Mi gran sueño... Romeo Santos ¡¡SEGUNDA TEMPORADA!! [COMPLETA]

Capítulo 16: TODO VUELVE A LA NORMALIDAD!

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Tenerlo tan cerca provocaba que perdiera la razón, lo extrañaba y lo deseaba más que nunca, deseaba besar sus labios y volver a ser suya como la primera vez, pero no.

-No Anthony, primero debemos hablar --respondí alejándome--

-No quiero separarme de ti --dijo agachando la cabeza--

-Mañana hablaremos si? --dije levantando su rostro--

-Por lo menos déjame dormir contigo, abrasarte, despertar contigo por la mañana..

-Anthony...

-Por favor --suplicó--

Y a eso no me pude resistir, me puse el pijama y él solamente quedó en boxers.

Era tan lindo tenerlo tan cerca, los dos acostados intentando dormir, teniendo su cabeza apoyada en mi cuello y con sus dos manos sujetando mi cintura...

-Esto es absurdo, sabes? quiero hacerte mía ahora!

-Anthony, no hagas que vaya a dormir en el sofá..

-Déjame besarte... --contestó--

-Mañana..

-Por favor...

-An..

No pude terminar de pronunciar su nombre porque sus labios ya se encontraban pegados a los míos, dándonos un beso, el beso que tanto deseábamos por parte de los dos.

Era imposible alejarme de él, sus besos, sus caricias. Nadie podría hacerme sentir como me hace sentir él.

Él es el amor de mi vida y no lo quiero perder tan rápido...

-Paraa... estás seguro que no estás ebrio? --pregunté alejándome de sus labios--

-Claro que no, estoy perfecto, estoy perfecto así contigo --dijo mirándome a los ojos--

Volvió a besarme desesperadamente, y lo volví a alejar...

-Déjame hablar ...

-Dime... --dijo besándome--

-No voy a separarme de ti, lucharemos por nuestra familia juntos --contesté--

Él se quedó viéndome por unos segundos y sus ojos volvieron a brillar, automáticamente una sonrisa invadió su rostro, e inmediatamente provocó quitarme una sonrisa a mi también.

-Te amo.. te amo.. te juro... no sé que haría sin ti --dijo dándome un tierno beso--

-Escúchame bien, que sea la última vez que haces algo así, te juro que la próxima te olvidas de mí para siempre --advertí--

-Te lo prometo, no volverá a pasar jamás. No te quiero perder --contestó--

-Mañana hablaremos de esto... --respondí--

El beso otra vez se profundizó y cada vez subía más la temperatura. Como por arte de magia, quitó mi pequeña musculosa que usaba de pijama y luego mi sostén, para que nuestros cuerpos rozaran desnudos como la última vez.

Era tan excitante tenerlo encima de mí, besándome, haciéndome suya como la primera vez, como si no hubiera un mañana.

Sus ojos mirándome fijamente en cada momento, su lengua recorriendo cada centímetro de mi piel. Haciéndome sentir suya como sólo él sabía hacerlo.

Su torso morocho invadido por una capa de sudor, mientras mordía su labio inferior por producto del placer, eran imágenes que quería guardarlas para toda la vida.