Fórmula 1//Jegulus

7

-Bien, esta es la dinámica, compartirán un día completo, conociendo Arabia Saudita con la persona que tengan a su lado. Fortaleceremos lazos entre ustedes para que la competencia sea más llevadera.

-Potter no debió venir- opina Remus por lo bajo.

-Potter sirve para que Sirius se concentre, Potter ayuda. ¿Usted que hace? solo lo escuché quejarse, señor Lupin.

-No me gusta la gente- responde molesto.

Por esta razón, Sirius estuvo el resto del vuelo callado y casi sin respirar, no quería moverse para no molestarlo, Remus es muy... directo, muy hiriente y Sirius es más sensible, no podría soportar que lo trate así.

-Bien, recorran, no se pierdan ni se lastimen, nos vemos aquí en la noche.

[...]

-¡Yo quiero ir al Murabba Historical Palace!

-¡Yo a comer!

-Comiste en el avión, Potter.

-Disculpá por tener hambre.

-Engordarás- menciona con desagrado.

-¿Y?- detesta la gordofobia- Así se me engorda la polla también- responde dejándolo sin palabras, camina con una sonrisa triunfante.

[...]

Regulus lo mira comer mientras Potter chusmea su entorno.

-Esto está super rico ¿seguro que no quieres?

-Comí el desayuno del avión.

-Eso era una manzana y dejaste la mitad.

-Mi madre dice que debo mantener mi figura.

-Tu madre es una imbecil, debes nutrirte, mientras estés sano eso debería bastar. Puedes trabajar en tu figura comiendo más y bien.

-Discúlpame por querer ser lindo.

-Delgadez no es sinónimo de belleza.

-¿Qué te parece lindo?

-Todo.

-¿Todo?

-Sí, todo.

-¿Entonces te gustan los hombres también?

-Sí, ¿no queda claro?- Regulus se encoge de hombros.

-Bien, Mercedes, me iré. Le dirás al CEO que nos divertimos y yo iré a dormir, no te soporto.

-Ojalá te echen de Ferrari.

-¿Por qué? ¿me quieres tener en tu escudería?- pregunta coqueto.

-Quiero dejar de escucharte y ver tu horrorosa cara.

-Mueres por sentarte sobre mi cara, lindo- molesta dejando el dinero en la mesa y caminando a la salida.

-Lo odio- bufa Regulus- ¡mesero!- llama en inglés.

Pide un plato de todo y come molesto.

[...]

-James, ¿y Regulus?- pregunta el CEO de Ferrari. Potter durmió, se masturbó, miró una película y bajó a comer ahora.

James sonrie nervioso y lo busca con la mirada.

Regulus camina entrando del comedor del hotel, acercándose.

-Acá- sonrie tomándolo por la cintura- acá estamos.

-¿Cómo la pasaron?

-Genial, sobre todo el museo, ¿No, Jaimie?- Molesta Black.

-Mi parte favorita- sonrie falsamente Potter- y salimos a comer.

-Genial ¿qué más?

-Me la chupó ¿quiere detalles de eso?- molesta Regulus devolviéndole todo a James, es peor decírselo al CEO que bromear entre ellos.

-No, gracias. Me alegra que se lleven mejor.

-Muy- sonrie James incómodo.

El CEO se retira y Regulus empuja a Potter.

-No me toques.

-¿Te la chupé? ¿no se te ocurrió alguna cosa más creíble? Tienes más cara de atragantarte tu con mi polla que yo con la tuya.

-Eres un imbécil- golpea su pecho enojado

-¿Yo?

-Sí, si descubren que nos separamos nos sancionarán a los dos, solo pensé rápido.

-Entonces es lo que quieres- sonrie divertido- es lo primero que se te viene a la mente porque lo deseas.

-¡Claro que no! solo... se me ocurrió.

-Ajá.

-Vete a la mierda ¿sí?

-Como digas, chiquito.

El pelinegro toma un color rojo intenso.

¡¿Por qué James siempre le gana en esto?!

Remus ríe ante las payasadas de Sirius, no quiere interrumpir eso.

Está solo, muy solo.

James se sienta con Frank, su compañero de Ferrari, Redbull y casi todas las escuderías lo rodean.

Pero él no encaja ahí, y tampoco hay sillas. Parece que no encaja en el comedor.

Él está solo.

James sube la mirada y lo encuentra parado en medio del comedor con lágrima en los ojos.

Sus valores morales no permiten que abandone a su enemigo.

Potter toma la bandeja de Regulus entre sus manos y la coloca en su lugar, alejando su comida.

Arrastra a Regulus a su lugar y él se queda parado detrás, mientras sigue charlando con Frank.

Black lo mira confundido.

-Sí, es eso- responde James sonriente, Frank comienza otra historia, nadie parece mirarlo mal- Come- susurra en su oído.

Regulus lo mira, pero James no lo mira.

Black come en silencio mientras escucha las historias graciosas de sus compañeros. James abandonó su comida por él.

Una vez que Regulus termina se levanta, agradece y se aleja, James vuelve a sentarse y come su cena ya fría. 

Pero no interesa, no puede ver a Regulus triste.

Molesto sí, pero no triste.

-Ey- saluda Remus- ¿vamos a dormir?

-Sí- responde mirando a James- vamos.

-¿Qué pasó?

-Nada importante, ¿cómo te fue a ti?

-Divertido, olvidaba lo tarado y gracioso que era Black.

-Te gusta, ¿por qué no le das una oportunidad?

-No lo sé, nunca lo pensé.

Regulus asiente.

-No había más lugares- suelta mientras el ascensor sube- Potter me cedió el suyo.

-Sí, vi.

-Su comida se enfrió.

-James es bueno, solo que muy competitivo.

Regulus asiente.

-Hay que centrarnos en la carrera- suspira- mañana tenemos las prácticas, ¿estás listo?

-Siempre.