Capítulo 42: Pesadilla, parte 1.

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Ronnie estaba sentado en el pasto, con los brazos hacia atrás, mientras escuchó la risa de un bebe, de pronto apareció Luke con una radiante sonrisa con un bebe en brazos. Se sentó junto a él y pudo ver al bebe, no estaba seguro de sostenerlo, pero el alfa se acercó para darle al pequeño. Al principio estaba confundido, pero al verlo, ver como extendía sus manitas y agarraba su dedo... Tenía los ojos verdes como él, la radiante riza de Luke y la piel era blanca como la porcelana. No pudo evitar alegrarse. El alfa también lo abrazó. Todo parecía un sueño, un agradable sueño del que no quería despertar, todo parecía tan perfecto.

Hasta que sintió un pequeño piquete en el brazo.

—¿Ya está dormido? —escuchó una voz de su entrenador.

Todo en su sueño tembló, en un abrir y cerrar de ojos ya no tenía al bebe, ni Luke estaba cerca, de hecho, este se estaba yendo e intentó alcanzarlo con todas sus fuerzas espero antes de tocarlo, se desvaneció haciendo que callera. Quiso despertar, pero sentía su cuerpo adormecido.

—Si, es la suficiente anestesia para poder realizar la operación sin que nadie se de cuenta.

—No me importa, solo quítenle lo que tiene adentro, y no le dejen ni una marca.

—Bien, manos a la obra —escuchó la voz del doctor Alex.

Sintió algo frio en el vientre y como abrían sus piernas en una posición incomodo. Aquello lo hizo ponerse ansioso pensaba lo peor. No podía reaccionar, cada musculo de su cuerpo parecía inmóvil ante sus órdenes. Ni siquiera podía abrir los ojos, aunque estaba en un cuarto iluminado, ya que, la luz abundaba, aunque tuviera los ojos cerrados.

Quería que, lo que sea que le estuvieran haciendo se detuvieran.

—Esto no dolerá, bueno, no ahora. Pásame las pinzas.

Sintió algo frio y metálico invadiendo su cuerpo. Muchas preguntas invadieron como si la habitación estuviera llena de personas. El miedo recorría sus venas y el sentimiento de que algo malo le iba a pasar se posaba como una suave y gran roca en su pecho, en su interior, en su corazón.

Escuchaba el rose del metal, quizás de los elementos del doctor. Sintió como lo invadían cruelmente.

De pronto todas las voces se callaron y pudo escuchar el susurro de una suave vos.

El bebé.

Fue entonces cuando lo entendió, no lo querían a él, si no a lo que llevaba.

Le callé un balde de agua fría y sentía como el sudor se resbalaba de su cuerpo. El miedo se convirtió en terror. Aún no lo había decidido, pero quería tener la oportunidad de pensarlo y decidirlo con Luke...

Luke, quería su familia, quería ver a ese hermoso bebe de nuevo.

Con todas sus fuerzas intentó abrir sus ojos, sin embargo no dio resultado.

Necesitaba que alguien lo ayudará. Quería a su alfa. Luke, se sentía tan culpable de haberle pedido un momento a solas. Debió haberle pedido que se quedará, quizá eso no estaría pasando. Aquello parecía un mal sueño, uno muy real.

Necesitaba despertar y proteger a su bebe. Su niño. Quería despertar de esa horrible pesadilla. Por más que luchaba para poder moverse, era inútil.

Todo se venía abajo, tenía la garganta cerrada y tanto como su corazón y su mente se sentían en una confusión terrible.

Quería a su bebe...

Una lágrima salió de lo más profundo de su ser, intentando aliviar su corazón.

Menta Granizada, una extraña combinación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora