Capítulo 23

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DÍA DE CAZA

En una casa abandonada a las afueras de una ciudad se encontraba Garou, conocido cómo "El Cazador de Héroes" despertando del sueño de anoche notando a la niña llamada Eri durmiendo sobre su abdomen a su lado izquierdo, seguramente no quería estar sola anoche y se acercó al albino por seguridad, esto molestó un poco a Garou, no estaba acostumbrado a que se le acerquen tanto, mucho menos con tanta confianza, pero en parte la entendía al sólo especular cómo era su vida antes de haberlo conocido. Garou se levantó un poco brusco despertando a Eri.

Eri: *frotando sus ojos* B-Buenos días G-Garou...

Garou: *bosteza* Buenos días niña, ya sabes lo de siempre, regresaré en unos minutos, y no te vayas lejos de la casa, ¿Entendiste, mocosa?

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Garou: *bosteza* Buenos días niña, ya sabes lo de siempre, regresaré en unos minutos, y no te vayas lejos de la casa, ¿Entendiste, mocosa?

Garou: *bosteza* Buenos días niña, ya sabes lo de siempre, regresaré en unos minutos, y no te vayas lejos de la casa, ¿Entendiste, mocosa?

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Eri: *asiente* S-Si...

Garou: Bien, nos vemos luego.

El peliblanco salió de la casa no sin antes poner unos arbustos por las ventanas y la puerta para que a nadie se le ocurra entrar en ella, esto era de rutina, mientras Eri se quedaba en la casa jugando con lo que encontrara, Garou salía a calentar y a cazar héroes cercanos para luego llevar comida para compartir con la niña. Desde hace varias semanas ambos han comenzado a relacionarse cada vez más aunque no lo pareciera, desde que escucharon sobre la invasión de los aliens, Garou se había visto tentado a ir a pelear, pero decidió no hacerlo por Eri.

No porque la quisiera, sino porque sabía que si la dejaba sola mucho tiempo seguramente algún ladrón o vagabundo intentaría entrar a la casa, y con las marcas que tenía la niña bajo sus vendajes, tenía claro que lo que menos necesitaba ella era estar mucho tiempo sola, cosa que se demostraba antes cuando Garou salía, pero con el tiempo ella se fue acostumbrando a esa rutina diaria, encontrando unos clavos con los que podía dibujar en las paredes de madera de la casa para entretenerse en lo que regresaba el albino, sabía que podía contar con que él regresaría.

Al adentrarse en la ciudad, decidió rondar las zonas de restaurantes, solía encontrarse buenas presas en esos lugares, básicamente cómo un depredador yendo al territorio donde abundan las presas, y esta vez no sería la excepción, puesto que uno de los héroes profesionales de Japón estaba ahí comiendo un desayuno muy apetitoso, siendo el héroe Gunhead.

ONE PUNCH FOR ALLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora