasar mi celo contigo.

Al alfa casi se le salen los ojos y pareció despertarse de golpe por la repentina petición. Se sonrojó tanto como un tomate y  la seriedad de la cara de Ronnie... No podía creerlo ¿Ellos juntos? No podía ser posible, había sido tantas veces rechazado que no creía que ese gran y bello omega quisiera estar con él ¿quizá era una alucinación por no dormir en tres días? O era una broma de cámara escondida, eran algunos de los pensamientos que se formulaban en la mente de Luke. —¿Es broma? ¿Verdad?— no dejó a Ronnie responder y se levantó de su lugar para buscar, tirando sus libros, moviendo entre los muebles y la pared —¿Donde esta?

—¿Qué cosa?— se paró y fue junto al alfa que parecía en un frenesí por buscar algo.

—La cámara escondida, esto es una broma— a Ronnie eso le causo tal sorpresa que se arrodilló en el suelo tremendamente impactado. No podía aceptar que Luke no le creyera, había reunido todo su valor ese día para decírselo.

Cuando Luke paso suficientemente cerca agarró su pierna y el alfa se detuvo a mirarlo.

—Luke, no es una broma, pasa mi celo conmigo por favor— le rogó pero Luke se estaba poniendo morado de la vergüenza.

El omega intentó explicarle con sus ojos grandes verdes y algo llorosos, parecía el meme que le habían mostrado en su oficina de un hámster con ojos llorosos.

Luke que ya estaba morado, se puso de todos los colores. Simplemente no podía aceptar que ese omega quisiera estar con él, y aún con el omega aferrado a su pierna siguió su incansable búsqueda.

Ronnie intentó hacerlo reaccionar pero el alfa simplemente no estaba en sus cabales... y hasta que este no reviso cada plato, vaso, taza, olla, mueble, libro, sillón, y el rincón de la cocina y sala de estar no paro. No encontró ninguna cámara o micrófono o algo parecido. Ronnie estuvo aferrado de su pierna todo el rato.

—Luke...— el alfa lo miró al escuchar su nombre —no es broma, amo, por favor pase este celo conmigo, se que soy desagradable a sus ojos pero tenga piedad de mí— lo dijo casi en una suplica, ya tenía el corazón roto pero podía romperlo un poquito más.

El pelinegro se agacho levente, tenía una seriedad que le erizo los pocos pelos que tenía Ronnie, nunca había visto a Luke tan serio.

—Ronnie— por el reflejó los ojos de Luke no se veían, entonces, el alfa intentó agarrarlo de la cabeza sin embargo había olvidado un pequeñísimo detalle. Ronnie no tenía ni un pelo en la cabeza.

El omega se dio cuenta de esto y agarró la manos del alfa y las puso sobre sus orejas —Amo Luke... si quiere puede tirarlas.

—Ronnie— le apretó la oreja, pero a medio camino se arrepintió —te prohíbo que hables así de ti mismo, y no hace falta que me llames amo. Yo...

Soltó al omega y de alguna forma se libró para  encerrarse en su habitación.

El omega confundido se quedó allí en el suelo, no sabía ni siquiera sabía como sentirse ¿era un rechazo? Estaba demasiado confundido. Miró a su alrededor como todo estaba desordenado ¿Había hecho mal su trabajo? Quizá tenía que irse. Luke ya no lo quería... Era tan confuso, se dedicó a limpiar mientras pensaba, volvió cada cosa a su lugar. Limpió toda la casa en dos o tres horas. Entre tanto caos. Estaba cansado, se recostó en la cama, intentando dormir pero simplemente no podía. Era demasiada la tristeza que sentía en su corazón. Agarró sus cosas y con un nudo en la boca agarró el pomo de la puerta.

—¿Ronnie?— habló entre sueños Luke abrazando la almohada que tenía menos forma que un slime.

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Este capítulo va dedicado a todas las personas que apoyan mi historia dejan su like y comentario, no saben cuanto significa para mí su apoyo. Más cuando estuve apunto de rendirme y dejar de ser escritoria y tirar todo por la ventana. Así que muchas gracias por su apoyo.

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