Fórmula 1//Jegulus

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-Creo que tus padres me quieren.

-Quizá más que a mi- sonrie divertido.

-¿Él quien es?

-Mi hermano, murió.

-Me suena su cara.

-Éramos muy parecidos.

James asiente.

-¿Tu crees que...?

-¿Qué?

-No lo sé, podríamos...

-¿Podríamos?

-Juntarnos para charlar de F1.

-Ah sí, cuando quieras, ¿mañana?

-Mañana, ¿puedo pasarte a buscar y vamos a casa?

-Bien, como gustes. ¿Cocinarás tu?

-Sí, haré algo, bro.

-Claro, bro.

Ambos miran el suelo, incómodos.

-Que bueno que llamarán a Toto.

-Sí, Toto es el mejor.

James asiente.

-¿Te gustaría cambiar de escudería?

-Ferrari, tal vez- suspira- siempre quise ser uno de los rojos.

-Bueno, en un futuro...  ¿quién te dice que no?

-No sé, creo que ustedes dos seguirán para siempre con sus contratos. Y eso no está mal para mi.

-Bien, ¿de donde conoces a apolo?

-¿A Apolo?

-Sí.

-¿Por qué la seriedad? ¿estás celoso?

-¿Celoso? ¿yo? solo somos compañeros, ¿por qué estaría celoso?

-Quizá porque te puede robar el rival.

-Quizá.

-Apolo es el primo de Evan, conozco a los Rosier desde siempre.

-Ah.

-¿Por qué?

-Nada, no me da buena espina.

-Es muy divertida, divertido- se corrige- lo siento, tengo sueño.

-Te dejaré descansar- suspira tomando las llaves de su auto- ¿nos vemos mañana?

-Nos vemos mañana.

-Adios mi  Mercedes- saluda besando su mejilla.

-Ciao, bello Ferrari.

[...]

-¡NO!- grita James mirando el partido- muevete, imbecil.

-¿Qué haces?

-Miro el partido.

-¿No ibas por Regulus a las 17 hs?

-Sí.

-Son las 16:30, muévete si no quieres dejarlo plantado.

-Ah sí, gracias pa- toma su abrigo y corre a su Ferrari rojo.