~36

703 65 11
                                    

La señora Cremanata se encontraba en su saloncito tomando el té mientras leía hasta que fue interrumpida por Royer.

- Señora, la buscan - aviso con formalidad el hombre de cabello canoso

Jane confundida dejo lo que estaba haciendo levantándose del pequeño sofá azul cielo y seguir al hombre hasta la entrada de su casa donde se llevó la grata sorpresa de ver a Max observando fijamente una de las pinturas de Bradley colgada a la pared, la más grande de hecho, que estaba junto a otras familiares o de objetos irrelevantes. La mujer con una sonrisa se acercó a él lentamente y despacio evitando hacer ruido para no sacarlo de su fijación parándose justo a su lado y dirigir su mirada al mismo cuadro.

- Es precioso ¿No es así? - le pregunto sonriente aún sin apartar la vista del cuadro

Max se asusto por un momento al notar la presencia de la pelinegra a su lado, luego se calmo y asintiendo regreso sus ojos a la pintura.

- Si... Si así es... - concordó con una voz suave

- Podré ser algo distraída pero recuerdos como este jamás salen de mi cabeza. Ese día tenía apenas 10 años, fue su cumpleaños. Todo el mundo le tomaba fotografías pero al señor cremanata le encantan las cosas a la antigua por lo que hizo una pintura de una de esas fotografías.

- ¿Pinta? - preguntó Max sorprendido, le parecía increíble que a ese hombre le gustará hacer una actividad que lleva sentimientos y corazón en ello cuando eso es algo que, aparentemente, no tiene.

- Uy si, le fascina, pero no lo hace muy seguido. El día en que lo termino quiso entregárselo como un presente a querido Bradley, pero le avergonzó tanto... - dijo entre pequeñas risas - al final le terminó diciendo que uno de los mejores pintores de París lo hizo para él y que había sido petición mía. Yo le seguí el juego porque creí que era lo más apropiado y no quería que se sintiera apenado ante su hijo. Bradley por supuesto nunca se enteró y posiblemente ya no lo recuerda pero cuando él era muy pequeño él era su adoración aunque no se lo demostraba mucho. Era muy tímido y reservado para esas cosas, no parece evidente pero lo quiere demasiado.

- No lo creo... Cuando alguien ama no se le trata de la manera en que lo hace con Brad y mucho menos con usted.

- Ha cambiado bastante, cuando lo conocí era un joven tan dulce y apasionado, lleno de sueños y alegría- explico la mujer nostálgica

- ¿Y qué pasó? Porque no parece que estemos hablando del mismo tipo - preguntó Max volteando a verla

- Ojalá lo supiera, pero mi querido señor cremanata siempre ha estado lleno de misterios. Era un caballero en su juventud y la pintura era lo que lo llenaba de vida y daba sentido a su vida. Pero luego de la boda... Comenzó a mostrar señales de que todo sería diferente a como yo lo había pensado. Podría decirte que quizás eran engaños pero mi corazón sabe perfectamente que no era así, sus acciones y palabras eran sinceras.

Max pensó por unos segundos sobre lo que acababa de escuchar, se me venían mil teorías a la cabeza y todas y cada una de ellas iban en contra al plan que tenía en un principio.

- ¿Esta él aquí ahora?

- No, el se fue ya hace algunas horas y dijo que no volvería hasta ya muy tarde - respondió la mujer

Algunos minutos después Max estaba buscando entre los cajones del escritorio del padre de Bradley, no sabía que buscaba ni para que pero algo dentro de él le decía que era necesario. Mientras buscaba estaba fascinado por los muebles que tenía esa habitación, todo al rededor de veía verdaderamente antiguo, como si estuviera en el siglo XVIII. Y más que eso, todo se veía perfectamente bien cuidado y en perfecto estado. Finalmente decidió no prestarle más atención y saco una hoja de papel ligeramente doblada por la mitad, aunque el papel se notaba ya bastante viejo. Al extenderla el pelinegro comenzó a leer lo que tenía en su interior en voz alta.

Bad Romance ~ Maxley - cafeypanconazucar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora