Izuku en Danmachi (Pausada)

LXIII

— El estruendo provocó un manto de polvo que hizo sombra en gran parte del área del campo de batalla. Y semejante a un rugido lento, el sonido se tardaba en cesár.
   La escena, que se reflejaba en las pantallas azules, también se reflejaba en la gran esfera de cristal que el dios Ouranos tenía en su sótano privado.
   Quedó expectante mientras era curado por Yuuji —

— Es un gigante...destrozó a los hermanos Gulliver en el primer segundo de la pelea —reveló, sorprendiendo al peli-negro de tal hazaña— Derrotar a niveles 3 se considera difícil, ya que tienen una velocidad y fuerza increíble —calló durante unos instantes— ...

— La primera clase, la clase especial, trata sobre eso. Persona tan fuertes que es imposible darles una clase; ni modo que digamos que son de clase cero, o clase menos uno —curando las heridas del mayor— ...A todo esto —alzó la mirada— No estás tan dañado, ni tampoco haz sido convocado hacia el paraíso.

— Hace parte del contrato divino que he echo conmigo mismo, hace cientos de años; "Arcanum" devuelve un 95% de la potencia total dañina a mi adversario o trampa, siempre y cuando se haya visto superior en cantidad de magia imbuida —suspirando— Supongo que no ir al cielo es algo que naturalmente puedo hacer —estoico— ...Aún sigue con vida.

— Sí, pude verlo también. Sin embargo, le dejamos en claro que no tenemos miedo...

— No trata de tener o no tener miedo. Perdimos una oportunidad, y por si no fuera poco, estamos amarrados a un juego de guerra innecesario —con semblante serio— Y estás reglas...no deberían de ser posibles.

— Yuuji quedó en silencio.
   No sabía qué decir, y ni siquiera sabía si de verdad hablar. Difícil era pronunciar una sola palabra, sabiendo que no dirás lo correcto.
   Tenía ganas de hacer algo al respecto; estos juegos de guerra le traían mal augurio —

— ...

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[—Hace 364 años - Orario Antigua—]

— Antes, los juegos de guerra eran en un coliseo (a lo romano), con dos participantes y un público que veía aparte de las dos o más familias involucradas.
   Y en los túneles de uno de los dos que habían en polos opuestos del escenario, un peli-rojo chico se encontraba con Inoue Yuuji, su mejor amigo.
   Ken Ishii, capitán de la familia Hestia... —

— Yuuji...

— Ken —pronunció su nombre cruzado de brazos— Pareces confiado. ¿Qué te hace pensar que ganas a Ottar, "El Rey"? —frunció el seño con una mirada oscura— Vete.

— Tengo mis trucos, Yuuji, no desmerezcas el trabajo de otros; un héroe no hace eso... —siguió caminando, parando a un lado de su compañero—

— ... —no le prestó atención y caminó en dirección contraria— No mueras.

— ¿Es una advertencia...?

— (Yuuji pov.) Me sorprendí en aquel momento. Qué supiera de los planes era peligroso, aparte de inconveniente, ya que obviamente íbamos tras él...
   Fué por eso que me quedé como roca parado con mirada desconcertante, preguntándome si lo sabría, o me estaba jugando una de sus bromas —

— Ganaré —prosiguió con su camino con una mirada tranquila— Incluso si muero, la próxima generación será mucho mejor que yo, mucho mejor que tú, y mucho mejor que Ottar —sin vacilar afirmaba— Seré irrelevante de aquí hasta el fin del mundo, ya que los héroes que se forman en juventud quedan hasta la vejez. Y los que no lo comprenden, son los mismos jueces que los mandan a la guerra —volteó la mirada hacia Yuuji—