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El vuelo hacia París transcurrió con tranquilidad. El grupo tuvo que separarse ya que los demás creían que este viaje y su objetivo solo les correspondían a ellos y no se sentían muy cómodos aprovechándose de un viaje que solo Bradley pagaba. En vuelos separados los cuatro volvieron a Estados Unidos mientras que Max y Bradley tuvieron su destino en París.

Apenas llegaron Max se maravillo con la vista que tenía, cada viaje era una nueva experiencia que, a pesar de que en su juventud no era muy de su interés conocer, si que lo tenía asombrado.

— Esto es emocionante, todo se ve increíble — señaló Max mirando todo a su al rededor maravillado

— Y espera a que vayamos a dar todo el recorrido, pero primero hay que ir al hotel.

Ambos se operaron en la plaza de las victorias que en su momento fue un hotel de París, aunque no tan elegante ni reconocido, era muy lindo y con habitaciones muy cómodas. Apenas entraron Max se lanzo a la cama recostando se sobre ella mientras que Bradley atendía llamadas del trabajo con un tono serio y en algunas ocasiones estricto. Recargandose en el marco de una ventana aún sumido en su conversación de negocios Max lo miro fijamente y con una sonrisa. Aunque no era el deseo de Bradley ser obligado a responsabilizarse con la compañía hotelera de su familia lo hacía con profesionalismo y se tomaba muy en serio lo de hacer las cosas bien, eso era algo que el admiraba y mucho.

— Lo discutiremos apenas regrese — colgando la llamada suspiro con frustración

— ¿Problemas? — preguntó Max aún recostado en la cama mirando hacia él

— Digamos que si, me hicieron caso y mejoraron el personal y las contrataciones pero aún así el rendimiento sigue disminuyendo debido a la falta de hospedajes. Tal parece que si se trata de la estética, no muchos disfrutan el estilo "anticuado". No soy muy bueno en eso de diseño de interiores ni mucho menos así que no se muy bien que hacer — confesó llevándose una mano a la nuca debido al estrés

— Creí que eran tus vacaciones y te veo más estresado que cuando te volví a ver en el café.

— Lo se pero ya lo resolveré — respondió

— Muero de hambre ¿Hay algún lado donde podamos comer o pedimos algo a la habitación?

— Hay varios lugares pero si te soy sincero, estoy agotado — exhausto el castaño se recostó en la cama — lo mejor será que pida a la habitación.

Max solo le dio una ligera sonrisa burlona como respuesta.

Bradley aún recostado alcanzo el teléfono de la habitación y llamo a servicio a la habitación.

— Bonjour, je voudrais demander le service d'étage. — dijo el castaño con amabilidad

Sin embargo, a los ojos de Max más bien sonó con un tono seductor, la voz de Bradley cambiaba un poco con el acento francés y eso lo hizo ruborizarse.

— je voudrais commander homard bleu, poisson Saint-Pierre, poulet de Bresse, fromage et une omelette norvégienne en dessert et un vin blanc s'il vous plait et le plus tôt possible.

Bradley colgó la llamada y Max solo lo miraba atento y con un gran entusiasmo. Amaba esa voz suya y quería aún más de eso. Bradley noto su expresión de felicidad y confundido preguntó al respecto.

— ¿Qué sucede?

— ¿Puedes hablar más?

— ¿En francés? — preguntó entre risas

Max asintió con la cabeza y Bradley rodando los ojos acepto.

—Max, je t'aime tellement et je veux que nous passions des nuits spectaculaires où tu ne fais que crier mon nom au ciel. Tu es à moi et je veillerai à ce que tu mordes l'oreiller.

Espero su reacción ante sus atrevidas palabras pero el pelinegro solo se limito a decir:

— No entendí absolutamente nada de lo que dijiste pero quiero seguir escuchando, te escuchas jodidamente bien con ese tono de voz.

Bradley solo siguió riendo, más por su falta de entendimiento que por su respuesta en sí.

Luego de algunas horas aún después de comer Max se quedó en la habitación de hotel mirando la televisión mientras que Bradley salió ya habiendo anochecido con la excusa de que necesitaba caminar y despejarse un rato. Max lo entendió, pues, sabía que su mente había estado muy abrumada últimamente y sabía que era necesario darle su propio espacio. Lo que no sabía es que Bradley iba camino a la torre Eiffel. Mediante un mensaje de texto el desconocido, que anteriormente le había dejado la carta, le pidió que se reunieran ahí justo a esa hora. Pero cuando Bradley llego no había absolutamente nadie. Lo único que encontró fue otra carta. Entendiendo la situación tomo la carta y dejo en ese mismo lugar la pintura de Monique hecha con acuarela por su padre. Revisando una última vez si lograba encontrar a alguien rectifico que estaba vacío y se fue. Al alejarse de la carta, unas manos de piel clara toman la pintura y desaparecen de entre las sombras.

En el camino de regreso a casa Bradley abre el sobre y extiende la carta comenzando a leerla.

"Crees que no me conoces pero la verdad es que si es así, no lo recuerdas pero todo lo que es un misterio ahora en el inicio del tiempo fue algo fundamental.

Tienes un mar de dudas en tu cabeza y es entendible, lo que pasó hace tantos años fue tan doloroso que tuvo que ser borrado para que dejara de hacer daño. Pero si algo aprendí es que escapar de los problemas solo los hace más grandes y capaces de alcanzarnos tarde o temprano. Es hora de enfrentar cara a cara la situación y dispersar la neblina, pero eso solo será posible el día que vayas a dónde más miedo te da ir"

Bradley quedó confundido, no sabía que hacer ni cuál era el significado de esas palabras ¿Ir hacia donde más miedo le daba ir? No lo tenía muy claro, no se le ocurría la respuesta a esa incógnita. Suspirando con profundidad regreso a la habitación de hotel encontrando a Max hablando por teléfono con su padre.

— Si papá estaré de vuelta pronto, te aseguro que conviviremos aunque sea un poco antes de que vuelva a clases.

Bradley solo sonrió y dejo su saco colgado en un perchero para luego buscar su pijama entre su equipaje.

— Claro pa yo también te extraño, y bueno te dejo porque se supone que tú ya deberías estar dormido — ríe — claro, buenas noches adiós.

Max colgó la llamada y apenas Bradley estuvo listo para dormir se recostó a su lado.

— ¿Y eso? — preguntó Max sonriente

— ¿Qué?

— ¿No te pondrás tus mascarillas, tus cremas y todo eso? ¿Ni siquiera te darás un baño? — volvió a preguntar pero ahora sorprendido

— Creo que estoy demasiado cansado, incluso para eso.

Max entre risas rodeo los hombros del castaño con su brazo y este aprovecho para acurrucarse en su torso sintiéndose muy cómodo.

— En el tiempo que te fuiste, estuve pensando sobre tu problema con tu compañía y tuve una pequeña idea.

— ¿Y cuál es? — preguntó el castaño sintiendo poco a poco sus ojos cada vez más cansados y sus energías agotadas

— Bueno, lo que se necesita es una buena imagen ¿No? Pues lo que está muy de moda en este tiempo y que aparte, es algo increíblemente genial — remarcó con emoción — Es el rock.

— ¿Rock? — rió — ¿Un hotel con temática de rock? ¿Cuando se ha visto algo así? — preguntó aún entre risas

— ¡Exacto! — expreso emocionado

— Bueno, en caso de que fuera posible ¿Cómo lo llamarías?

— ¿Qué te parece Hard Rock Hotel?

Bad Romance ~ Maxley - cafeypanconazucar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora