Capítulo 43: DI QUE NO ME AMAS.

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Me levanté de la cama como pude, me di una ducha de agua caliente, lavé mis dientes y me vestí. Tomé las llaves del coche y salí para el juzgado. 



Llegué al lugar, bajé del auto y me quedé ahí apoyado de brazos cruzados esperando que Eugenia llegara. Eran las 7:45 am. Por lo tanto no demoraría mucho en llegar. 


Los recuerdos de los momentos a su lado se me pasaban en la mente como flashes, cada palabra, cada caricia, cada susurro, cada noche, cada día, cada beso. Aún puedo recordar como todo sucedió, como la conocí, como poco a poco me fui enamorando de ella. 

Nuestros primeros encuentros en la playa, nuestra primera vez en aquel apartamento, nuestro duelo del bebé que perdimos, el nacimiento de nuestra hija, en fin.. un millón de recuerdos y momentos a su lado que nunca voy a poder olvidar. Ella será siempre la única mujer en mi vida, nunca habrá espacio para otra en mi corazón. Sé que la voy a amar por el resto de mi vida y es tanto lo que la amo que tengo que dejarla ser feliz. Si ella es feliz con el idiota de Bisbal yo me alejaré. Por más que me duela tendré que seguir con mi vida sin ella. 


En frente de mí frena un auto y notó que dentro de él está Eugenia. Le da un beso en los labios a David que me hace morir de celos y baja del coche. Lleva un vestido negro junto a unos tacones negros. Su pelo está un poco alborotado y la hacer ver hermosa. Sus preciosos ojos azules me están mirando y siento como si todo se cayera a mis píes. 


-¿Entramos? --preguntó.

-No. --dije serio.

-¿Me estás tomando el pelo?

-No. Te dije que quiero hablar contigo y hasta que no hablemos no voy a entrar.

-Anthony, no hagas las cosas más difíciles. 

-Por favor. Hace una semana estoy intentando hablar contigo y no puedo.

-Está bien, está bien.



La terminé convenciendo y ahora estamos en una cafetería. El cielo parece gris y que una horrible tormenta está por llegar.

Ella toma asiento en silencio y pide su orden al igual que yo.


-Bueno empieza que no hay mucho tiempo. 

-Tenías razón. Soy un idiota, un estúpido, un puto cabrón y ahora estoy desesperado. No sé que hacer para arreglar todos los errores que he cometido contigo, todo lo que te hice sufrir y lo que te lastimé. 

-¿Y a que se debe ese cambio tan repentino? --preguntó irónica.

-Eiza, Royce, Vanessa y mi propia madre, armaron todo esto para que tú y yo nos separemos. Ellos te pusieron un detective y fue él quien sacó esa foto de Bisbal y tú. Yo soy un loco, un loco y te amaba, te amaba con locura. Mi madre y Vanessa me conocen muy bien. Sabían que me iba a volver loco al ver esa foto y que iba a cometer todas esas locuras y mierdas que hice. Aún no puedo creer como planearon todo para separarnos, lo peor es que lo lograron, eso es lo que más me duele. Y mi madre.. mi madre metida en todo esto, no lo puedo creer..


Ella se quedó callada, sin decir nada. Parecía que estaba reflexionando cada palabra que había dicho y estaba pensando una muy buena respuesta para responderme. 


-La verdad estoy un poco sorprendida con todo lo que me dices. No sé porque pero te creo. De todas maneras eso no justifica todo lo que hiciste. Desconfiaste de mí, eso es una de la cosas que más me dolió. --una lágrima de mi mejilla cayó--  No tienes que echarle la culpa a tu madre y a esos tres idiotas por querer separarnos. A ti nadie te puso una pistola en la cabeza para que me engañarás con esas dos zorras. Una cosa no justifica la otra y no entiendo cual querías que fuera mi respuesta después de esto. Tú no te imaginas todo lo que yo sufrí, lo que me dolió cada una de las cosas que me hiciste, yo te amaba, te amaba como a nada en el mundo y tú me lastimaste como nadie.

-Ya lo sé, ya lo sé. Soy un idiota. Ya lo sé Euge. Te pido perdón, perdón por todo lo que te hice. Sé que no tiene mucho sentido pedir perdón después de todo lo que te hice, pero lo tengo que hacer. Lo hago porque te amo y te voy a amar toda mi vida. Estaba ciego, enfermo en celos, era otra persona. Yo nunca te hubiese engañado en mi vida. Sé que lo hecho, hecho está, no voy a poder arreglar el pasado. Sólo quiero que me perdones, que me des una oportunidad. 

-No Anthony no. Te estás confundiendo, ¿no te acuerdas todo lo que me hiciste? Primero que nada desconfiaste de mí, me trataste mal, me hablaste mal y me ignoraste por muchos meses. Segundo me engañaste, me engañaste por despecho, por celos, por desconfianza. Tercero me echaste de tu casa, de nuestra casa, de la casa de tu hija, me echaste como un perro. Y cuarto hace unas semanas me llamaste perra, si como lo oyes PERRA. Sin contar todas las noches y días que lloré durante meses, todo lo que pasé. No mereces mi perdón. No puedo. Ahora estoy bien con David, él nunca me mentiría. Es una excelente persona, me cuida, me respeta, me es fiel y me ama. ¿Te parece que te puedo perdonar?. Ahora no vale de nada llorar.


Lágrimas y más lágrimas caían de mis mejillas. Parecía una nena de 10 años cuando le quitan su muñeca. Un puto pendejo llorando porque perdió a la mujer de su vida por celos. Por putos celos. 



-No sé que hacer, joder, estoy desesperado. Me duele, me duele el pecho de solamente imaginarte con otro, de pensar un futuro sin ti. Te quiero para el resto de mi vida Eugenia. Sé que no te merezco y que quizás seas feliz con él. Yo no te quiero seguir arruinando la vida, pero te amo y no sé que hacer. Nunca me pasó esto, no sé como controlarlo. Estoy más arrepentido que nunca. Este es el error más grande que he echo en toda mi puta vida. No sabes lo que duele ser traicionado por tu propia madre y estar perdiendo al amor de tu vida. --limpié mis lágrimas. 

-No puedo. --comenzó a llorar-- No puedo Anthony. Quiero ser feliz, yo sé que en David está mi felicidad, quiero ser feliz. No puedo darte otra oportunidad. 

-Dime que no me amas y te juro que te firmo esos putos papeles del divorcio y no te vuelvo a molestar nunca más. Pero dímelo. Dime que no me amas, que lo amas a él y que eres feliz con él. Que ya te imaginas un futuro a su lado, que quieres estar toda la vida con él. Dímelo y te dejo en paz. 


Ella se quedó callada llorando. Los dos llorábamos sin importar que estábamos en una cafetería. Sabía que todavía sentía algo por mí. No podía rendirme así de fácil. No podía darle el divorcio así como así. No puedo. No me resigno a perderla. Tengo que recuperarla, tengo que recuperar su amor. 


-No lo hagas más difícil Anthony. Sabes que a tu lado sólo sufro. 

-¿Sólo sufres? ¿Todos los años que estuviste conmigo sufriste? Que yo sepa fueron los mejores años de mi vida y de la tuya también. No sé porque mierda tuvo que pasar esto ahora, pero es un obstáculo más que nos ha puesto Dios en nuestro camino. Tenemos que ser fuerte y enfrentarlo juntos. 

-Anthony cinco meses. Cinco meses han pasado desde que nos separamos. ¿Te parece que sea un obstáculo? No puedo volver contigo. No puedo. 


Se levantó de la mesa y se fue corriendo y llorando. La lluvia había empezado a caer y demostraba el dolor que ambos sentíamos. El amor es lo más fuerte que ha podido existir. No me voy a dar por vencido, voy a luchar por ella hasta que no tenga más fuerzas. 



No le iba a dar el divorcio. No podía firmar ese puto papel, ese sería el fin para siempre de nuestra relación y no lo quería. No quería el fin para lo nuestro. 



Mi gran sueño... Romeo Santos ¡¡SEGUNDA TEMPORADA!! [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora