Capítulo 40: Decisión, parte 4.

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—Luke...— gimió mientras se apoyaba sobre el hombros del mencionado estaba ligeramente sonrojado—. Nadie viene aquí...

—Tranquilo, será rápido —decía mientras con su mano libre acarició el miembro erecto del omega y tocaba su entrada—. Estas muy mojado Ronnie... ¿Por qué viniste al hospital?

—Es qué... Estaba sangrando y me desmayé.

—¿Que? —pudo ver el auténtico terror en la cara del alfa. Inclusive dejó de tocarlo—. ¿Por qué no me dijiste eso antes?

—Es qué— unió sus dedos, y sus mejillas estaban levemente sonrojadas—. No quería preocuparte.

—¿Qué paso?

—Por intentar levantar quinientos kilos...

—¡Ronnie!

—Tranquilo, ya me siento bien... parece que solo fue que me esforcé demasiado y Alex me dio los medicamentos... Así que ya no hay peligro.

—Alex es un idiota, ven déjame revisarte— Ronnie obedeció y expuso su retaguardia a Luke que sacó unos guates de látex del bolsillo de la bata y se los puso.

—Esto te va a doler un poco —Ronnie podía sentir el látex el la piel y como entraba, intentaba no correrse. Aquella situación, lo estaba excitando mucho. Hasta que sintió una extraña sensación.

—Luke, para —apretó los dientes.

—Resiste un poco más —Ronnie estaba más que sonrojado, no sabía si era por que Luke lo estaba revisando y se sentía muy bien—. Bien ya terminé, afortunadamente solo fue un pequeño sangrado. Odio admitirlo, pero si Alex te puso el medicamento significa que vas a estar bien... Bueno, dependiendo de lo que quieras...

—Si, yo ahora te quiero a ti... —acarició la entrepierna de Luke.

El alfa tragó saliva, estaba rojo como un tomate, Ronnie desabrochó el pantalón dejando libre la erección.

—Haces lo que haces conmigo con todos tus pacientes —dijo levemente serio, agarrando el miembro de Luke con un poco de fuerza mientras se arrodillaba.

—Auch —se quejó el peligro —no, por lo general se hacen análisis y ah— se le escapó un gemido al ver como Ronnie metía su miembro en la boca—, los palpado se hacen con tres personas presentes, el doctor, el paciente, un acompañante y un policía.

Ninguno de los dos apartaba la mirada del otro y el omega paró un instante para pararse y darle la espalda a Luke.

—¿Por qué tantas personas? —con la ayuda de Luke se unieron… Ambos jadearon, el alfa lo abrazó y roso sin querer el vientre del omega disimulo aquél movimiento agarrando los pectorales de Ronnie para apretar sus botoncitos y dejar marcas de besos en la espalda y cuello.

El grandote movía las caderas, despacio sin preocuparse.

—Para prevenir cualquier caso de abuso o algo así... Ronnie, me vuelves loco— agarró las caderas del omega para ayudarlo a moverse.

—Luke... Luke —gimoteaba, perdió el equilibrio y casi cae pero los fuertes brazos de su alfa lo detuvieron antes de lastimarse y sin querer lo atrajo hasta él, metiéndose casi por completo. Ronnie ahogó un gemido y se apoyó en el suelo con las palmas de las manos.

—Rayos— se le escaparon unas lagrimas.

—¿Estas bien?

—Si, solo se siente raro y quiero venirme.

—Tranquilo, arrodíllate bien —sin separarse se acomodaron en el piso—, ya casi termino —dijo aun sosteniendo la cadera del omega penetrando una y otra vez.

Menta Granizada, una extraña combinación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora