C&C: El Sistema de Red Alert en el Mundo Anime

Capítulo 14: Otra fortaleza, el interior ya se ha derrumbado

Sebastian siguió a Kameda con sus tropas y se dirigió hacia la fortaleza del oponente. En el camino, Kameda estaba muy perturbado, no sabía quién era Sebastian. ¿Por qué estos soldados seguían y obedecían sus órdenes? Una serie de preguntas hicieron que Kameda no pudiera entender. Y ahora no se atrevía a tener ningún pensamiento en absoluto, por miedo a que los soldados detrás de él le dispararan de repente.

"Detente." En ese momento, Sebastian dijo algo de repente y su equipo de siete miembros se detuvo al mismo tiempo.

"¡¿Qué pasa?!" Las palabras de Sebastian hicieron que Kameda entrara en pánico e incluso sospechara que la otra parte planeaba matarlo, "Aún no hemos llegado al destino, por favor no me mates..."

Pero Sebastián lo ignoró y continuó: "No.3 y No.4, ustedes dos síganme, y el resto esperen".

Después de decir eso, Sebastian tomó dos infanterías y las llevó a la distancia. Iba a manifestar las cuatro infanterías que acababa de crear. Maresato y Alice estaban presentes, y Sebastian las traería de regreso a la academia para expandir la mano de obra, por lo que no iba a exponer sus capacidades frente a ellas.

Sebastian va a manifestar a los cuatro soldados nuevamente cuando los demás no puedan verlos. Cuando creó otras unidades antes, también las trajo de regreso a la fortaleza después de salir a recolectar suministros.

Aunque no explicó el origen de estos soldados a los demás en ese momento, ya había elaborado una explicación adecuada. Este es el escuadrón que vino a unirse a Sebastian, ya que su organización inventada ya había penetrado en la tierra de Japón. Esto hace que su identidad sea más confusa a los ojos de los demás.

En este momento, Sebastián ya había llevado a sus dos subordinados a un lugar fuera de la vista de los demás, materializó a los cuatro infantes y luego regresó al frente de los demás.

"¿Ha aumentado el número de soldados? ¿Podría ser que haya más soldados aquí?" Al mirar al escuadrón de infantería frente a él, el corazón de Kameda se aceleró de repente y, como todos los demás, pensó que la identidad de Sebastian no era sencilla.

Pensando en esto, Kameda sintió un poco de miedo e incluso comenzó a lamentar haber querido presumir cuando tomó la iniciativa de perseguir a Maresato. Si no sales, no te encontrarás con este tipo de cosas en absoluto. Y Sebastian le pidió que lo llevara a la fortaleza, ¿con qué propósito?

"Sigue adelante." Sebastian no prestó atención a la sorpresa de Kameda, pero le ordenó que continuara liderando el camino con indiferencia.

Después de caminar durante media hora, Sebastian y los demás finalmente llegaron a su destino, un enorme edificio de apartamentos bajo el liderazgo de Kameda. Solo hay unos pocos zombis dispersos por los alrededores y parece que la gente dentro de la fortaleza se ha ocupado de ellos.

El edificio no se veía diferente de otros edificios, pero Sebastian notó que varias puertas de entrada en el primer piso del edificio estaban cerradas, y todo tipo de bloqueos estaban dispuestos afuera, bloqueando las puertas en vivo, y a través de los huecos en la cerca, se puede ver claramente que hay muchos obstáculos apilados en el interior, y el interior de la puerta también está lleno. Solo una puerta no está completamente cerrada, y esa debería ser la única entrada y salida del edificio. Parecía haber luces brillando sobre los edificios altos. No hay duda de que la gente vivía en el edificio, y de hecho era una fortaleza de supervivientes.

Los cuatro soldados de infantería vigilan atentamente las distintas ventanas del edificio para evitar ataques furtivos o de francotiradores desde el otro lado, incluso si tienen capacidades de combate más fuertes. Mientras exista alguna amenaza para ellos, estos soldados atacarán primero a mayor velocidad.

—Abre la puerta—susurró Sebastián en el oído de Kameda, con un fuerte tono asesino.

Aunque no lo dijo, Kameda sabía el significado de las palabras de Sebastian sin importar lo estúpido que fuera. Mientras hagas cualquier pequeño movimiento, debe haber un solo final. Él lo sabía, por eso no se atrevió a actuar precipitadamente.

—¡Abre la puerta! —Kameda respiró profundamente, luego caminó hacia adelante y gritó. En la fortaleza, los demás sobrevivientes deambulaban en desorden.

"¿Kameda has vuelto?"

"¿Quién es ese grupo de personas que lo sigue?"

"¿Es el ejército? ¿Podría ser el ejército del gobierno?"

"¡Abran la puerta!" Estas personas estaban extasiadas, pensando que el gobierno había enviado tropas para salvarse, y abrieron la puerta sin pensar en otras cosas.

"¡Ve y díselo al jefe!"

En el quinto piso del edificio, un hombre estaba recostado en el sofá, disfrutando tranquilamente de la comida y la cerveza en la mesa. Él es el líder de esta fortaleza, Watanabe Jiro. Watanabe Jiro era originalmente un miembro de una pandilla con una personalidad muy cruel, y la gente a su alrededor lo evitaba.

Él y sus seguidores fueron encarcelados hace unos años por causar problemas y peleas, y luego de que estalló la crisis y la caída de la prisión, casi todos los criminales adentro escaparon y Watanabe Jiro es uno de ellos.

Después de que él y los demás supervivientes se escondieran en este edificio y establecieran una fortaleza, afirmó ser el líder y controlar los materiales del edificio. Al principio, algunas personas pusieron objeciones, pero Watanabe y sus seguidores les dieron una lección severa y los golpearon violentamente. Maresato también es uno de ellos, y las cicatrices en su cuerpo también son causadas por esto.

Un día antes, otro superviviente se había enfrentado a él y Watanabe lo había matado a cuchilladas sin dudarlo. Aunque solía ser miembro de una banda, nunca había matado a nadie y, como mucho, había herido gravemente a otros. Pero ahora Watanabe ya sabía que la ley no tenía efecto, así que, para consolidar su autoridad, mataba a gente sin dudarlo.

En este tipo de lugar, sólo los que tienen poder tienen derecho a hablar. Innumerables supervivientes se han convertido en seguidores y subordinados de Watanabe. Aunque el resto no está satisfecho con Watanabe, no se atreven a oponerse abiertamente a su gobierno.

Tras tomar el poder, Watanabe se volvió más arbitrario y podía saquearlo todo sin restricciones. En menos de tres días, se produjo una tendencia al colapso moral en este bastión.

En el edificio había comida que los demás supervivientes habían conseguido con mucho esfuerzo, pero él sólo compartía un poco con los demás cada día, mientras él y sus grupos la despilfarraban. Y cualquiera que esconda comida será linchado por él.

Watanabe y sus hombres incluso utilizaron a las mujeres jóvenes entre los sobrevivientes como herramientas para desahogar sus deseos, convirtiendo esta fortaleza en un terrible purgatorio en la tierra.