Mi gran sueño... Romeo Santos ¡¡SEGUNDA TEMPORADA!! [COMPLETA]

Capítulo 21: CELOS

Desperté cuando la luz comenzó a molestar mi vista. Sentí un peso en mi pecho, dirigí la vista a esa dirección y me encontré con una de las mejores imágenes de mi vida.

Eugenia, el amor de mi vida, durmiendo mientras apoyaba su cabeza en mi pecho, nuestros cuerpos desnudos y sólo cubiertos por unas sábanas blancas.

Recordé lo que había pasado anoche, lo bien que me la pase todo el día por mi cumpleaños y me fue inevitable empezar el día con una sonrisa.

Me gustaría despertar todas las mañanas y tenerla así, a mi lado, durmiendo como un ángel. Despertar y lo primero que vea sea ella. La amaba, la amaba con locura y nadie nunca quitaría todo este amor tan grande que siento por ella.

-Qué tanto me miras? --preguntó con su voz de dormida, aún sin moverse--

Sonreí de nuevo cuando escuché esa pregunta... ¿Qué le miraba? 

Literalmente hablando, estaba mirando la hermosa vida que había construido a su lado, la hermosa familia que tenemos, el giro que le dio a mi vida cuando ella apareció y lo feliz que me hacía tenerla cerca.

-La hermosa esposa que tengo a mi lado. --contesté--

-No te imaginas lo mucho que extrañaba despertar y tenerte a mi lado. --respondió sonriendo--

-Esto se me está haciendo eterno. No veo la hora de que estés a mi lado cada mañana, todo el tiempo. ¿Te queda aún mucho trabajo con ese? --pregunté--

-Anthony, no quiero comenzar la mañana peleando,  ''ese'' que tu llamas es mi jefe, pero sobre todo mi amigo y si, todavía nos queda mucho trabajo. --respondió--

-Tú misma me enseñaste que la amistad entre el hombre y la mujer no existe. ¿Acaso, tú ves que yo tenga una amiga?.

-Y ni se te ocurra tenerla. --respondió amenazante-- ¿Por qué dices que yo te demostré que no existe? Entre él y yo si existe. Es muy buen amigo y nunca ha pasado nada entre nosotros, los dos tenemos las cosas muy claras. 

-Te acuerdas cuando estabas con Royce?, que tú y yo eramos amigos? cuando duró esa amistad? --contesté--

-Anthony..

-Responde. 

-Yo te amaba, desde el primer momento. Yo no amaba a Royce. Este caso es diferente, estamos casados, tenemos una hija, te amo con toda la vida y no pienso engañarte con nadie. 

-Esta bien. --contesté--

La verdad es que moría de celos cada vez que escuchaba el nombre ''David'' salir de su boca. Me importaba tres cominos que fuera su amigo, que la cuidara, que estuviera con ella, que la escuchara, para eso estaba yo, su marido. 

No sé si eran celos o miedo de perderla. Creo que era una mezcla de todo que lo único que hacían era imaginarme cosas y pensar mal de ellos. A veces no quisiera pensarlo, pero es algo más fuerte que yo. 

No creo en la amistad entre el hombre y la mujer porque yo también he tenido ''amigas'' y la verdad que con todas las ''amigas'' que había tenido, me terminé acostando o besando y hasta ahí llegó nuestra ''amistad'', porque luego nos convertíamos en amantes. 

Nunca tuve una amiga sólo para contarle cosas, darnos consejos, etc. 

Ahora si la tengo y es mi esposa, y espero que ella también piense que soy su amigo, aunque ya tiene a otro.